rude 'n soft ✧ kooktae

OO3; ¿buena impresión?

Luego de haber estado prácticamente fuera del campus todo el día, como ya era más que costumbre, Jungkook ahora se encontraba en el ascensor del edificio residencial de estudiantes, presionando el botón correspondiente de su piso.

Estaba mojado completamente de la cabeza a los pies, una inesperada lluvia había comenzado a caer sobre la ciudad cuando estaba con unos amigos en la plaza del centro, por lo que cuando pequeñas gotas comenzaron a caer sobre sus cabezas no dudaron en despedirse para luego cada uno retirarse por su lado.

El campus de la universidad le quedaba lejos, y aunque Jungkook corrió lo más rápido que pudo, en mitad del camino la lluvia se desató por completo y terminó empapado.

Ya estaba comenzando a oscurecer, por lo que su único plan era llegar a su dormitorio, cenar lo que tuviera por ahí y dormir toda la noche.

Era lo único que sabía hacer después de todo, sin mencionar meterse en problemas.

Además de que las clases iniciarían pronto y debía ahorrar sus energías y aprovechar en dormir todo lo que lefueraposible.

El ascensor se detuvo y las puertas se abrieron de par en par para que así pudiera salir. Con pasos perezosos y la ropa pesada, se acercó a su puerta, en donde sin observar más a detalle la superficie, incrustó la llave y la abrió.

—Oh, mierda —dijo con tono fastidiado cuando sus ojos se toparon con la silueta de un desconocido.

Bien, se había equivocado de puerta y había hecho el ridículo.

Genial.

Detrás de esa puerta, con lo poco que abrió y pudo ver, estaba un chico rubio -al que nunca antes había visto- sentado de piernas cruzadas en el sofá -que se parecía mucho a la suya, solo que mucho más limpia, cabe mencionar- llevándose una rebanada de pizza a la boca.

Se giró rápidamente sobre sus talones, con la intención de encontrar de una vez por todas su dormitorio.

Observó los pequeños números plateados incrustados en las puertas contiguas, para así no volver a equivocarse. Pero de repente algo hizo clic en su cabeza.

Su llave había encajado en la cerradura.

Si ese era su dormitorio, ¿quién demonios era..?

No, definitivamente no.

Caminando en reversa se detuvo nuevamente frente a la puerta de su dormitorio. Una vez que la abrió por completo esta vez se encontró con el mismo chico de cabellos rubios de pie frente a él con una amplia y brillante sonrisa.

El chico llevaba un conjunto de pijama, este consistía de una manga larga color verde con un dibujo de un elefante animado en el centro. Sus pantalones parecían cómodos y de tela fina, esta le quedaba un poco holgada al igual que la prenda superior, esta era de un color gris con varios elefantitos y bichitos -no sabía qué eran esas cosas- regados por todos lados.