-Que me miras, gila. Ándate con Enzo si tanto queres-
Vivi y Matías eran amigos desde que eran niños, sus mundos aunque son diferentes, se complementan perfectamente.
Habían pasado tres días de que me pelee con mi mejor amiga, me lastimaba no hablarle. Le mandaba mensajes y ya no me contestaba, hoy con mi grupo salíamos y tenía muchas ganas de verla pero estaba con Malena en su casa. Yo no fui con mis amigos porque mi novia no quería que vaya.
-Te dije que no Matías.- resopló. -Siempre estás con ellos y no conmigo.- me mira mal.
-Pero si nunca estoy con ellos, las ultimas tres juntadas estuve con vos.- me senté en la cama ya cansado, siempre eran las mismas discusiones.
-Y que me importa, soy tu novia.- grita. -Sabes que estoy enojada porque no me contaste lo del proyecto de Netflix.- se para enfrente de mí.
-De nuevo con ese tema.- toco mi cara. -No te conté primero porque estaba en la casa de Vivi.- la miré a los ojos pero al ver su cara agaché la cabeza, cansado.
-Me chupa un huevo esa pendeja.- se cruza de brazos. -Me dijeron que tienen que elegir un acompañante.- me agarró del mentón para que la mire. -me vas a elegir a mí, ¿no?- esperó unos minutos mis respuestas. -¿No?- volvió a preguntar.
-si Melena.- me acosté en la cama. Ella se acostó y comenzó acariciarme. Como le iba a decir a mi mejor amiga que mi novia quería venir conmigo al viaje.
Se lo había prometido.
Vivi.
Estábamos en el cine con los chicos, hoy Matías no había venido, igual mejor porque después de la discusión, no quería hablar.
Vinimos al cine a ver la nueva película de Masha y el Oso, era una película muy tonta pero yo estaba muy muy animada de verla, cuando vi el anuncio estaba muy contenta y me había acordado de cuando yo era chiquitita y miraba Masha y el Oso.
-¿Podemos ver esa?- Pregunte contenta. -me encanta Masha y el oso- manifesté.
Mi amigo me miró con cara de orto. -no quiero ver esa nena.- admitió.
-Dale porfa.- suplique. -La última película que vimos eligieron ustedes.- reclame y Ester asintió.
-Bueno dale, cállete.- gruño. Compramos algunas cosas para comer y entramos a la sala. Tenía una sonrisa de oreja a oreja. Cuándo entramos a la sala vimos un montón de padres con sus hijos chiquitos, cuando nos veían entrar nos miraban raros ya que nosotros no veníamos acompañados de ningún niño chiquito.
Si supieras que la niña chiquita era yo.
En el cine nos sentamos Ester en el extremo, al lado de ella Fabio, Nico, yo y a mi izquierda Pancho.
-No hablen que quiero ver la peli eh- susurro. Pancho y Nico se rieron de mí.
La película comenzó y al principio era súper divertida, mis amigos la estaban viendo pero en la mitad de la película Fabio y Esther comenzaron a comerse, Nicolás dormía en mi hombro y Pancho estaba con el celular.
Frustrada de la situación subo una historia a mi Instagram. Estuve unos minutos intentando sacar la foto para que el flash no se note.
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