-Que me miras, gila. Ándate con Enzo si tanto queres-
Vivi y Matías eran amigos desde que eran niños, sus mundos aunque son diferentes, se complementan perfectamente.
Eran las doce de la noche y yo me encontraba bañándome tranquila mientras escuchaba algunas canciones, pero no las estaba disfrutando al cien por las notificaciones que me llegaban.
Mi celular sonaba y sonaba de notificación y eso me molestaba demasiado. Terminé de enjuagarme el pelo y sali de la ducha enojadísima por los sonidos que emanaba mi celular. Cuando lo agarre vi un montón de mensajes de mis amigos deseándome un muy feliz cumple.
ERA MI CUMPLE!!!
Aún con la toalla en la cabeza, les respondía a todos los que me habían mandado mensaje como Ester, Pancho y Fabio que los extrañaba demasiado, me habían mandado mis papás y mis abuelos. También Esteban, Fran, Blas, Agus, Juani, Felipe y Enzo me habían mandado un mensaje.
Estaba muerta.
Pipe me había mandado un mensaje hermoso y Enzo también. Iba a llorar!!
Pero estaba esperando un mensaje que nunca llego, Mati no me había mandado nada, ni un mensaje ni una llamada. Eso me había desconcertado un poco porque nuestros problemas ya lo habíamos arreglado el día anterior pero tal vez se había quedado dormido así que me dejé de hacer la cabeza y me puse el pijama. Tenía que dormir muy bien porque mañana íbamos a festejar mi cumple en un boliche a la noche con los chicos.
Pero antes de qué pudiera pegar un ojo me había llegado una notificación con un mensaje de Mati que parecía un testamento, sonreí inconscientemente y cerré mis ojos.
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Era muy temprano y los golpes en mi puerta no paraban. Parecían personas desesperadas.
Siempre lo mismo boludo!!
Me levanté como puede pero antes claramente me fui a lavar los dientes rápido. Terminé de lavarme y me dirigí hacia la puerta. Con muy mala gana y mucho sueño abrí está encontrándome a Blas, Pipe, Fran, Esteban, Juani y Enzo, este último con una torta en sus manos de color rosa.
Cuando me vieron comenzaron a cantar el feliz cumpleaños y yo agradecida internamente que me había bañado la noche anterior.
-Los amo muncho- hablé con lágrimas en mis ojos cuando finalizaron. Los chicos se empezaron a reír y burlar de mis sollozos y cada uno vino a abrazarme.
-Feliz cumple peque, gracias por darme la oportunidad de conocerte- murmuró Enzo mientras me abrazaba.
-Gracias Enzo por todo lo que hiciste por mí, sos el hermano mayor que nunca tuve- reí irónica. Si supiera que hace un mes estaba loca por él.
Enzo le sonrió y los chicos agarraron la torta para irnos al comedor.
Mientras bajábamos me había llegado una notificación de que Enzo me hacía etiquetado en una publicación había. Era como dump del viaje y debajo de una foto mía había un texto que Enzo había escrito.
