Capítulo 24 | Expuestos

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Capítulo 24
Expuestos

Verónica

—¿Ya empacaste, demonia? —me pregunta Roger, chocando nuestros hombros en un gesto juguetón—. ¡Nos vamos a Miami!

—A trabajar. No de fiesta —informo, terminando de quitarme el traje de pilotaje para guardarlo en mi casillero. Estamos a pocos días de la primera carrera de la temporada, y ya es hora de ir empacando.

—Un poco de ambas —se encoge de hombros—. ¿Está todo en orden contigo? ¿te sientes bien? ¿de salud, emocionalmente? te quiero ganadora, pero sana —se acerca a acariciar mis hombros, y yo asiento distraídamente, recordando que tengo días sin probar mis vitaminas. Debería retomarlas antes de irme.

—Todo bien en ambas partes —trato de sonreír, pero estoy segura de que me sale más una mueca.

—¿Segura? —alza una ceja.

—Si, claro, segura —le doy un pequeño golpe en el pecho, y él siente devolviéndome la sonrisa—. ¿Haz visto a Will? voy a hablar con él antes de irme.

—Creo que está arriba con Michelle —dice, y su afirmación me hace fruncir el ceño.

— ¿Con Michelle? —repito, confundida—. Eso es imposible. Michelle se fue hace media hora.

—Claro que no. William la buscó en la cafetería hace media hora porque tenían una reunión —me corrige, y yo alzo las cejas. Nos miramos unos segundos sin decir nada y seguidamente salgo casi disparada en dirección al tercer piso, donde está su oficina—. ¡Exijo el chisme!

Subo las escaleras a toda velocidad, y antes de llegar me detengo en el último escalón asegurándome de que no haya nadie cerca. Los pasillos están vacios, pero se escucha el murmullo de sus voces a la derecha, entonces me acerco con cuidado y pego mi oreja en la puerta de su oficina, intentando distinguir de qué hablan. Sus pasos se escuchan cerca, entonces huyo cuando presiento que van a encontrar pegada a la puerta.

Vuelvo a las escaleras y me asomo con cuidado, divisando como Michelle es la primera en salir.

—Bueno, nos vemos en la exhibición, entonces —se despide mi mejor amiga, arreglando su cabello con sus dedos y riendo de forma nerviosa. Parece que acaba de caerse a golpes con el cepillo.

William sale detrás de ella y le sonríe de forma ladeada, cosa que le deja con la mandíbula por los suelos, ya que ni a mí me sonrie. Se recuesta contra el marco de la puerta con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón, sin quitarle los ojos de encima.

—Nos vemos en la exhibición, teñida —asiente en su dirección sin borrar esa media sonrisa dobla rodillas. Ella se queda viéndolo y retrocede un poco, pero de imprevisto vuelve a acercarse para tomarlo de la corbata y besarlo como si fueran novios desde hace años.

Me escondo detrás del muro y tapo mi boca para no gritar de la impresión. ¿Michelle y William? ni en mis peores pesadillas me imaginé que eso pudiera ser una posibilidad. ¿En qué momento? mi cabeza empieza a evocar las últimas semanas. Recuerdo como ella lo evitaba, como él preguntaba en donde estaba, las miradas incómodas, la tensión...

Escucho los pasos de mi amiga, y estoy tan impactada que no me muevo de mi sitio. Michelle queda paralizada cuando me ve con los ojos bien abiertos y la boca abierta, sin poder creer lo que acabo de ver.

—¿¡Te estás cogiendo a Will?! —grito en un susurro, todavía en estado de shock. Se apresura a bajar conmigo y cubre mi boca, poniéndose roja como un tomate.

—¡Cállate! —me recrimina—. ¡Eres una chismosa! ¿Qué haces aquí?

—¡Por Dios! ¿¡Por qué no me dijiste esto antes?! —la tomo de los hombros, sin saber como sentirme. Son demasiadas emociones como para poder procesarlas—. ¡Te juro que esa no me la esperaba!

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⏰ Última actualización: Oct 14 ⏰

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