Capítulo 16 | Amantes y desastres

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Capítulo 16
Amantes y desastres

Verónica

Me atrevo a decir que la parte más fastidiosa de toda esta boda son las incontables cenas, eventos y reuniones a las que me tengo que someter por culpa de Venus y Vanessa. Ahora agarraron la maldita maña de hacer una cena para anunciar cualquier estupidez, o simplemente para gastar dinero.

Apenas ayer tuvimos el incómodo almuerzo de la lista de invitados y ya hoy quieren hacer otra cena para anunciar lo que Vanessa no anunció cuando Nicholas la dejó plantada. Estoy de mal humor desde que llegué a la pista y lo primero que me encontré apenas pisé la entrada fue con William gritándome para que me apresurará a las simulaciones. Aparentemente Nicholas fue claro cuando le ordenó que subieran mi rendimiento lo antes posible, y someterme a entrenamientos desgastantes es parte de todo esto.

––Señorita Allen ––Chip llega a mi lado con semblante nervioso, tendiéndome un termo con agua y un puño de vitaminas––. Roger me pidió que le trajera su...

––No las quiero ––murmuro de mala gana, secando el sudor de mi frente con el dorso de mi mano. Llego a consumir cualquier cosa ahora mismo y voy a vomitar, ya que estoy con náuseas desde que desperté.

––Pero si no se las toma me van a regañar...

Ruedo mis ojos y tomo el termo junto a las pastillas, asintiendo.

––Gracias ––digo, colgándome la toalla en el hombro y yendo hacia el estacionamiento, botando las pastillas en el primer basurero que veo. Me consigo a Will en el camino, y apenas lo veo exprimo la botella de agua en su dirección, vaciándosela encima.

––¿¡Y a ti qué carajos te pasa, loca?! ––me grita, llamando la atención de los presentes. Algunos cubren sus bocas para ahogar la risa y yo tiro el termo a sus pies, malhumorada.

––No me hables más hasta que te cojan, maldito fastidioso ––susurro, siguiendo con mi camino. Escucho sus gritos detrás de mí, pero no me molesto en girar a verlo. Michelle y Nora están al final del pasillo riéndose en silencio de la escena.

––Le vas a sacar canas a ese pobre hombre ––la morena menea su cabeza con diversión y Michelle a su lado ríe, viendo con ternura a William.

––Deberías aumentarle. Lidiar contigo debe considerarse sacrificio –– bromea la rubia, codeándome.

––Tenerlo a él de representante también ––me quejo, sacudiendo mis manos––. Me ha estado jodiendo toda la semana. Me tiene harta.

—Solo hace su trabajo —lo defiende, suspirando—. Ah, ya revisaron mi monoplaza, por cierto —dice, cruzándose de brazos.

—¿Y bien? —alzo una ceja. Le dije hace unos días vi a Katherina toquetearlo y ella de inmediato lo mandó a revisar.

—Tenía una fuga de gas —dice—. Hablaré con Katherina para encararla, pero no creo que me diga nada. Igual, ya está más que claro quién está saboteando los equipos, ahora solo necesitamos pruebas.

–––¡Hola! ––aparece Vanessa, poniéndome de peor humor por alguna razón. Su cabello castaño está recogido en una coleta y todavía lleva puesta la bata de la zona de medicina––. Vero, ¿qué haces aquí? Te hacia en tu casa. La reservación es a las 9, deberías...

––Me iré en un rato ––la interrumpo––. Estaba recogiendo.

––Oh, está bien ––se voltea hacia las chicas, haciendo un puchero––. ¿Seguras que no podrán estar?

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