Vos y tu mejor amigo estaban en el centro comercial después de decidir hacer un pequeño y divertido viaje de compras. Iban a pasear, buscando ocasionalmente algunas cosas que a ambos les gustaban, y luego irían a comer algo.Enzo caminaba a tu lado, sosteniendo las bolsas que contenían las compras que habían hecho, esperando a que decidieras que comer. Eso fue una pequeña lucha ya que eras increíblemente indecisa.
— ¡No sé por que me haces elegir! Sabes que siempre me cuesta decidirme, En.—Exclamas con una leve risa.
Enzo sacude la cabeza con una sonrisa, —Pero podes hacerlo. Lo que pasa es que no queres.—
—En realidad, soy físicamente incapaz de hacerlo.— Discutiste, lo que hizo que él se echara a reír, lo que te llevó a reírte con él.
—Sos una dramática de mierda, Malena.— Él pone los ojos en blanco juguetonamente, antes de señalar delante de ustedes dos. —Vamos a McDonald's. —
— Dale — Sonreiste ante su innegablemente fácil decisión. —¿Fue tan difícil decidir por mi o no? Podrías haberlo hecho desde el principio. —
Se detiene en seco y te mira boquiabierto con incredulidad, horrorizado por tu audacia. — No se como aceptaste con la primera opción. Literalmente actúas como si fuera el fin del mundo para elegir algo. Me sorprende que hayas podido elegir qué ponerte hoy. —
— Por suerte me tomó una buena media hora.— Sonreíste tímidamente, riéndote de su expresión desconcertada.
— Estas mal de la cabeza, male.— Él se ríe y te rodea el hombro con un brazo mientras caminaban hacia el patio de comidas.—¿Queres ir a buscar una mesa y yo traigo la comida?—
Asentis de acuerdo, quitándole las bolsas. Te tomó un segundo encontrar una mesa. Te sentaste, colocando las bolsas en el suelo a tus pies. Mientras esperabas que Enzo volviera, sacaste tu teléfono para mantenerte ocupada viendo un poco de Twitter.
Tu tranquilidad pronto fue interrumpida, no sólo un minuto después. El sonido de una voz profunda aclarándose la garganta llamó tu atención. Tus ojos recorrieron sus pies, subieron por su cuerpo y se encontraron con sus ojos. Era tu ex.
Habías rezado a todos los Dioses, trataste de manifestar, hasta le pediste a tu abuela que te cure el empacho probando si eso funcionaba para no tener que volver a ver a este hombre nunca más. Una vez que cortaron, rompiste todos los lazos con él por completo y no querías tener nada que ver con él nunca más. Por supuesto, el universo tenía otros planes.
—Tanto tiempo, Male.— Él te sonríe, como si nada hubiera pasado y fueran viejos amigos.
No pudiste evitar la expresión que apareció en tu rostro, tus cejas se fruncieron y tu boca se torció levemente.
—¿Qué queres?— No podías parar de mirarlo sin aquella pizca de repulsión.
— Uh, baja un cambió, dale.— Fingió estar herido. — Te extraño, Male.—
Lo que acaba de decir provocó que una risa sorpresiva saliera de tu boca: —¿No te das cuenta que sos un caradura Matias? Sos un cínico.—
— No seas así conmigo, male. Sé que me extrañas y también a todos nuestros buenos momentos juntos.— Él sonrió, como si te conociera por dentro y por fuera.
No podría estar más lejos de la verdad. Sólo con su presencia te hacía sentir incómoda y un poco enojada, provocando que te pusieras tensa físicamente. Ustedes dos terminaron en muy malos términos y, sinceramente, por momentos él llegó hasta a asustarte. Era literalmente un loquito de mierda.
— Hola, mi amor.— La voz de Enzo habló desde tu lado.
De repente, tu cabeza se giró con suaves dedos debajo de tu mandíbula. Ni un segundo después, sus labios se posaron sobre los tuyos en un suave y gentil beso. A pesar de lo sorprendida que estabas, aun así le devolviste el beso. Como si ambos se hubieran perdido en la forma en que sus labios se moldeaban perfectamente, una burla los trajo a ambos a la realidad y se alejaron.
—¿Y este pelotudo quien es?— Tu ex pregunta, con el rostro lleno de ira.
— Soy su novio, raja de aca flaco. — Enzo le mira fijamente y se pone ligeramente delante tuyo.
Tu ex no pierde el aliento antes de tomar otra dirección. Enzo se sienta al frente tuyo y coloca la bandeja de comida sobre la mesa. Tenías los ojos muy abiertos y la boca ligeramente abierta, mirándolo en silencio. Una vez que notó tu estado, se aclaró la garganta.
— Yo, perdóname male. Pude ver lo incómoda que estabas, y honestamente fue el primer pensamiento que se me vino a la cabeza. Perdóname, si, ya sabes, me excedí y te hice sentir más incómoda.—
Tragaste fuerte y de repente tu garganta se sintió increíblemente más seca que antes. — ¿Por qué fue ese tu primer pensamiento?—
Parecía un ciervo ante los faros mientras pensaba qué decir. Sabía que no podía mentirte, que podías leerlo como un libro. Entonces, a pesar de la ansiedad que corría por sus venas y le revolvía el estómago, respondió con sinceridad.
— Será porque me lo imagino seguido. —
Tus ojos se abrieron aún más si eso era posible, parpadeando antes de volver a mirarlo. — ¿Que carajo queres decir con eso?—
Él suspira y te mira: — Creo que es obvio lo que siento por vos, male.—
Tus labios se curvaron hacia arriba en una sonrisa inocente y tuviste que taparte la boca con una mano para evitar quedar como una tonta. Con una mirada de confusión, respondiste: — Por favor, explícame.—
— ¿Me estas boludeando?— Él se ríe y sacude la cabeza, pero aún así explica: —Estoy enamorado de vos y de todo lo relacionado con vos, Malena.—
Escuchar eso salir de su boca te dejó extasiada. Fue como si algo dentro de vos se encendiera y no pudieras evitar sonreír de oreja a oreja. Tus ojos brillaban de felicidad mientras lo mirabas. Sin decir una palabra, te inclinaste hacia adelante, extendiendo tus manos y acercándolo a vos por el cuello de su remera. Tus ojos miraron los de él, leyendo cada emoción mostrada, esperando que los tuyos mostraran lo mismo.
Cerrando la brecha entre ustedes, se inclinó hacia adelante una vez más, chocando sus labios contra los suyos. Todavía era suave, pero apasionado. Por muy cliché que parezca, su beso prendió fuego a todo tu cuerpo. No pudiste evitar sonreír durante el beso mientras tu estómago bailaba con mariposas.
Una vez que te alejaste, tus ojos se conectaron una vez más. — Yo también estoy enamorada de vos, Enzo.—
MI PRIMER SHOT que vergüenza chicas, espero les guste porque les juro que me muero de la vergüenza.
Si hay alguna falta de ortografía, disculpen.
-🧸💋
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O.S | enzo vogrincic
FanfictionYo y las chicas lindas en situacion enamoradas de un uruguayo.