O.S | enzo vogrincic

19. Glitch

[ We were supposed to be just friends ]

Solo amigos. Las palabras estaban dando vueltas en la cabeza de Enzo durante lo que pareció toda la noche. Sin embargo, eso no le impidió mirarte de otra forma.

Eso no le impidió admirar la pequeña arruga en tu nariz cuando soltabas una risa o la mirada concentrada con la que lo observabas mientras te contaba cada pequeño detalle sobre los lugares en los que había estado durante los rodajes de su nueva película. 

[ Nights so starry, blood moonlit ]

Le gustaba especialmente lo halagadora que era la tenue iluminación del bar y la luna, tus ojos brillaban de vez en cuando cada vez que captaban un rayo de luz. Tu pelo brillaba tan bonito como las estrellas de esta noche, lo había notado en el momento en que te dejaste caer a su lado, y se esforzaba para evitar enganchar sus dedos en él. 

Una 'tiradita', pensaba, un buen tirón mientras lo envolvía alrededor de su mano, gemidos y gemidos saliendo de tu bonita boca mientras gritabas su nombre. Tu body era transparente, lo que lo llevó a creer que arruinaría por completo el bonito material blanco si alguna vez le permitieras el placer de arrancártelo.

Sólo amigos, se recordaba a sí mismo. 

Sus ojos se centrarían nuevamente en tu boca, tu risa disminuiría mientras tus labios se envolvían alrededor del borde del vaso. Y aunque tu risa se había desvanecido, se repetiría en su cabeza, enviando pequeños aleteos a través de su vientre porque era muy embriagadora.

Cada pocos minutos se sorprendía mirándote, tenía que volver a concentrarse, esperando en silencio que vos o cualquiera de los otros amigos con los que estaban juntos no lo hubieran agarrado boquiabierto. 

-- Limpiate la baba, boludon.-- Uno de los chicos lo molestó en voz baja, dándole palmaditas en la espalda a Enzo.

-- Cállate.-- dijo Enzo, haciéndose el tranquilo a pesar de que su dedo pasaba discretamente por su labio.

Cuando levantaste tu mirada con una sonrisa genuina en tus labios mientras alejabas tu vaso de cerveza vacío, él sentía una ola de vértigo invadirlo. Fue extraño, especialmente porque ustedes dos habían compartido una amistad tan platónica todos estos años.

Claro, hubo momentos en que se tiraban algún que otro chamuyo, pero nunca llegó a algo. Nunca nada parecido a lo que estaba sintiendo ahora, mientras estaba sentado junto a vos mientras resistía el ardiente impulso de inclinarse sobre la mesa y llevarte ya mismo, frente a todas estas personas.

Enzo sintió un poco de decepción cuando te preparabas para regresar a tu casa. Para él era obvio que tenías un poco de sueño y que tenías los ojos un poco entrecerrados antes de que hicieras todo lo posible por ocultar un pequeño bostezo. Era viernes por la noche, por lo que estaba seguro de que habías soportado un día de trabajo agotador. 

-- Dale, Ori.-- Enzo jugueteaba con su bebida, tratando de dejarla lo más rápido posible. -- Te llevo yo, es tarde para que te vayas en Uber.--

-- No, no, quedate, está bien, yo-.--protestaste  dulcemente, animándolo a quedarse.

-- Te llevo.-- Objetó metiendo la mano en el bolsillo para sacar las llaves. -- Total ya me quiero ir.--

Y te convenció. Tenía tantas ganas de hacerlo. Entonces, por supuesto, tendrías que estar de acuerdo. Pensaste que sería mejor que tomar un taxi, especialmente a esta hora.