❐ vingt et un

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-¿Te dejó? ¡Eso no tiene sentido! -soltó Donghyuck por encima de su taza con sidra de manzana caliente y luego tomó un sorbo con cuidado-. ¿Estás seguro de que eso es lo que quería? Tal vez se suponía que fueras tras él, como en los libros de romance que a los betas y omegas les gusta leer.

-Estoy seguro -dijo Youngho débilmente. Su bebida estaba espumosa, la especialidad del día de la cafetería. Desconocía qué sabor se suponía que era; había estado tan distraído cuando la ordenó. Encajó un cuchillo en la flor que el barista había dibujado en la espuma, alterando y creando un remolino que se asemejaba al desastre en su mente.

-No lo sé -dijo Donghyuck-. Como dije, no tiene sentido. Él era afortunado de tenerte. -Lo miró por encima del borde de su taza, con calor en sus ojos-. Muy afortunado. -Apartó el pelo de su frente y se encogió de hombros-. Está pasando otra cosa. No parecía como que realmente quisiera que escogieras un sustituto. Ningún omega quiere que su Érosgápe haga eso.

Youngho no le había dicho todo lo que Doyoung le dijo. Nunca traicionaría la confianza de Doyoung de esa manera, pero en este momento quería hacerlo. Quería soltarlo todo y que su mejor amigo le dijera qué pensar, sentir y hacer. Quería que le dijera cómo salvarlo.

-Qué pasaría si... -Se calló Youngho.

-¿Qué?

-Esto es puramente hipotético, ¿de acuerdo?

-De acuerdo. -Los ojos de Donghyuck se entrecerraron, más inteligente de lo que sus calificaciones le daban crédito-. Entonces hipotéticamente, ¿qué pasaría si, qué?

-¿Qué pasa si la razón por la que no quiere estar conmigo es porque sí quiere estar conmigo?

-Eso es lo que acabo de decir. Quiere que lo persigas. A los omegas les encanta ser cortejados. Tal vez no lo cortejaste lo suficiente.

-No, no es así -gruñó Youngho con frustración-. ¿Y si quiere que yo sea feliz pero realmente cree que no lo seré con él?

-Ah. -Donghyuck frunció el ceño, tomando de su bebida-. Bueno, puede que tenga razón. Es decir, como dije desde el principio, él es...

-Si dices "usado", que Dios Lobo te ayude, Donghyuck, porque te haría papilla en este mismo instante. -Había estado dentro de Doyoung y no dejaría que se degradara esa hermosa experiencia-. No hay manera de que un ser humano esté "usado". Los omegas no son como los borradores que sólo tienen cierto número de usos antes de que se terminen.

-Fue algo idiota de mi parte -concordó Donghyuck-. A veces soy así. No puedo evitarlo. Especialmente cuando se trata de ti, y a diferencia de tu omega, no soy altruista en cuanto a mis sentimientos, ¿de acuerdo? Si tú me dices en este momento que deseas que volvamos, estaría listo para ello.

-Donghyuck... -Nunca volverían a eso. No sabía cómo ser más claro sin arruinar la tentativa de paz que habían hecho.

-Lo sé, lo sé. Necesito dejar de presionarte. No puedes sentir lo que no sientes. -Llegó un grupo de alfas de su escuela, dándole vida a la cafetería con su ruido y energía-. Mierda, ¿nos vamos? Esta conversación no será privada por mucho tiempo.

-Miren quién está aquí. -La voz de Lee Hoseok resonó sobre el grupo que hacía cola para ordenar sus lattes y mochaccinos-. Seo, ¿cómo te va, amigo? ¿Cómo está tu putezco omega? ¿Ya te lo chupó y lo abotonaste?

Youngho apretó los dientes. -Ignóralo -susurró a Donghyuck-. No vale la pena.

Lee y dos de sus amigos, chicos que Youngho nunca se había molestado en aprender sus nombres, se salieron de la fila y se dirigieron a su mesa. Sonrisas y maldad torcían firmemente sus caras.

-¿Así que vas a estar en clase toda esta semana, Seo? -soltó Lee detrás de Youngho, poniendo sus manos sobre sus hombros, masajeándolos como si fueran viejos amigos-. ¿O vas a estar demasiado ocupado cogiéndote a tu sucio y usado omega?

Youngho empuñó las manos y se puso de pie. -Repítelo.

-Sí, dilo de nuevo, idiota -dijo Donghyuck, parándose también, y poniéndosele en la cara a Lee.

-Au, Youngho, ¿necesitas a tu amiguito para que proteja tus sentimientitos? -Rió Lee, pero luego sus ojos se ampliaron y brillaron, y sus labios formaron una mueca-. Entonces tal vez los rumores son verdad, ¿eh? Escuché que es un amanerado y que fuiste tú el que lo convirtió en eso.

Donghyuck gruñó y se le echó encima. Consiguió darle un puñetazo pero no fue nada para el sólido cuerpo de Lee, quien agarró la pequeña forma de Donghyuck y lo lanzó contra la mesa, derramando sus bebidas por todas partes. Youngho se arrojó en la refriega, listo para pelear, cuando un puño golpeó su mandíbula y la habitación se tornó movediza y oscura. Cayó al suelo al lado de Donghyuck, con dolor irradiando a través de su cara, y su cabeza dando vueltas.

Lee se cernió sobre ellos, con una maliciosa sonrisa en su rostro. -Pisoteemos a estos cabrones amanerados -dijo por encima de su hombro, hacia sus amigos fortachones.

-¡Oigan, oigan, sin peleas! -Donghae, el musculoso beta propietario de la cafetería, se apresuró desde atrás del mostrador con una toalla húmeda sobre su hombro, con la cual golpeó a Lee, dándole duro en el antebrazo. El cabello rojo oscuro de Donghae era un desastre de rizos, y sus mejillas sonrojadas brillaban con irritación.

Youngho batalló por levantarse del suelo, el cual se movía por debajo sus pies. Ayudó a Donghyuck a levantarse y luego se arrepintió cuando tuvo que detenerlo para evitar que de nuevo se fuera en contra de Lee.

-Retráctate -gritó Donghyuck-. ¡Di lo que quieras de mí, pero retira lo de Youngho!

Lee se rió y dijo: -¿Oyen eso? Está admitiéndolo.

-Púdrete, te voy a matar -gruñó Donghyuck, poniendo resistencia al agarre de Youngho.

-¡Alto! -Donghae le dio una palmada a Donghyuck en la cara-. Cálmate, niño. -Entonces volteó hacia Lee y sus compinches-. Fuera, los cinco. Y no vuelvan hasta que hayan aprendido algunos modales que vayan de acuerdo a su postura como alfa. -Se enderezó y flexionó los brazos, imitando el tamaño y la fuerza de Lee. Irguiéndose, le clavó un dedo en el pecho sin miedo alguno-. No me hagan llamar a la policía, mocosos.

Lee y sus burlones amigos se mofaron y se rieron, pero al parecer le hicieron caso a Donghae. Los tribunales, sin importar la cantidad de dinero que sus padres tuvieran, menospreciaban a los alfas adolescentes que molestaban los negocios de los betas. Así que Lee y sus amigos se fueron rápidamente, soltando insultos por encima de sus hombros.

Lee, por supuesto, tenía que tener la última palabra. Le gritó a Donghyuck:

-Los alfas amanerados no pertenecen a Monte Nessadare. Mejor búscate una nueva escuela que te prepare para tu próxima carrera de pararte en las esquinas para chupárselos a los alfa a cambio de una moneda. Tal vez Monte Jurado te acepte.

Donghyuck gruñó, pero había dejado de tratar de liberarse del agarre de Youngho.

-Chicos, ¿están bien? -preguntó Donghae una vez que Lee se fue. Los miró de arriba abajo con cuidado-. Ustedes vienen aquí todo el tiempo y nunca causan problemas. Pero tan pronto como estos imbéciles aparecen, de repente hay problemas. No son los primeros alfas jóvenes a los que molesta recientemente. Estoy considerando prohibirle la entrada.

-Estamos bien -dijo Youngho, pero Donghyuck estaba temblando de rabia, pálido y sin decir palabra, sus ojos azules seguían la retirada de Lee, con un odio que Youngho nunca le había visto antes-. ¿Verdad, Donghyuck?

-Sí -dijo apretando los dientes-. Muy bien, gracias.

Donghae arqueó una ceja viendo a Youngho y dijo: -Pueden quedarse si gustan limpiar el desorden. O pueden irse y dejármelo a mí.

-Limpiaremos. -Youngho no sabía si Lee y sus amigos estarían esperándolos para continuar la pelea en la calle, y no tenía ninguna prisa en reanudarla.

-No, vámonos -dijo Donghyuck, agarrando el brazo de Youngho y tirando de él con una fuerza sorprendente-. Lo siento, Donghae. Necesito un poco de aire.

Donghyuck tiró de él para salir por la puerta lateral, dando hacia una calle trasera que los alejaba de a donde Lee y su gente se habían dirigido.

-Eso fue grosero. Donghae siempre es bueno con nosotros. Deberíamos habernos quedado para ayudarlo.

-No me importa. Tenía que salir de allí. -Donghyuck se dirigió hacia los muelles-. No me agrada Lee. Lo odio tanto. Y me odio a mí mismo. Odio a todo el mundo. -Le dio una mirada a Youngho-. Excepto a ti. Sólo desearía poder odiarte.

Youngho no sabía qué decir. "Yo también", no parecía ser la respuesta correcta, pero deseaba que todo lo que Donghyuck sentía por él, fuera mucho menos complicado y aterrador. Pero no podía cambiar eso, así como tampoco lo que Doyoung había hecho en su pasado y le contó en su habitación. Es sólo que tampoco sabía aún cómo aceptarlo.

Siguió a Donghyuck hasta el muelle, vagamente consciente de que aunque inicialmente había ido con él en busca de consuelo, ahora estaba en la posición de tener que consolarlo. No era un acontecimiento poco común entre ellos, y mientras no pudiera ser completamente honesto respecto a Doyoung, tal vez era lo mejor.

El agua en el muelle era salada y espesa con aceite en la superficie. Mientras la observaban, los barcos iban y venían. Incluso uno que utilizaba la compañía del padre de Youngho para el envío de las piezas del motor, acababa de atracar. Él y Donghyuck encontraron un buen lugar para observarlos sin estorbar, y ver un grupo de trabajadores betas descargando las cajas de los contenedores.

-¿Qué vas a hacer respecto a la escuela, ahora que Lee te agarró de blanco? -preguntó Youngho, cuando consideró que era seguro hacerlo.

Donghyuck dejó escapar un largo suspiro y se encogió de hombros.

-Sin ti, estoy destinado a reprobar. Ya había decidido preguntarle a mi padre si puedo comenzar como aprendiz en su firma. Naturalmente sería mejor para él si me graduó, pero no es como que necesite algún tipo de educación especial para hacer su trabajo. Él no es más que una figura decorativa y es lo mismo que yo también tendré que ser. Voy a sonreír, cortar cintas en las inauguraciones de los nuevos proyectos de construcción, y dejar que Sungchan haga todo el trabajo duro.

-¿De verdad? ¿Sungchan?

-Es beta, pero es el cerebro de la familia. Yo soy un completo fiasco. -Donghyuck mostró una falsa sonrisa-. En todos los sentidos.

Los padres de Donghyuck habían estado felices cuando Donghyuck se presentó como alfa, ya que su hijo mayor, Sungchan, era beta, y su tercer hijo había muerto a causa de una enfermedad en su niñez. Donghyuck había sido su luz brillante, su gran esperanza.

En cierto modo, Youngho pensaba que Donghyuck tenía más presión sobre sus hombros que él siendo hijo único. Al menos Youngho tenía una buena relación con sus padres. Pero el padre de Donghyuck era frío, exigente, crítico y duro. Le había dicho en términos muy claros, que esperaba que aportara al mundo al menos cuatro hijos, y que dos de ellos debían de ser alfas para compensar la pobre actuación de su papá en ese sentido. Los omegas también estaban bien, pero betas serían inaceptables.

-¿Crees que tu padre te permitirá entrar como aprendiz del negocio? -Sabía que debía animarlo a permanecer en la escuela para que continuara su educación, pero desconocía cómo iba a sobrevivir si Lee decidía molestarlo-. ¿No hay otra manera de demostrar que no eres un amanerado?

-Soy amanerado, idiota. Acostúmbrate a ello. Yo lo hice. -Se volteó hacia la brisa salada-. Puedo estudiar en casa. No necesito aguantar a los imbéciles como Lee para recibir educación. Puedo contratar tutores. Puedo hacer lo que yo quiera. De todas formas, el punto de la universidad era estar contigo. -Se encogió de hombros-. Y eso es todo.

-Tal vez no, ya que Doyoung no firmará conmigo.

Donghyuck torció los ojos. -No seas ridículo, es tu Érosgápe. Hará lo que le digas que haga. -Resopló con irritación-. Probablemente fuiste demasiado amable con él. ¿Le dijiste que firmara el papel? ¿No? Bueno, no es de extrañar que se fuera. Toma el control, Youngho. Eres el alfa. ¿Tú estás a cargo, recuerdas?

-No se siente de esa manera. -¿Y cómo podía deshacerse de las imágenes que Doyoung había conjurado en su descriptiva confesión? ¿Cómo iba a dejar de verlo alguna vez, siendo tomado por hordas de hombres para luego abortar la evidencia? ¿Cómo iba a dejar alguna vez de reconocer que la razón por la que no tenían hijos, era porque Doyoung había querido ir a la playa sin lidiar con su celo?

Le había prometido a su papá que nunca le reprocharía nada a Doyoung por su pasado, y no lo hacía, no realmente, pero no podía ignorarlo. Su pasado impactaba el futuro de ambos, de maneras que no estaba dispuesto a aceptar.

-Cuando tenga un omega... -Se calló Donghyuck.

-¿Sí?

-Dios Lobo, no quiero ningún puto omega -gruñó-. Haría cualquier cosa para estar en los zapatos de Doyoung. Es un idiota. Lo odio. Es oficial: él está apilado junto con todos los demás que no son tú, en el montón de gente que odio.

-Si te empujo de este muelle, me odiarás. Eso podría arreglar todo.

zèle - johndo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora