Amarga Consecuencia

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- Entiendo que estés enojada, pero necesito ver a Izuku, necesito estar con él. Por favor, dime dónde está - insistió Bakugo, su tono más suave pero aún urgente.

-Me niego a decirte donde está en este momento, pero para que veas que no soy tan cruel, te diré que está estable pero grave lograron salvarlo, pero por su estado crítico estará en terapia intensiva las próximas setenta y dos horas, y algo si te digo Bakugo, si mi hermano muere te juro que no habrá lugar donde esconderte te asesinare por tu negligencia y por permitir que le pasara algo así. No mereces estar con él. - Ochaco colgó la llamada, dejando a Bakugo en un estado de shock.

Ochaco vio a sus amigos y a los padres de Shoto y a Yagi – les prohíbo a cualquiera de ustedes que le digan donde esta Izuku en estos momentos, no quiero que se acerque a mi hermano, y si lo hace será cuando él este consciente pero mientras yo no autorizo su presencia. – Amenazo a todos.

Bakugo se quedó parado en medio del hospital, sintiendo un nudo en la garganta y un peso en el pecho. La realidad de la situación le golpeaba con fuerza. Comenzó a caminar sin rumbo aparente su alfa interno no paraba de gruñirle y decirle lo idiota que había sido y peor que nunca le hizo caso.

Llego sin darse cuenta al departamento de su mejor amigo, un Alfa que también iba a la misma carrera que él. Toco varias veces hasta que finalmente le abrió la puerta.

-¿Bakubro? – pregunto preocupado el pelirrojo al ver el estado de su amigo - ¿Qué tienes? – se hizo a un lado para dejarlo pasar, el cenizo entro sin decir ninguna palabra y fue a sentarse en uno de los sofás del departamento.

-Izuku... - susurro con la mirada perdida

Eijiro se sentó a su lado, notando la desesperación y la angustia en la expresión de Bakugo. Sin decir una palabra, le dejó espacio para que pudiera expresarse cuando estuviera listo.

Bakugo tomó aire y finalmente comenzó a contar lo que sucedió, cómo encontró a Izuku herido y la terrible sensación de impotencia al no poder protegerlo. Mientras hablaba, las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, algo inusual para alguien tan fuerte y seguro como él.

Kirishima escuchó en silencio, sintiendo la gravedad de la situación. Sabía cuánto significaba Izuku para Bakugo y no podía imaginar el dolor que estaba experimentando su amigo.

-Kats, yo sé que tal vez no sea el momento, pero Denki y Mina te lo dijeron, ¿Recuerdas?

El cenizo negó con la cabeza intentando recordar las cosas, Eijiro suspiro – El otro día que estábamos todos Denki y Mina se molestaron contigo porque dejaste que un par de omegas te coquetearan abiertamente y te idolatraran por tu físico y tu capacidad en los deportes principalmente natación, ¿Recuerdas?

Bakugo asintió con la cabeza, recordando la conversación con Denki y Mina

-Entonces también recuerdas que ellos mismos te dijeron que veían a Izuku más retraído y con miedo a su alrededor, que incluso ellos escucharon que una vez él te había dicho sus inseguridades sobre como lo trataban por ser tu pareja, ¿Recuerdas que les dijiste?

Sí, Bakugo recordaba la conversación, pero en ese momento no le dio la importancia debida. Ahora, las palabras de Denki y Mina resonaban en su cabeza con una dolorosa claridad. Se culpaba a sí mismo por no haber prestado atención a las preocupaciones de Izuku.

-Sí, lo recuerdo. Pero pensé que solo eran celos o algo así. No me di cuenta de que realmente lo estaban lastimando. Mierda, ¿cómo pude ser tan estúpido? - murmuró Bakugo, sintiendo una mezcla de culpa y rabia.

-Kats, Izuku es tu omega y tal vez el hecho de sentirlo seguro para ti dejaste de lado las principales responsabilidades que tenemos como Alfas, dejaste que la popularidad se te subiera a la cabeza e ignoraste a todos, y peor ignoraste a la persona que más amabas por no perder esa fama.

Eijiro continuo - Tienes que asumir tus responsabilidades, Kats. Como Alfa, tu deber es proteger a tu omega, y no solo físicamente. Debes estar atento a su bienestar emocional y asegurarte de que esté a salvo en todos los aspectos. Ahora es el momento de enfrentar las consecuencias y demostrarle a Izuku que realmente te importa.

Bakugo se quedó en silencio, absorbiendo las duras palabras de Kirishima. El peso de la culpa y la responsabilidad se apoderaba de él. Se dio cuenta de que había descuidado a Izuku, de que su omega estaba sufriendo en silencio mientras él disfrutaba de su popularidad en la universidad.

-Estás en lo correcto, Eijiro. Fui un maldito idiota. Dejé que la fama y la atención se interpusieran en mi deber como Alfa. No escuché las advertencias ni las señales y ahora Izuku está pagando el precio. Necesito hacer las cosas bien. Necesito estar allí para él, protegerlo y demostrarle que realmente me importa.

Kirishima asintió -Entonces, ¿qué piensas hacer al respecto?

-Primero, necesito averiguar quién hizo esto. Quién se atrevió a lastimar a Izuku. Voy a encontrar a esa escoria y hacer que pague por lo que hizo. Después, voy a estar con Izuku, sin importar lo que pase. Necesito asegurarme de que esté a salvo y protegido.

-Cuenta con mi apoyo, Kats. Estaré contigo en esto. Pero recuerda, también necesitas enfrentar las consecuencias emocionales con Izuku. No basta con ser un Alfa protector físicamente, también debes ser su apoyo emocional.

Bakugo asintió, agradeciendo la honestidad de Kirishima. Sabía que no sería fácil reconstruir la confianza con Izuku, pero estaba dispuesto a hacerlo. Se dirigió hacia la puerta.

-Bakugo, quédate esta noche en el departamento, mejor no estás solo en este momento. Hablaremos más mañana, pero ahora necesitas descansar un poco. - sugirió Kirishima, preocupado porque hiciera alguna locura aún se notaba tenso y no sabía si su alfa interno no haría una locura.

Katsuki no pudo dormir esa noche, Kirishima lo dejo en la habitación que tenía sola, él se quedó en el sillón pues temía que hiciera una locura, le mandó un mensaje a los demás y decirles que hay una emergencia y ocupaba a todos a primera hora de ese día.

La mañana siguiente, Bakugo se despertó con la mente nublada por la falta de sueño y la angustia que pesaba sobre él. Recordó la situación de Izuku, sentía una opresión en su pecho que lo sentía desgarrarse por dentro. Tomo su teléfono y solo rezo por que le contestaran quería saber cómo estaban su omega.

- ¿Hola? – contesto Shoto, observo que era Bakugo quien le marcaba, vio que Ochaco seguía dormida en el sillón de la sala así que salió al pasillo para contestarle mientras caminaba fuera del hospital

-Por favor Todoroki – suplico desesperado - ¿Dónde está Izuku?, necesito verlo, necesito saber que está bien, por favor.

-Lo siento Bakugo pero no te diré donde esta, además no han pasado ni veinticuatro horas por lo que aún no ha habido mejoras, te advierto Bakugo que yo ayudare a Ochaco si Izuku muere, su situación es muy delicada.

Bakugo escuchó las palabras de Shoto con desesperación y pesar. Sabía que la situación era grave y que debía asumir las consecuencias de sus acciones. Tomó aire y respondió - Todoroki, entiendo que estén enojados, pero necesito ver a Izuku. Necesito enfrentar las consecuencias de mi negligencia y estar allí para él. No puedo permitir que sufra solo. Por favor, permíteme verlo.

-No Bakugo, ni a nosotros nos han dejado verlo hasta que pasen las primeras setenta y dos horas y eso si las pasa – comentó con ira contenida – Ochaco no te quiere aquí y la verdad ninguno de nosotros tampoco te quiere cerca, y estoy seguro de que cuando Hisashi e Inko se enteren de lo que le paso a su hijo menos querrán que estes cerca de él – comento – alégrate que su tio, Yagi no te haya puesto ya una denuncia por negligencia

Bakugo sintió un nudo en la garganta al escuchar las duras palabras de Shoto. La realidad de la situación lo golpeaba una vez más, y la culpa y la angustia lo consumían. Sabía que merecía el rechazo y la ira de todos, pero no podía permitir que Izuku sufriera solo.

¿Una Ultima Oportunidad? (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora