Capitulo 6: Las noticias del mundo mágico.

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—Vamos a comer—Dijo Bill avisando.

—Esto tiene un aspecto estupendo, Molly —Intervino Lupin, sirviéndole el estofado con un cucharón y acercándole el plato desde el otro lado de la mesa.

Durante unos minutos sólo se oyó el tintineo de platos y cubiertos y el ruido de las sillas arrastrándose, y todos se pusieron a comer. Entonces la señora Weasley miró a Sirius y le dijo:

—Se me olvidó comentarte, Sirius, que hay algo atrapado en ese escritorio del salón que no para de vibrar y tamborilear. A lo mejor sólo es un boggart, desde luego, pero quizá deberíamos pedirle a Alastor que le echara un vistazo antes de soltarlo.

—Como quieras —contestó Sirius con indiferencia.

—Y las cortinas están llenas de doxys —añadió la señora Weasley—. He pensado que mañana podríamos ocuparnos de ellas.

—Será un placer —dijo Sirius. Matt detectó el sarcasmo en su tono de voz pero no estaba seguro de que los demás también lo hubieran percibido.

Enfrente de Harry, Tonks distraía a Hermione y a Ginny transformando su nariz entre bocado y bocado.

Por lo visto, era un entretenimiento habitual a la hora de la cena, porque Hermione y Ginny pronto empezaron a pedir sus narices favoritas

—Haz esa nariz de cerdo, Tonks.

Tonks complació a su público, y los Potter vieron a Tonks transformar su nariz en la de un cerdo. Luego de la cena la señora Weasley habló nuevamente.

—Creo que ya es hora de acostarse —Dijo la señora Weasley con un bostezo.

—Todavía no, Molly —intervino Sirius, apartando su plato vacío y volviéndose los Hermanos—Chicos cuando llegaron me imagine que lo primero que harían sería preguntar sobre Voldemort.

— Sabemos lo necesario—Responde Matt terminando de comer—Nos informamos antes con nuestros amigos algunas cosas que han sucedido pero no lo saben todo ya que como ellos no pertenecen a la orden...

—Y tienen razón —Lo interrumpió la señora Weasley—Son demasiado jóvenes.

Estaba sentada, muy tiesa, en su silla, con los puños apretados sobre los reposabrazos de aquella silla.

—¿Desde cuándo tiene uno necesita  pertenecer a la Orden del Fénix para hacer preguntas? —Terció Sirius—Los dos chicos han pasado un mes encerrados en esa casa de muggles. Creo que tienen todo derecho a saber qué ha pasa…

—¡Un momento! —Le cortó George.

—¿Por qué Harry y Matt puede hacer preguntas? —Quiso saber Fred enojado.

—¡Nosotros llevamos un mes intentando sacarles algo y no han dicho nada! —Protestó George.

—«Son demasiado jóvenes, no pertenecen a la Orden» —dijo Fred con una vocecilla aguda increíblemente parecida a la de su madre—. ¡Harry y Matt ni siquiera son mayores de edad!

—Yo no tengo la culpa de que no les hayan contado a qué se dedica la Orden —Comentó Sirius con calma—Eso lo han decidido sus padres. Harry y Matt por otra parte…

—¡Tú no eres nadie para decidir lo que le conviene a Harry y a Matt! —Saltó la señora Weasley. Su rostro, por lo general amable, había adoptado una expresión amenazadora—. Supongo que no habrás olvidado lo que dijo Dumbledore.

—¿A qué te refieres en concreto?—Preguntó Sirius con educación, pero con el tono de quien se prepara para pelear.

—A lo de que no teníamos que contarle a los muchachos más de lo que necesita saber —Dijo la señora Weasley poniendo mucho énfasis en las dos últimas palabras.

Los hermanos Potter y la orden del Fénix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora