—Oigan ¿También están viendo a ese caballo medio esquelético?—Pregunté mirando a cierto animal.
Los demás se dan la vuelta para ver a lo que me refiero perdonarlo Harry contesta.
—Si—Dice él—¿Qué es eso?
—¿Qué están viendo?—Nos pregunta a Ron confundido.
—Ese caballo que tira del carruaje—Mencione.
—Nada tira del carruaje, se mueve solo igual que siempre—Nos dice Mione pero inevitablemente nos vamos a acercando.
Escucho unos pasos y Luna aparece para luego subirse al carruaje cómo si fuera lo más normal del mundo.
—No están locos, yo también los veo—Nos dice ella aún con sus ojos fijos en su revista mientras se sienta tranquilamente—Están tan cuerdos cómo yo.
—Okay...—Menciona Anna—Subamos al carruaje.
—No cabemos todos—Dijo Neville.
—Claro que cabemos todos—Dijo Jess—Si en el carro viejo de mi tío pudimos entrar 10 personas, esto es pan comido, sólo hay que acomodarnos.
Y así casi a la fuerza nos subimos todos a aquel carruaje, algo apretado pero al final si cabiamos todos, aunque Adrian esta sentado en el centro del carruaje.
—Me tuve que sentar aquí porque el culo gordo de Jess quita la mitad del espacio de todos—Menciona Adrian.
—No estoy gorda—Refuta Jess—Soy gruesa por naturaleza.
—Ajá si cómo digas—Dijo Adrian.
—Pero oye Matt, haría espacio si me puedo sentar en tus piernas—Ella me mira sonriendo maliciosamente.
—Sabes que mejor quédate donde estas—Le dije nervioso y algo asustado a lo que Jess se ríe.
—Que lindo collar—Dijo Mione a Luna incomoda por lo que le dijo antes en el tren.
—Es un amuleto para alejarse a los Nargles—Responde ella.
—Ah sí—Dije recordando las charlas que tenia con Luna sobre los nurgles aunque no sé qué es eso.
—Tengo hambre ojalá que haya pudin —Dice Luna.
—X2—Dijo Adrian.
—Yo quiero una arepa cabimera—Dijo Jess.
Los coches, traqueteando y balanceándose, avanzaban en caravana por el camino.
Cuando pasamos entre los dos altos pilares de piedra, adornados con sendos cerdos alados en la parte de arriba, que había a ambos lados de la verja de los jardines del colegio, Harry se inclinó hacia delante, yo también hice lo mismo para ver si había luz en la cabaña de Hagrid, junto al Bosque Prohibido, pero los jardines estaban completamente a oscuras. El castillo de Hogwarts, sin embargo, se erguía ante ellos: un imponente conjunto de torrecillas, negro como el azabache contra el oscuro cielo, con alguna que otra ventana muy iluminada en la parte superior.
Cuando loa carruajes se detuvieron rápidamente nos bajamos y entramos al castillo.
El vestíbulo resplandecía con la luz de las antorchas, y en él resonaban los pasos de los alumnos que caminaban por el suelo de losas de piedra hacia las puertas que había a la derecha, las cuales conducían al Gran Comedor donde iba a celebrarse el banquete de bienvenida.
Los alumnos fueron sentándose a las cuatro largas mesas del Gran Comedor, que pertenecían a cada una de las casas del colegio, bajo un techo negro sin estrellas, idéntico al cielo que podía verse a través de las altas ventanas.
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Los hermanos Potter y la orden del Fénix.
Fiksi PenggemarLas tediosas vacaciones de verano en casa de sus tíos todavía no han acabado y Harry y Matt se encuentran más inquietos que nunca. Apenas han tenido noticias de Ron y Hermione, y ambos hermanos presiente que algo extraño está sucediendo en Hogwarts...