Donde Azul Giordano va en busca de un crecimiento profesional pero se distrae con unos ojitos marrones.
Ó...
Donde Matías Recalt queda flechado por una chica con flequillo y nariz roja por el frío de la montaña.
(matías recalt fanfiction)
(matías re...
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23 de febrero de 2022 - Granada, España
Las voces a mi alrededor se escuchaban como susurros lejanos. No estaba prestando suficiente atención a la charla como para identificar las palabras que salían de la boca de las personas que me rodeaban.
Mi cabeza estaba ocupada maquinando y analizando cada palabra de la última conversación que había tenido con Malena. Porque, efectivamente, no me había llamado al día siguiente.
La comunicación se había vuelto a cortar. Por mi parte, no la había vuelto a llamar ni mandar mensajes. Entendí que no quería hablar conmigo. Me partía el alma sinceramente.
Esas y miles de preguntas más rondaban por mi cabeza desde la última llamada con Malena. Ninguna obtuvo respuesta.
Todas esas dudas empezaban a robarme horas de sueño y alimentaban mi ansiedad. No podía perder a Male, no podía perder a mi otra mitad.
- Eu loca - sentía que alguien chasqueaba sus dedos en mi oído. - Volve a la realidad Azul - unas risas acompañaron el comentario.
Rápidamente sacudí mi cabeza para alejar todo ese tren de pensamientos que me hacía mal. Presté atención a quien tenía a mi lado.
Bruno me regalaba una sonrisa mientras mantenía sus dedos a la altura de mi cara para llamar mi atención.
- ¿Qué? - pregunté instintivamente, no sabía que estaba pasando.
- Te estamos hablando hace como diez minutos y vos re en otra - Juani habló. Giré mi cabeza hacia el frente y me encontré con mi amigo dado vuelta en su asinto mientras me hablaba.
Estábamos en las tráfics viajando nuevamente hacia las cabañas.
- Perdón - dije tratando de concentrarme en mis amigos - Me colgué - dije refejando mis ojos en busca de despejar mi cabeza de todo tipo de angustia. No funcionó.
- Bueno - me habló Fran que estaba sentado al lado de Juani. - Te decíamos que después de la cena, nos juntemos en una de las fogatas que hay afuera de las cabañas - .
La idea me parecía buena. Me serviría para relajarme un poco y poder pasar un agradable momento con mis amigos. Necesita, aunque sea unas horas, concentrarme en el presente y dejar de imaginarme escenarios hipotéticos.
- Si, me re prendo - dije con una sonrisa genuina, el plan que me proponían había logrado levantarme un poco el ánimo.
Los tres chicos con los que mantenía una conversación, me sonrieron.
Luego de un par de minutos más de viaje, logramos llegar al complejo.
Bajé del vehículo en silencio. Empecé mi caminata hacia mi cabaña para dejar mis cosas y ponerme a revisar algunos videos que habíamos grabado con Bruno el día de hoy.
