Las palabras comenzaban a bailar ante los ojos de Chase, el cual tuvo que leer la frase dos veces porque no se estaba enterando de lo que decía. Bostezó por cuarta vez en diez minutos, lo cual interpretó como una señal para cerrar el libro que estaba leyendo, "El cuarto de Jacob". En realidad no era suyo, si no de Sandy, que se había quedado dormida a su lado. A su derecha, tumbados sobre la cama, su cama, se encontraban Johnny y Adam, que estaba absortos viendo reposiciones de C.S.I en la tele. Chase echó un vistazo al reloj de la mesita, eran las dos de la mañana pasadas. En apenas ocho horas tendrían que reunirse con Mónica, directora del casting y de la academia de The Next Superstar, en el comedor del hotel para desayunar y coger fuerzas para afrontar el día que les esperaba por delante, uno de los más importantes de sus vidas. Chase suspiró, se agobiaba solo de pensarlo.
Cuando Johnny y Adam le propusieron celebrar una super fiesta en la Suite Imperial del hotel a Chase le había agradado bastante la idea. Tras una semana ensayando sin parar para la gala que tendría lugar al día siguiente, en menos de veinticuatro horas, mejor dicho, tomarse un pequeño descanso y olvidarse de las preocupaciones que acarreaba sonaba de maravilla. Pero se suponía que ya deberían estar allí, en su lugar, hacía más de dos horas que Adam y Johnny se habían colado en su habitación a la espera de que su vecina, la propia Mónica, se quedase dormida. Pero al parecer ser directora de una academia y responsable de un programa de televisión que prometía convertirse en uno de los más importantes a nivel nacional (al menos así lo era hacía dos décadas) daba más trabajo del que imaginaban y Mónica se había pasado esas últimas dos horas hablando por teléfono sin parar. Quizás era mejor así, Chase tenía ganas de relajarse un poco, pero tampoco pretendía sacrificar todas sus horas de sueño para ello, más teniendo en cuenta lo que estaba en juego al día siguiente. Se disponía a anunciar a sus inquilinos que se apeaba del plan cuando Johnny dijo:
-Esperad, ¿oís eso?
Chase frunció el ceño, lo único que escuchaba era el sonido del televisor y los suaves ronquidos de Sandy, que dormía con la boca abierta y se le había dibujado un surco de baba en la mejilla.
-¿Alguien se lo está montando en la planta de arriba?- bromeó Adam. Johnny se levantó de un salto y pegó la oreja a la pared del fondo de la habitación.
-¡Mónica se ha dormido!- anunció con una enorme sonrisa - Es nuestra oportunidad, ¡vamos a la suite!
-¡En marcha!- dijo Adam poniéndose en pie. Chase no se movió del sitio, en su lugar miró de nuevo a Sandy. Lo cierto era que a esas alturas le agradaba más la idea de quedarse durmiendo también.
-Creo que paso- respondió finalmente.
-Venga ya, no puedes rajarte. Ni hablar del peluquín- protestó Adam.
-Sí que puedo.
-Tío, estás a punto de perderte una súper fiesta en la suite más tocha de uno de los hoteles más caros de toda Nueva York.
Chase sopesó las palabras de Johnny, la verdad es que una situación así no se presentaba todos los días, pero tampoco sabía cuándo volvería a tener ocasión de entrar a formar parte de un concurso como The Next Superstar y no quería echarlo a perder.
-No quiero ponerles más fácil a los jueces la decisión de ser uno de los dos eliminados de mañana.
-Tío, los jueces te nominan, pero la última palabra la tiene el público, son ellos los que votarán para salvarte. ¿Crees que votarán por ti cuando sepan que eres un muermazo?- insistió el chico de mechas rojas.
-No tienen porqué saberlo.
-Guapito, como no muevas tu precioso culo y te vengas con nosotros, yo mismo me aseguraré de que lo hagan. Y también de que sepan que besas de pena.
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DOLLHOUSE: THE NEXT SUPERSTAR
Teen FictionUna escandalosa (y obscena) historia sobre un grupo de chavales que están a punto de conseguir todo lo que un artista podría desear; fama y fortuna. Al menos uno de ellos, el ganador del programa de talentos musicales más conocido y popularmente acl...