I got a pocket, got a pocket full of sunshine
I got a love and I know that is all mine...
La optimista voz de Natasha Bedingfield despertó a Archer del profundo sueño en el que estaba sumido. Estaba convencido de que había soñado algo, pero esas imágenes comenzaron a desvanecerse de su mente en el momento en el que abrió los ojos. Archer se tumbó bocarriba, mirando a la litera de Ava, que estaba justo sobre él. De lo que sí que no se había olvidado era de la forma tan fría en la que se había despedido la noche anterior, de su "no enfado". Archer se preguntaba si aún seguiría molesta con él, y estaba a punto de descubrir la respuesta cuando vio asomar los pies de la chica de piel bronceada, que bajaba las escaleras. El hecho de que ni le saludase hizo que el chico se temiese lo peor. Archer se incorporó rápidamente y antes de que la chica pasara de largo la sujetó por la muñeca.
-Eh, ¿todo bien?- preguntó.
-Tengo que ir a cambiarme- se limitó a decir Ava, zafándose de él.
Archer albergaba la esperanza de que se le hubiese pasado el cabreo al consultarlo con la almohada, pero no había sido así.
-Vaya mierda...- murmuró.
No podía creerse que Ava se hubiese tomado tan mal una simple broma. Solo estaba jugando, no había hecho nada malo. Además, había sido ella la que había sacado el tema haciéndole la preguntita de su novia, preguntándole si no se pondría celosa al verlos actuar... por cierto, ¿a qué había venido eso? No tenía la menor idea, lo único que sabía era que detestaba que estuviese enfadada con él. Y, por si fuera poco, precisamente ese día tenían clase de interpretación con los Smiths para preparar la canción. Tenía que encontrar la forma de hacer las paces, de lo contrario sería un día muy largo.
Y así estaba siendo. En la cafetería, durante el mini desayuno previo a la clase de fitness, Ava se sirvió un vaso de zumo e hizo oídos sordos cuando Archer le preguntó si le importaba servirle una a él también.
Durante la clase de fitness Ava continuó en su línea de no dirigirle la mirada, y durante los ejercicios de pareja se puso con todo el mundo antes que con él.
Tras la clase, Archer fue a darse una ducha antes de volver al comedor para desayunar, Ava estaba sentada en el mismo sitio que se había sentado el día anterior, dejando un asiento libre donde entonces se había sentado Archer. El chico pensaba que tal vez por fin había dejado enfriar las ideas y estaba dispuesta a hablar con él cuando, al ver que se acercaba, la chica de ojos verdes dijo:
-Yeiey, siéntate a mi lado- y lo hizo mirando a Archer, no al moreno, el cuál obedeció sin más. Archer apretó los dientes y se sentó al otro extremo de la mesa, junto a Rose y Layla. Se pasó todo el desayuno mirando de soslayo a Ava y Yeiey, pero cómo no hacerlo. La chica no paraba de reír exageradamente cada vez que Yeiey abría la boca, como si fuese la persona más divertida que había conocido nunca. Era lo que hacía cada vez que estaba enfadada con Archer, durante los meses que se habían conocido desde los castings para el programa y habían trabado una amistad, cada vez Ava se cabreaba con Archer acudía en busca de Yeiey y comenzaba a hablar con él y a reírse sin parar razón por la cual, a pesar de que Yeiey no tenía necesariamente la culpa más haya de prestarse como voluntario en los jueguecitos de venganza de la chica contra Archer, a éste le caía cada vez más gordo. Archer ya no aguantaba más, con ímpetu se levanto de la silla y se acercó a ellos.
-Ese es mi sitio, apártate- dijo clavando los ojos en Yeiey. Como si donde estuviese ella le pertenecerle a él.
-No, no lo es. Yeiey puede sentarse aquí si le apetece, y yo quiero que lo haga. Búscate otro sitio- replicó la chica de flequillo.
Archer inspiró hondo, no quería perder la paciencia y menos con Ava, solo empeoraría las cosas. Sabía que su comportamiento sólo se debía que estaba dolida con él.
-Si esto es por lo de ayer quiero que sepas que solo estaba de coña, nada más. Lamento que te sentase de esa forma- dijo Archer, hablando por primera vez del tema.
-Ayer no pasó nada, no te creas tan especial. Simplemente no quiero sentarme contigo, estoy en mi derecho, ¿no?- dijo Ava, lanzándole una mirada de hostilidad. Archer no estaba acostumbrado a que le mirase así.
-Paso de esta mierda- dijo tirando su bandeja contra la mesa, saliendo de la habitación.
En ese momento, Yeiey preguntó a Ava:
-¿Se puede saber qué ha pasado entre vosotros?
-Es un idiota, nada más- dijo Ava continuando con su desayuno como si nada.
-Supongo que tendré que recogerlo yo, ¿no?- preguntó Chase refiriéndose a la bandeja de Archer. Sabía que si no lo hacía él, no lo haría nadie y tenía razón. En circunstancias normales a Ava no le habría importado encargarse de ello. Pero ese día no, ese día no pensaba hacerle favores al imbécil de Archer.
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DOLLHOUSE: THE NEXT SUPERSTAR
Teen FictionUna escandalosa (y obscena) historia sobre un grupo de chavales que están a punto de conseguir todo lo que un artista podría desear; fama y fortuna. Al menos uno de ellos, el ganador del programa de talentos musicales más conocido y popularmente acl...