Atención este capítulo tiene contenido 🔞 .
Mis ojos buscaron desesperadamente los de Alejandro.
Los cuales estan rojos por las lágrimas.
—Elías, por favor, no lo hagas—susurro.
Alejandro estaba tratando de acercarce, pero era imposible ya que estaba atado de pies y manos.
—Elías, tomame a mi, pero a ella no por favor, suéltala.
Rebeca también estaba llorando.
—A mi de que me sirves, ya me diste tus servicios y ya no los quiero—le dijo Elías.
Estaba temblando en la cama como una gelatina.
Elías se me vino encima acorralandome con su cuerpo.
—No sabes cuanto me exista que mi hermano nos vea—me susurro al oído.
Elías empezó a romper mi ropa con sus manos ensangrentadas.
Empecé a gritar con todas mis fuerzas.
—SUÉLTAME—grite.
—QUITALE LAS MANOS DE ENCIMA CABRON—grito Alejandro.
El cuerpo de Elías no me dejaba verlo.
Con mis manos traté de apartarlo,pero agarro estás y las puso por encima de mi cabeza.
Me agarro de la mandíbula para besarme.
No le correspondí el beso, lo cual le molesto por que me dio una cachetada.
—NO LA TOQUES MALDITO.
Elías se apartó de mi.
Me puso boca a bajo y me hizo mirar a Alejandro.
—Mira, quiero que mientras te haga mía, veas al amor de tu vida—me dijo.
Alejandro agachó la cabeza, pero al poco tiempo un tipejo se le acerco para agarrarle la cara haciendo que viera a mi direccion.
Sentí como Elías me empezaba a bajar el pantalón, y lo que sentí después me desgarro no solo el cuerpo, si no el alma.
Estoy siendo violada enfrente de la persona a quien amo.
Estoy siendo ultrajada enfrente de la persona que me ayudo cuando más necesite de alguien y que me brindó todo su amor sin recibir nada a cambio.
Sus ojos transmitían ira y odio, pero también una tristeza enorme por no poder hacer nada al respecto.
Elías empezó a gemir como un loco.
—CALLATE MALDITO, CALLATE—le grite.
Pero eso hizo que sus estocadas se hicieran más fuertes y rápidas.
Alejandro y Rebeca estaban destrozados.
—PERDONAME MI AMOR, PERDONAME—dijo Alejandro.
La cabeza ya me dolia, al igual que los ojos.
La cama empezó a rechinar.
Elías termino por sacarme la última prenda de ropa, dejandome desnuda.
—ERES MÍA ELIZA, SOLO MÍA—grito Elías.
—Dilo, miralo y dile a quien le perteneces, HAZLO.
Con el corazón rotó, mire a Alejandro y con un nudo en la garganta le dije.
—Te pertenezco a ti Elías—dije en voz baja.
Unas embestidas más hicieron que se viniera dentro de mi, haciéndome sentír la persona más asquerosa del mundo.
Paso su lengua desde la raya de mis nalgas , hasta mi columna y así hasta llegar a mi nuca.
—Deliciosa—susurro.
Levante mi rostro para ver a Alejandro, solo le pude susurrar un "perdoname".
El solo negó con la cabeza.
Elías se paro de la cama y se coloco solo su pantalón, fue hasta donde estaba Alejandro.
—Ya ves hermanito yo siempre gano—Alejandro lo miro con odio y seguido le dio un cabezazo.
Este hizo que Elías quedara aturdido.
No se como pero Alejandro logro desatarce las manos.
Seguido empezó a golpear a los dos tipos que estaban.
Ya noqueados, empezó a desatar a Rebeca.
Rebeca una vez libre fue hasta donde yo estaba,para después abrazarme.
—Perdoname, perdón—sentía como sus lágrimas caían en mi cabello.
Me aferre a ella con todas mis fuerzas.
Me ayudo a taparme con la sabana.
Alejandro se acerco y no me miraba.
—A...le—logre susurrar.
Seguía sin levantar la mirada.
Se tiro de rodillas y me agarro las manos.
—Perdoname mi amor, perdoname —me beso las manos y junto a sus besos llenos de amor, también caían sus lágrimas llenas de dolor.
Me acurrucó en sus brazos, transmitiendome su calor y su amor.
El momento se vio interrumpido por un grito.
Los dos volteamos y Elías ya tenía a Rebeca apuntandole en la cabeza.
—Elías, sueltala, ella no tiene nada que ver en esto—hablo Alejandro.
—Si quieres que la suelte alejate se ella—lo apunto con el arma.
Alejandro dejo de abrazarme para alejarse como se lo había pedido.
Una vez Elías vio esto, aventó a Rebeca al suelo,junto con la pistola.
—Ahora si hermano, vamos a acabar con esto—dijo Elías.
Yo trate de pararme pero Rebeca me lo impidió, aparte del dolor de mi entrepierna.
Sangre.
Golpes.
Empezaron a pelearse a puño cerrado.
Golpe tras golpe.
—Alejandro no vale la pena por favor ya dejalo—dije con la voz entrecortada.
Alejandro es el que está dando más golpes, pero sin verlo venir Elías lo azota contra el piso provocando que quede aturdido.
Elías aprovecho para recoger la pistola, pero Alejandro lo alcanzo, forcejearon entre los.
—Por que Elías, por que tuviste que acabar peor que nuestro padre—dijo Alejandro.
—Callate—dijo Elías enfurecido.
—Yo te quería Elías, aun recuerdo cuando eramos niños y jugábamos.
—CALLATE JODER—grito.
—Ahora solo eres un hijo de puta.
Los forcegeos siguieron, hasta que se escucharon 2 detonaciones del arma y un cuerpo caer contra él suelo.
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TERRIBLE OBSESION (Pausada)
RandomTerminaste siendo mi maldición y mi Terrible Obsesión