Fate/stay night:Fate Shadow Spear

Capítulo 10 - Cambio importante

Otra noche y casi lo mismo ocurrió para los ciudadanos de Fuyuki cuando las luces arremolinadas y las ruidosas sirenas de las ambulancias y los vehículos de la policía resonaron por todo el claro, manteniendo a la población intranquila.

Estos eventos están sucediendo más veces de las que la gente se sentía cómoda, ya que tanto los profesionales de la salud como los del departamento de bomberos fueron enviados de izquierda a derecha para lidiar con estos extraños sucesos. Fugas de gas en plantas lejanas, personas sufriendo extraños ataques e ingresadas en el hospital. Ninguno de los sucesos parecía estar relacionado con humanos, ya que no se pudieron ver hematomas en las víctimas ni se pudo determinar ningún motivo. Todo lo que pudieron deducir fue que las víctimas simplemente fueron encontradas inconscientes e incluso algunas habían caído en coma.

Un tal Kotomine Kirei hizo una mueca ante los extraños ataques que ocurrían en la ciudad. Oh, sabía perfectamente bien que estos ataques eran un vínculo directo con la guerra que estaba supervisando.

Lo que lo limitaba era el hecho de que si este era el trabajo de un sirviente, entonces el amo debía estar ordenándole que lo hiciera y, si bien eso no iba en contra de las reglas per se, estaba muy mal visto, ya que significaba que tuvo que mover sus hilos y utilizar sus recursos para alertar a las autoridades después. Sin embargo, una parte de él se preguntó… si esto es trabajo de un sirviente, entonces ¿por qué continúan los ataques? Por lo general, un sirviente hace esto cuando un maestro no es capaz de proporcionar suficiente maná, por lo que el sirviente drena maná de los ciudadanos para mantenerse. Sin embargo, al ser el supervisor de esta guerra, Kirei sabía que los sirvientes restantes sólo tenían amos capaces, lo que significaba que no había necesidad de que ninguno de los sirvientes restantes atacara a los ciudadanos, al menos no por esta razón.

Evidentemente, algo olía mal en esta guerra y Kirei tenía una responsabilidad que cumplir. Tendría que enviar a su perro a olfatear.

===Puerto de Fuyuki===

En el puerto de Fuyuki, había una densa niebla que rodeaba las cajas, lo que hacía imposible ver el océano cercano.

Encima de una de las cajas, True Assassin estaba ocupado buscando su próximo objetivo. Sin embargo, un repentino ruido de acero golpeando el concreto alertó al sirviente de la presencia de otra persona. Después de que Lancer golpeara su lanza contra el suelo, la arrastró mientras observaba a su oponente.

"Oye, ¿entonces supongo que ese fue tu trabajo?" Assassin no dijo nada, preocupado de que enfrentarse a Lancer de frente significaría una muerte segura. Lancer, por su parte, simplemente sonrió ante la situación.

"Ciertamente, una alimaña de arena como tú no sería capaz de realizar un truco como ese..." Lancer giró su lanza anticipando la pelea que estaba a punto de tener.

Si bien sabía que Assassin no le proporcionaría mucha emoción, estaba preparado para una búsqueda inútil por la ciudad.

Lancer dio algunos pasos más cerca de Assassin y estaba a punto de atacar cuando Assassin saltó lejos de su posición en el borde de la caja, hacia un terreno más alto. Miró para ver que Lancer aún no se había movido de su posición. Assassin entonces saltó lejos de la caja hacia el suelo del puerto, como el cobarde que era al menos en opinión de Lancer. El perro irlandés frunció el ceño ya que ahora estaba solo encima de la jaula, simplemente observando la dirección en la que se dirigía Assassin.

"¿Quién dijo que te permitirían escapar?"

Assassin estaba ocupado huyendo y llegó a las calles principales de la ciudad.

Frente a él, se vio un camión portacoches de gran lujo cargando hacia él. El sirviente rápidamente saltó encima del camión mientras esperaba para ver si menospreciaba a Lancer. Sin embargo, pudo ver a Lancer corriendo hacia el camión a velocidades extremas. Luego, el camión entró en un viaducto y Lancer lanzó ráfagas de maná, acortando la distancia. Luego, Assassin levantó uno de los autos y lo arrojó con la esperanza de detener a Lancer. Tan pronto como el auto aterrizó en la carretera, Lancer ya acarició el auto con su lanza, haciéndolo explotar en el impacto y cargando una vez más.