______________________________________
Con una mano me deshago del hule mugriento que cubre el auto y con la otra mano manipuló el chorro de agua que cae tumbando la tierra acumulada, y también, limpio el auto por dentro con un trapo húmedo y la aspiradora. Meto la hielera en la cajuela para después acomodarme en el asiento del piloto y encender el auto.
Si no accedía a presentarme como representante, ¿Que podría hacer sino morirme de aburrimiento?
Y ningún lugar me queda lejos si me quedo pensando de más.
Tengo que respirar profundo retirando la llave al llegar al estadio, mientras bajo, veo como están tan concentrados calentando los músculos. Esos son los CHACALES. Los que tienen su propio lugar de descanso y portan camisetas color naranja. Y aquellos que lanzan y atrapan la pelota entre si son las LIEBRES, lejos a la izquierda, ellos también tienen un lugar especial y un uniforme color verde.
Aquí sobran las sonrisas egocéntricas, todos con uniformes impecables, movimientos de conciencia muscular, miradas retadoras.
Tengo tiempo en el que deje de asistir a eventos deportivos por pura amabilidad excesiva y mierdas como esa. El espíritu competitivo está muriendo. Pero bueno, estoy aquí solo por los Chacales esperando un mensaje.
Un hombre alto y moreno se atraviesa en mi campo de visión, el anda acompañado del entrenador de los Chacales.
—¡Rafa! —sonrio llamando su atención.
Cambia de rumbo, viene a hacia mi. Me regala una sonrisa de esas llena de dulzura y calidez.
—¿Cuánto apostó Adalay?
Llega a mí, quitándose los lentes negros.
—Esto te va a tomar por culo.
Me entrega dos papeles al ver mi confusión para irse sin decir nada más. Caminó hasta entrar al área de las gradas para el público, subo encontrándome con una poco maquillada por el polvo y limpio para sentarme, es entonces cuando me atrevo a ver el recibo.
¡¿Qué-mierda?!
Conozco la adicción que generan las apuestas y las consecuencias que atraen, ¡Por eso siempre acordamos una cantidad decente! La sinvergüenza ni siquiera se preocupo por ocultarlo.
Levantó la mirada topandome con unos ojos café, no parpadea, ni sonríe, la pelota en mi dirección me asusta pero la cerca de protección la detiene. Idiota.
Risitas. —Siempre a sido así.
Estiro las piernas volviendo al papel en mi mano. Esto es una burla.
—Anda bien vestida.
—-Su mami si que la sabe vestir.
Mi mami no tiene tiempo para vestirme como a una muñequita, ella está ocupada cerrando un trato con Axel Maslow. Cuanto ignorante existe. El móvil vibra en el bolso de mi short.
ESTÁS LEYENDO
🍑| Lovely Look
Teen Fiction_________________________________________ Comienza una guerra cuando los objetivos de otros se convierten en tus obstáculos. _________________________________________