🍑| Lovely Look

✓CAPÍTULO 14

-¿Que no pueden enviar los videos como personas normales? -Viki hace una mueca con la memoria en las manos.

Pero Nadine es quien se la quita.

-Esta es la única forma que pueden sacarlos.

Da un paso al frente y la luz ilumina mejor esa piel clara, mirada cínica, ojerosa y de labios resecos.

-¡Nadine, esto ya está cansándome!

-Pues tómense una semana para descansar.

Bufo.

-¡¿Planeas que volvamos como si nada?!

-Es la idea, tenemos que seguir.

-¡Cuanto más hacemos esto, más nos exigen!

-Nuestras calificaciones están bajando por ocuparnos del negocio de alguien más. -Hablo en tono tímido.

Una vez más, alisa su cabello. Nadine ya perdió la cabeza, ella estaba sola en esto, por lo que su carga era más grande... pero ahora, parece tener más control de sí misma.

-Necesitamos encontrar suplentes. -Opino.

-No se puede, debemos ser discretas. Y no lo voy a volver a repetir.

-O metemos más gente o te quedas sola. -Me muerdo la lengua.

Planto las manos -lento y apretando los músculos para que no note que estoy temblando. -en la mesa sin cortar el contacto visual; Respira con fuerza y su pecho se agita, y estoy segura desde hace tiempo que hasta su sombra le tiene miedo.

-Lo voy a pensar.

-Si es así, Leila es una buena opción.

Nadine no dice nada. Pensé que por ser familia si quiera se negaría, en cambio, nos da la espalda como cara de estarlo considerándo.

-Piensa en el tiempo que tendremos si alguien más hace el trabajo. -Dice Viki, empujándome para salir.

Huimos de esa loca, saliendo de su casa y subiendo al auto.

Las gotas empañan el vidrio y los parabrisas lo vuelven a limpiar; huele fresco y tierra húmeda; yo me renuevo en el asiento volteando a ver a Viki una que otra vez. Esta tan tranquila. Y es que ella no vio eso, que yo si.

Yo... Abrí el archivo de esa memoria. Ese momento exacto se repite martilleandome, mirarla a los ojos me cuesta, tanto.

Me niego. Me niego a volver a pensarlo. Es... Escalofriante quita sueño.

-Ya está, no volveremos a vender más... Hey, no va a pasar nada a partir de ahora, no llores.

-Tengo miedo y... Nadie más se merece esto.

-Lo se, pero la verdad, ya estamos jodidas y no estamos para pensar en la demás gente, deja que se embarre de mierda si quiere.

-No podemos...

-Si, si podemos.

-Y ya, olvida todo lo que hicimos, al fin y al cabo nosotras ganamos.

-¡Viki, yo vi su cara! ¡Quiere meter en esto a Leila!

-No podemos hacer nada.

-¡Si que podemos!

El auto frena y yo me sostengo del tablero.