Lizeth se mueve desde España hasta las tierras de Uruguay para poder formar parte de las producciones de LSDLN en temas de maquillaje y ropa al ser una famosa estilista por su gran trabajo.
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Montevideo-uruguay.
Una confusión onerosa crece en mí al ver la cara seria y se podría decir enojada de Felipe, en éste momento me cuestione si la impresión que tenía de el fue un total error y que en verdad era bastante serio con todos.
Corregí mi error rápidamente para dar por terminado mi trabajo con él. Pensé que talvez lo había incomodado invadiendo su espacio personal sin su permiso.
Guarde todas las piezas de mi trabajo mientras el se miraba en el espejo, trate de darle todo su espacio y ser paciente a qué el tomara confianza conmigo para entender cómo le gusta trabajar.
Tome aire y le dí la vista a Felipe para hablar directamente con él, pero su forma de mirarme volvió a trabar mi mandíbula al instante.
—¿Está todo bien?— Pregunté firmemente evitando verlo a los ojos.
—Si, todo bien— respondió seriamente.
—Entonces,estas listo— Una leve sonrisa se desprendió en mis labios.
Sus manos se apoyaron en la silla para levantarse de su asiento y así permitirme acomodarlo.
Noté que seguía viéndome a través del espejo mientras yo acomodaba el asiento, me percaté de que las escandalosas voces de Sandra y su modelo salieron por la puerta que al ser cerrada dejaron un silencio abundante e incómodo.
Después de acomodar el asiento inicié limpiando mi lugar para no dejar molestias a las personas que limpian. Trataba de no hacer mucho ruido para no incomodar aún más el ambiente hasta que él rompió el silencio.
—¿Harás algo más hoy?— Pregunto mirándome fijamente.
—Ah, creo que no...— Mi vista fue hacia arriba para mirarlo.
—Lo pregunto porque te estás tardando. Todos nos esperan en el set— Dijo mientras caminaba a la puerta.
—Lo siento, te estaba esperando—Hable mientras lo seguía.
—¿Crees que me tardé?—Un tono ofendido salió con sus palabras.
—No dije eso, solo...—
Mi discurso fue interrumpido al notar que había cerrado la puerta en mi cara solo para no escucharme, quería gritarle todo en su cara de niño rico.
¿Quién se cree esté? puedo ir detrás de el y meterle una parada por el... mejor ya no decirlo antes de que me arrepienta por completo. Lo único que captó en este momento es que la persona con la estoy trabajando no es lo que esperaba y hacer esto será más difícil de lo que creí.
Abrí la puerta con todo el enojo que se tornaba en mí, la cerré de golpe y camine con pasos rápidos para no llegar tarde por culpa de ese tipo.
Entré al lugar del set sintiendo las miradas del director y la instructora que me fulminaban por llegar tarde mi primer día. Agaché la mirada y llegué a mi silla para refugiarme en la paz tratando de no estresarme ni enojarme con nadie.
Definitivamente Felipe no arruinaría mi día ni mucho menos arruinaría todo mi trabajo por ser un hijo de puta. Trataré de tener toda la paciencia con este amargado.
(...)
La primera escena estaba en marcha y hasta ahora ningún error había ocurrido hasta que alguno de todos se equivocó.
Mi tiempo de trabajo comenzó cuando dijeron "corte" debía acercarme a él nuevamente para ayudarlo con su atuendo y retocar su maquillaje.
Me levanté lentamente de mi asiento acercándome entre la gente de la producción para llegar hasta el, y ahí estaba el... buscándome entre todos.
Mis pies quedaron a centímetros de los suyos cuando mi brocha de maquillaje choco contra su piel suave soltando color.
Su cara se movía de un lado a otro impaciente mente haciéndome perder la paciencia, aclaré mi garganta para llamar su atención haciéndole saber que no me dejaba hacer mi trabajo.
—¡La brocha me causa comezón!— Dijo en un tono desesperado.
—No puedo cambiarla— Continúe poniendo el maquillaje.
—Me causa estornudos—
Ignoré completamente su comentario porque estaba retrasando mi tiempo de trabajo, hasta que su mano entrelazó mi muñeca apretándola fuerte para retirar la brocha de su cara.
Llevo mi muñeca hacia arriba para evitar la brocha en su piel, mis ojos lo miraron con enojo al hacerme perder la paciencia, provocando una competencia de miradas para ver quién gritaba primero.
pensé las cosas antes de actuar, sabía que si le gritaba la regañada sería yo así que safé mi muñeca de su mano para poner otra brocha y así evitar alguna pelea.
—Sos re terca— Me regañó nuevamente.
—Esta brocha es muy guay— Dije tratando de ser amable.
—Hacelo con tu mano, las brochas son incómodas—
Puedo jurar que su tono fue completamente coqueto a lo intencional, yo que sé porque de repente es tan maldito.
Si voz coque me hizo sentir demasiado confundida, nunca había conocido a un chico tan difícil de entender en el mundo, los chicos son difíciles a mal pero ¿Esté? es mío veces más difícil carajo.
Evitando más retrasos difumine el maquillaje de sus ojeras con mi mano, haciéndolo delicadamente por más que deseará picarle "accidentalmente" el puto ojo.
El tiempo de estilismo terminó y volví a mi silla para relajarme y soltar todo el estés que esté tío me había causado. Mientras pensaba mi vista lo observaba en escena pensando que sus rasgos eran tan.. fuck demasiado perfectos.
No quería permitirme volver a soltar alguna cosa de él cuando era un idiota conmigo, pero su aspecto es tan atractivo.
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Lo sentí más extenso... talvez porque los abandonó mañana, tengo un buen de tarea.
