Montevideo-uruguay.
7:00pmLa lluvia parecía no cesar en la tarde oscura que se avecinaba, ya que después de terminar el café y conversar sobre el trabajo la hora de irse había llegado al ser bastante tarde para él.
Ambos mirábamos las calles horrorosas de Uruguay por la ventana de mi hogar, él preocupado porque el servicio de taxis se hubiera restringido ante el clima.
Le sugerí que esperará hasta que la lluvia parará un poco para que pudiera pedirse un Uber u otra cosa para que no se fuera en medio de una tormenta.
Le ofrecí asiento en mí sofá mientras le daba la clave del internet para que pudiera comunicarse con algunas personas que tenían planes con él hoy.
—Parece que todo fue cancelado para hoy— Se acercó sentándose en el sofá.
—Vaya clima, arruinó muchas cosas— Dije alejándome de la ventana.
—¿No te molesto? salgo por un taxi no te preocupes—
—No pasa nada Felipe, estás más seguro aquí que saliendo a la calle con tanta lluvia—
—Gracias Liz— Me dedicó una sonrisa.
Me senté junto a él en silencio para esperar que la lluvia tuviera su fin en algún momento para que el pudiera regresar Sanito a su casa.
Ahora me ponía a pensar que no debí invitarlo al ver el clima que se avecinaba, talvez debí decirle que nos viéramos cualquier otro día pero la necesidad de verlo y convivir con él no me podían hacer esperar para tener otra oportunidad de conversar con él.
—¿Entonces venís desde España?—solto de la nada.
—Me asustas, Felipe— Dije jugando.
—¿Por qué?— pregunto preocupado.
—Estoy jugando, pero esque me preguntas cosas de la nada— Respondí con una sonrisa juguetona.
—Perdona, no soy bueno sacando un tema de conversación—
Esa hermosa sonrisa se poso en sus labios una vez más, y eso me ponía mal.
—Me ponés nerviosa, Felipe—
Mis palabras fueron como fuego en mis orejas, sentía como el calor chocaba con mi rostro y era obvio lo roja que estaba.
No podía separar mi vista de la suya al estar sorprendida por soltar esa confesión tan repentina. No entiendo el porque dije eso sin pensarlo.—No tenes porque sentirte así, solo nos estamos conociendo y es normal— Su torso giro hacia mí
Sus ojos planteados en mis labios me hacían saber lo que deseaba, el era tan obvio y tan acelerado a la vez. No sabía que hacer en éste momento de tensión, no era correcto hacer lo que mis impulsos me decían y eso era chocar sus labios con los míos pero no sabía quién era el y si sentía lo mismo.
Igualmente lo invite a mi casa, losé pero fue porque nos estamos conociendo y no voy a ser grosera.
—Lizeth— repitió de nuevo.
—Ah, ¿Qué?— despegue mi vista de su rostro.
—La lluvia paro un poco, debo irme — Se levantó del sofá.
—Claro, te acompaño—
Me levanté y caminé junto a el hacia la puerta entregando su abrigo para que saliera de casa.
Le dedique una sonrisa mientras el se acercaba lentamente, dejando un abrazo corto que se sintió como el choque de nuestras almas en lo más profundo de nuestro ser, mi corazón latía fuertemente al sentir su aroma y calidez envolver mi cuerpo.
Su expresión me dejó sorprendida, pero sin arruinarlo lo abrace rápidamente con delicadeza.
—Un gusto tomar un café con vos— Sus pasos salieron de mi departamento.
—No hay de que, cuando quieras el descafeinado te espera— Me recargue en el barandal de la puerta.
—Dale, solo no critiques mis deliciosos gustos—
—Ve con cuidado, Felipe—
Me dedico una vez más su hermosa sonrisa mientras entraba en el elevador cortando nuestra interacción. Cerré la puerta lentamente recargando mi cuerpo en ella pensando en su delicado abrazo inesperado, no podía evitar sonreír y soltar gritos de felicidad.
Lo que el me hace sentir no lo puedo explicar con palabras, cada que él está cerca mi corazón vuelve a sentirse vivo y feliz después de mucho tiempo.
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Llueve mucho en dónde vivo, así que esa fue la inspiración.votennn (gracias por votar)
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My love ·Felipe otaño·
RomanceLizeth se mueve desde España hasta las tierras de Uruguay para poder formar parte de las producciones de LSDLN en temas de maquillaje y ropa al ser una famosa estilista por su gran trabajo.