Montevideo-uruguay.
9:30amEl día de ayer salí bastante rápido antes de tener que toparme a cualquier persona. Tratando de no pensar en el acontecimiento que había ocurrido tomé un par de pastillas para dormir, provocando un sueño inmenso que me hizo llegar tarde y recibir un gran regaño.
Después de recibir reclamos personalmente de mis jefes quedé arrepentida de haberme descuidado por una persona ajena y así me prometí no volver a tomar pastillas para provocarme el sueño.
Apesar de tener bastantes problemas en la mañana mi decisión desde ayer en la tarde después de una lloradera por el estrés sigue siendo la misma. Regresando al tema opino que mantener distancia con él es lo mejor a arriesgar todo mi esfuerzo.
Estoy reprimiendo mis sentimientos por mi sueño que talvez ni siquiera sea lo que quiero realmente en está vida, sinceramente tomé está carrera para escapar de casa y no tener que estar involucrada en la lujosa vida de empresas.
Cómo lo dijo Felipe, sólo estoy buscando algo que me agrade para quedarme con eso y estar cómoda, pero yo no quiero que el sea solo una aventura. Las relaciones arregladas han estado presentes en toda mi adolescencia y al fin soy adulta como para decidir quién es digno de establecer algo conmigo.
Se muy bien que huyó de mis problemas como una tonta, pero alguna vez todos lo hemos hecho porque estamos aterrados al no poder escapar de la realidad.
Tengo claro lo que siento por él y cuánto deseo mostrárselo, pero ahora estoy confundida con todo y no quiero lastimarlo por no saber lo que quiero.
Regresando a mi realidad, las grabaciones se atrasaron unos momentos dejando tiempo libre para todo el equipo.
Forcé una sonrisa para todas las personas del corredor mientras movía mis piernas sin ningún lugar de destino hasta que un mensaje alteró nuevamente mis nervios.
Era Sandra quién me avisaba con felicidad absurda que Felipe me buscaba por todas partes. Al leer eso mi acción fue esconderme en una oficina vacía y agacharme detrás del escritorio con mi computadora y teléfono.
Oí su voz al poco tiempo preguntando por mí con todas las personas posibles, hasta que la puerta se abrió solo podía esperar que no me encontrará.
Al escuchar la puerta cerrarse de nuevo solté un suspiro aliviado, abriendo mi computadora pensando en pasar el tiempo restante ahí. Cuando abrí la pantalla ese fondo con gatitos y sonido saltó en el ambiente resonando en toda la habitación.
—¿Lizeth?—
Cerré mis ojos regañandome a mí misma por ser tan ingenua, había fingido irse de ahí. Se acercó al escritorio viéndome en el suelo acompañando mi soledad para sentarse junto a mí.
—¿Huyes de mí?—
—No estoy lista para lo que quieres—
—No te voy a obligar a nada Liz, solo me intrigaba porque no querías decírmelo—
—No lo sé, quiero algo contigo y a la vez no—
—¿Necesitas tiempo?—
—me alejó si lo necesitas—antes de que pudiera levantarse tomé su mano acercándolo de nuevo a mí.
—Eso no es lo que quiero—
Sostení su brazo aferrada evitando que se fuera del lugar. El acarició mi cabello para dejarme claro que no se iría.
Nuestra escena dio una vuelta cuando me despegue de su brazo y me percaté que su mano se enredo en mi cabello provocando que cayera sobre mí. Alguien había aclarado su garganta detrás de nosotros.
—¿Interrumpo algo?— Habló Enzo con una sonrisa burlona.
—¡Esto no es lo que parece!—Felipe jaló mi cabello provocando mis gritos de dolor.
—A mi me parece que sí—soltó una risita.
—Puedes dejar de reírte y ayudarnos— Le reclamé.
Enzo se acercó tratando de quitar la mano de Felipe enredada en mi cabello.
—¿Qué hacian? deberías peinar tus cabello Lizeth— Dijo Enzo entre risas.
Finalmente su mano quedó fuera de mi cabello dejándolo lleno de nudos y despeinado.
—Que travieso sos Felipe—
—¿Eh? solo fue una confusión—
Mientras Felipe le aclaraba todo a Enzo yo tocaba mi cabello con angustia al sentir lo despeinado que estaba.
El se acercó lentamente a mí pidiendo disculpas por lo que sucedió, pero en un momento de molestía salí del lugar empujando su hombro dejando atrás todo el alboroto.
Rápidamente corrí hasta la habitación de estilismo para refugiarme con Sandra como una niña con su madre, ella era mi único soporte.
Entre en la habitación cerrando rápidamente la puerta detrás de mí llamando la atención de Sandra.
—¡¿Qué te paso?!— Se levantó rápidamente de su silla.
Interrumpí sus palabras cuando la abracé rápidamente con angustia e irritación.
—Ayudame—
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votennnen un rato subo otro capp
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My love ·Felipe otaño·
RomanceLizeth se mueve desde España hasta las tierras de Uruguay para poder formar parte de las producciones de LSDLN en temas de maquillaje y ropa al ser una famosa estilista por su gran trabajo.