Capítulo 4

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De regreso a casa

Había amanecido ya varias horas atrás y Jimin aún no salía de la cama, los días pasaban lentos en el castillo, sin señal para comunicarse con el exterior, sin celular, ipad o cualquier medio electrónico, Jimin se aburría en su cuarto, aún no salía de la cama, estaba viendo el techo y pensando en lo que sería ver a su familia de nuevo, le daba vergüenza enfrentarse a su padre y a sus hermanos mayores, estaba casado, con un hombre, no era que su padre fuera un homofóbico, desde siempre Jimin tuvo la apertura con su padre y familia en cuanto a gustos y preferencias, pero nunca imagino que terminaría casado con el hijo de una familia de mafiosos con rumores de crueldad y ser unos despiadados.

Después del matrimonio se esperaba llegara el Jefe de la familia Park para aclarar todo lo que habían causado sus hijos menores, concretaría una reunión y ambas familias charlarian los términos de la nueva sociedad conyugal, en teoría, eso sería lo ideal, pero luego de enterarse de la desaparición de sus hijos el señor Park dejo las formalidades aun lado y trato de contactar al señor Jeon y exigirle le devolviera a su hijo menor.

Tal como lo imagino Jungkook la familia Park estaba alborotada, el día posterior a la boda, en lugar de llegar el señor Park, Tae el hijo más irracional, intento llegar a la casa y colarse para rescatar a Jimin, pero fue detenido por el primo de Jungkook, el hábil mano derecha de la familia, experto en armas y combate cuerpo a cuerpo, Hoseok. El cual termino amordazando a Tae y llevándolo a las celdas de la mansión.

Por obvias razones se tomó como una amenaza y se prohibió la entrada de cualquier Park hasta que las aguas se calmaran. Pero una semana después el menos imaginado intento ingresar al castillo negro con arma en mano, Yoongi, pidió hablar con el señor Jeon, pero de la misma manera que Tae, fue sometido y llevado a las celdas.

El señor Park tenía 3 de sus hijos en las garras de los Jeon. Así que espero los días que se estipulan de castigo por la irrupción en su hogar y organizo una reunión con ambas familias.

Jimin estaba perdido en sus pensamientos cuando sintió la mirada de alguien, de nuevo recostado en la pared cercana estaba Jungkook, vestido de manera elegante como todos los días en qué entraba y le hacía la vida imposible. Era su pasatiempo favorito, Jungkook iba a trabajar y al volver en la noche pasaba a ver a Jimin. No sabía el por qué, pero agradecía el verlo entrar. Desde el día 1 sentía que pese a la situación tan trágica de su nueva vida. Se sentía vinculando a su esposo de manera involuntaria, quería verlo y a veces escuchar su voz. ¿Esto era el síndrome de Estocolmo?

Llevaba casi un mes con la misma rutina, esperando pacientemente a su esposo llegar. Caminar hasta el y empezar a pelear. Ya los pleitos ni eran con sentido alguno simplemente era decirse cosas.
Y es que Jungkook también tenía la necesidad de ver su cara, pero a diferencia de Jimin sabía el porque. Y como no podía ir contra la naturaleza de estar cerca de su enlace.

Hablo con el anciano al día siguiente de despertar con Jimin, él no entendía porque al llegar a la mansión sus sentidos se nublaron, sentía unas inmensas ganas de probar lo que sea que estuviera oliendo tan bien, su boca salivaba como un animal con hambre, sediento de sangre. Se escabullo a la habitación y tomo todo lo que le ofrecieron, inevitablemente mordió el cuello de su pareja en el acto, muchas veces y la sangre de su víctima era tan suya, tan perfecta que no pudo no sellar un lazo con quién sentía le pertenecía, no era él, el que actuó, el quería a una chica, como podría estar tan fuera de si, para no darse cuenta de a quien marco era un hombre. Y aún así dejo su nudo y su esencia en él con la finalidad de tener hijos. Su lado salvaje estaba completamente loco, eligió a un hombre como compañero.

¡Esta no es mi novia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora