Capítulo 11

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Ander

Entrando a la mansión una señora de casi sesenta años me dirigió hasta una lujosa y espaciosa habitación , me dijo que me bañara , dejó una muda de ropa lavada sobre una silla y me dijo que en algunos minutos me traería la cena.

Su amabilidad fue muy importante para mí , estoy destrozado , cansado , con dolores en mi espalda por traer al estúpido ese y un deseo de comer que me hacía ver las cosas duplicadas.

El agua de la ducha era regulada y comenzó a salir caliente y eso hizo tensar mis músculos , pero a través de la llave logré que se enfriara. Cuando esa agua fría cayó sobre mi cabello y mis cuerpo desnudo emplazaron a salir los dolores , los traumas que he creado y las tensiones que acumulé durante el día. Apoyé una de mis manos en los azulejos y suspiré pesadamente liberando tensiones.

Después de casi media hora salí del cuarto de baño con una toalla envuelta en mi cintura y otra con la que me estaba secando el rostro.

Al acabar de secar mi rostro ví a la misma señora con una charola cargada de alimentos.

—Te traje la cena hijo— dijo amable mientras mostraba una delicada sonrisa antigua.

Me sonrojé un poco por mi estado pero al ver la sinceridad y la tranquilidad de la señora me relajé y fuí a ayudarla.

—Muchas gracias señora— contesté amablemientras cogía la charola para ayudarla.

—Es necesario alimentarse bien para conservar ese cuerpo muchacho— dijo logrando que me volviera a sonrojar —Y más para aguantar las demandas de la niña Nicole.

—Gracias señora— contesté y una duda surgió de repente —Señora ¿por qué todos aquí llaman a la señorita Astryd por su segundo nombre?— indagué mientras me sentaba a devorar la cena aún en ese estado tan deplorable.

—Aquí se le llama así porque siempre tenemos muy presente a su madre , la señora Nicole— dijo en un tono que resulta hasta de suspiro —La madre de la joven era la dueña de la hacienda , era un ángel para todos aquí , pero cometió el error de casarse con el maldito de Jonathan y hace ya muchos años la asesinaron.

—Siento mi indiscreción— me disculpé después de tomar un trago largo de jugo.

—No pasa nada hijo , pero no toques el tema con la señorita Nicole— aconsejó —A la niña no le agrada hablar sobre ese tema.

—De acuerdo— para cuando dije eso ya había comido todo.

—Muy bien echo hijo— me felicitó por comer todo , como un niño chiquito.

—Gracias por todo— volví a agradecer.

—Descansa que tienes que despertar temprano— se despidió llegando a la puerta —Buenas noches.

Ella se fué cerrando la puerta de la habitación y yo tomé unos calzones para ponérmelos y acostarme a descansar como me sugirió.

~A la mañana siguiente~

Mis ojos están cerrados con fuerza para evitar que la luz que entra por las ventanas de cristal me lastimen los ojos. ¿Cómo se abrieron si la noche anterior estaban cerradas?

—Hasta que despierta el bello durmiente— escuché su melodiosa voz inundar el sitio y abrí los ojos con dificultad.

Ella está sentada en un sillón con sus piernas cruzadas. Hoy lleva puesta una elegante falda ajustada perfecta a sus curvas divinas y una camisa manga larga blanca con un laso negro en combinación con la falda. Su precioso cabello brilla con la luz del sol y cae en forma de casadas por detrás de sus hombros. Todo en ella parece tan irreal que te logra dejar estupefacto.

La Emperatriz : Belleza Poder Y MaldadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora