Capítulo 12

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Ander

Las primeras horas de la mañana tienen unas temperaturas muy bajas , el frío es abrumador y excitante para mí. Con mucho recelo y cautela miro el reflejo del tentador demonio que va en el asiento trasero del auto.

Su frígida mirada va perdida en el cristal polarizado como si se encontrara viajando al pasado y su mente estuviera disuelta en sus pensamientos.

La carretera parece interminable , el silencio parece agotador y mi mente se asemeja a la profundidad de los océanos , tan inverosímil y tentadora. Yo sabía que mi misión sería difícil pero jamás imaginé tener que lidiar con una Emperatriz.

—Irás directo a Skyline— dijo bajo y rasposo mientras su mirada seguía perdida —La ubicación está en el GPS.

—Si señorita Astryd— afirmé —Disculpe señorita...

—¿Cuál es tú pregunta?— preguntó desviando sus ojos unos segundos para mirar por el retrovisor mi rostro.

—¿Qué sucederá con el hombre que capturamos en el bosque?— mi intriga surgió al subir al auto.

—El capataz se hará cargo— dijo sin más —Todo quedará resuelto.

—Entendido señorita— decidí volver a caer en el inmundo silencio antes de que todo se volviera más tenso de lo que ya está.

La ciudad está abarrotada de personas , todos disfrutando del clima junto a sus parejas , las cafeterías abiertas y llenas , los puestos de comida rápida colapsados. Todo es hermoso y me hace extrañar a mí país.

—Hemos llegado a la empresa señorita— dije antes de salir y ayudarla a bajar.

—Tu atuendo no concuerda con las reglas de Skyline— dijo al bajar y colocar su gafas negras para evitar daños en sus ojos grises —Al parecer te gusta ser la nota discordante.

—Lamento mis constantes desavenencias señorita Astryd— dije obstinado de siempre estar mal , todo para ella esta mal —Espero poder solucionar la situación.

—Entrarás así tal cual , yo soy la jefa recuerdas — expuso con superioridad —Mi empresa y mis normas , yo te permitiré entrar.

—Le agradezco— me incliné.

Ella camina reafirmando la firmeza de su tacones en aquel imponente edificio. Al parecer es habitual que todos tiemblen ante su presencia , los hombres se inclinan , muchos dejan su mirada fija en su cuerpo mientras se desplaza de forma casi sobrenatural por esa edificación.

Muchas mujeres la miran con admiración , otras quizás con envidia pero al parecer todo se centra en su única presencia. Muchos hombres con sus trajes de seda , esos que aparentan ser grandes magnates también se inclinan...

«Por Dios del cielo , hace miles de años los hombres cazabamos Mamuts de casi seis metros y hoy le tememos a una mujer de un metro sesenta»

—Hayla... él es mi guardaespaldas— se paró frente a recepción —Su nombre es Zayn , manda a fabricar un gafete de inmediato.

Se volteo para mirarme detrás de esas gafas negras que ocultan uno de los rasgos más fascinantes e únicos de su singular cuerpo. Esos ojos de galaxias en coaliciones.

—Cuando te entreguen tu gafete irás al piso vigésimo sexto donde reside mi oficina— movió sus labios carnosos  y eso me hizo dejar de pisar el suelo por unos segundos «Quiero probarlos , tengo mucha sed» —Deberías ser menos obvio Zayn.

Ella sonrió un poco lo que me hizo sonreír solo por inercia , estoy haciendo el idiota y de gratis.

—¿Perdone...?

La Emperatriz : Belleza Poder Y MaldadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora