NOIR

VII

—¿Donde está el salón de Transformaciones Maximus?— La voz de Ron resonó aún dentro de los mares de murmuros de los demás estudiantes que pasaban. Realmente se estaba replanteando el hecho de que Maximus no era quizás la mejor de las compañías.

—Torre este Weasley— Granger paso con los libros de la siguiente clase en mano. Y ambos niños como no tenían idea de dónde se encontraba dicha torre solo la siguieron. Hermione estaba sumamente molesta con sus compañeros de casa. Habían hecho perder veinte puntos como si fuese agua. Mismos puntos que otros se tendrían que ganar con esfuerzo y más en la clase próxima a Transformaciones. Todos sabían que Severus Snape odiaba con toda su oscura alma a los leones. Nadie sabía de donde venía aquel resentimiento pero, mientras más puntos quitará a los Grififndor más feliz y contento estaría. Solo rezaba a Merlin porque sus compañeros no cometieran ninguna otra burrada.

Llegando al salón todos los Slytherin's ya estaban ahí. Siendo Malfoy y el menor de los Potter los que encabezaban la primera mesa de la izquierda. Seguidos de ellos Zabini y Nott que parecían sus perros guardianes y por último detrás de ellos se encontraba Parkison y junto a ella un asiento vacío pues las demás serpientes se habían sentado detrás de ella dejando aquel asiento libre como si no existiera.

Granger se planteó seriamente sentarse ahí aunque claramente no sería buen visto por los de su casa, pero aún así debía intentar recuperar algunos puntos por lo tanto tomó la decisión de sentarse junto a la niña  Parkinson.

—Hola Granger ¿no vas a saludar?—Murmuro Pansy divertida mientras levantaba una de sus finas cejas. Hermione solo se tensó pues ahora era muy tarde para cambiar de lugar. Minerva entró al salón escaneando a todos los alumnos.

—Buenos días alumnos, como ya sabrán sere su profesora de transformaciones espero y todos se comporten adecuadamente— Dirigió su verde mirada hacia los alumnos de su casa. Frunciendo el seño al llegar a Maximus y Ron. Al parecer ya había sido informada de la situación.— Su compañero Longbottom se reincorporará en la próxima clase para posiones, chicos de Slytherin lo dejo a su cuidado— Aquello definitivamente era una señal de que Minerva estaba enterada de toda la situación en el patio.

—Puede contar con eso profesora McGonagall— Harry sonrio mientras le contestaba a McGonagall para así dar inicio a la clase.

—Antes de comenzar debo deciros algo, transformaciones es una de las magias más peligrosas y complejas que estudiaran en Hogwarts y cualquiera que pierda el tiempo en mi clase tendrá que irse y no podrá volver, están advertidos— Mencionó la profesora mientras recibía completa atención de parte de sus alumnos.— Si dejamos eso en claro es hora de iniciar¿Alguien puede decirme las propiedades de la transformación?—

Hermione levantó su mano y Minerva le concedió la palabra.

—Se refiere a cualquier tipo de transformación que deforma o altera un objeto de alguna manera, la transformación también se divide en tres sub-tipos, profesora, cada uno posee sus propias divisiones y todos se superponen entre si en algún grado, estas son Permutacion, Trasmutacion entre especies y Transformacion humana— Granger relató perfectamente dicha propiedad llevándose un buen reconocimiento por parte de la profesora y tres puntos para Griffindor.

La clase transcurrió de forma normal hasta que la hora donde muchos rogarian por su alma llego.

—Que Merlin nos de fuerzas para salir con vida de ahí— Harry sonrio al escuchar a algunos Griffindor's decir palabras como aquellas. Sin lugar a dudas su líder de casa era temido por la gran mayoría del alumnado.

—¿Crees que las clases de Snape sean tan estrictas como los demás dicen?—Murmuro Zabini a su lado algo nervioso por la próxima clase.

—Dudo mucho que por el carácter del profesor Snape su clase sea un pan de dios pero según lo que e leído sobre el es alguien que sabe apreciar el trabajo bien hecho.—Comento mientras bajaban las escaleras de las mazmorras donde se encontraba el salón de posiones algo muy típico de Snape si le preguntaban. Ellos lideraban a todos los alumnos de primer año que tomarían posiones, pues de manera obvia sabían el camino mejor que nadie.