XI

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—Parkinson ya puedes soltarme—Se quejo Granger mientras intentaba soltarse del sólido agarre de la niña peli negra.

—Eres estresante Granger—Se mofo la alfa mientras soltaba a la chica castaña.

—Mira quien lo dice— Hermione rodo sus ojos y miro fijamente a la contraria.— ¿Porque me ayudaste Parkinson? Según tengo entendido los Slytherin nunca se mueven a favor de otros que no pertenezcan a su casa— La castaña indagó, no creía que aquella alfa pelinegra la hubiese ayudado solo porque si, tenía que haber algo más.

— Consideralo un favor que no debes pagar, Maximus da demaciado asco y hasta a mi me incomoda como trata a los demás, si no fuese por las reglas de la la escuela hace mucho tiempo le hubiese proporcionado unos buenos Crucios y algunos golpes al estilo Muggle esa bola de grada asquerosa se merece lo peor. Relamente no se que le ven todos para alabarlo como el niño que vivió—Bufo mientras se cruzaba de brazos.— Harry es mejor que el en todos los sentidos—Mencionó y Granger levanto una de sus cejas.

—¿El hermano menor de Maximus?— La omega tenía curiosidad. Había escuchado hablar del menor de los Potter en casi todos lados, ni hablar de las clases que compartían Griffindor y Slytherin aquel niño parecía ser el favorito de todos incluyendo a Snape que solo parecia tener un apego especial por el y el hurón rubio.

—Si Harry no tiene nada que ver con esa bola regordeta, es un chico increíble, refinado y cuida mucho de nosotros, dice que somos su manada— Conto Pansy alegre pues cuando todos fueron a ver a la medimaga en busca de explicaciones del porque Harry estaba tan territorial con ellos la explicación de Pomfrey fue sencilla.

—El joven Potter los ve como su manada, algo que debe cuidar y proteger—

Habían sido las palabras de la medimaga y con aquello todos los integrantes de aquella pequeña manada tuvieron algo en claro Harry siempre estaría para ellos. Ella en lo personal no tenía problemas por oler a otra persona y mucho menos pertenecer a una manada ¿Que si era una alfa dominante como Harry? Ella se sentía bien entre sus amigos y era todo lo que debía importarle. Por la misma medimaga supieron que el aroma aún no distinguible de Harry los rodeaba de manera fuerte y protectora. Ya se imaginaba la situación cuando todos comenzaran a captar verdaderamente las feromonas. Solo esperaba que Harry no oliese feo.

—Entiendo, ustedes serian la primera manada de los de primero—Concreto Granger y Pansy asintió feliz. — Se oye como una buena persona a pesar de que sea un Slytherin—

—El rey de Slytherin— Corrigió la alfa y Granger nuevamente rodeó los ojos.

Unas horas más tarde en clase de Encantamientos.

—Hoy aprenderemos el encantamiento Accio estén atentos a las notas— Flitwick estaba que radiaba como en cada clase. Ese hombrecillo diminuto siempre lee regalaba a sus alumnos su buena personalidad y entusiasmo. —¿Quien puede decirme para que se utiliza este encantamiento?— Miro a los múltiples alumnos en el salón. Granger, Malfoy, el menor de los Potter, Parkinson, Nott, Longbottom, Zabini y otros más tenían sus manos alzadas. Fue una enorme decepción no ver a muchos de Griffindor con esas manos arriba. —Joven Longbottom ¿podría decirme?— Longbottom era un buen alumno pero por desgracia era sumamente torpe con el movimiento de su varita pues los nervios le atacaban con frecuencia, aunque después de que el niño comenzara andar con la manada de Slytherin parecía que su carácter iba cambiando poco a poco con el paso de los días. Movia con más seguridad la varita, ya no tartamudeaba o se ponía nervioso cuando alguien le dirigía la palabra y sobre todo, el cambio más beneficioso eran sus notas. Al principio estaban casi rayando las líneas rojas de cada clase expeto herbologia. Ahora todas esas notas bajas eran cosa del pasado. No sabia que habían hecho los chicos de Slytherin pero les agradecía.

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