XIII

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—¡¿Que hizo que?!— El grito de Blaise posiblemente se habría escuchado en toda la mazmorra si Harry de forma inteligente no hubiese lanzado un hechizo silenciador para que su privada conversación se mantuviese así, privada.— ¿En qué demonios está pensando nuestro jefe de casa? Esto es un asunto serio— Las perfectas uñas de Zabini ahora estaban destrozadas por la anciedad del moreno. Era inaudito aquello que sus amigos le contaban.

—Espera, Snape ¿ese mismo Snape es un híbrido?— Pansy estaba procesando aun la información. ¡Jamás en su vida esperó recibir una revelación asi! Pero lo que realmente le preocupaba aún en su estado era la salud de aquel terco profesor que todos los Slytherin habían aprendido a valorar y apreciar.

—Yo tampoco lo creo— Un tímido Neville también opino. Estaba sentado en uno de los cómodos sofás estilo victoriano de la sala común de las serpientes cuando el rubio había llegado y soltado semejante bomba. Sentia que no era algo que no debía haber escuchado pues, se trataba de algo personal de alguien más. Theo coloco su esponjosa cola sobre el regazo de Neville dándole un apoyo silencioso pues el joven Nott tenía un don para adivinar lo que los demás estaban pensando o al menos eso pensaba el.

—Yo estuve en una situación parecida cuando lo descubrí pero el punto de esta pequeña reunión es encontrar una forma para que nuestro jefe de casa deje de ingerir esas pociones— Harry añadió con un tono bajo. Aquel hombre de cabello grasiento le había caído bien desde el primer día, tenian pensamientos similares, ambos eran sumamente inteligentes y por supuesto tenían un retorcido pasatiempo que consistía en ridiculizar a su hermano cada vez que cualquiera de los dos le encontraba. Además que aquel omega era el padrino de Draco, no podían dejarlo morir así como asi.— Debemos pensar en algo para que nos escuche—

—¿Pensar que? Harrison— La baja y tenebrosa voz de Severus se hizo presente en la sala y Harry se tensó. ¿Que no debería uno de sus profesores favoritos estar en la enfermería ahora?—¿Que están tramando niños?— Todos los Slytherin voltearon hacia su jefe de casa y Pansy casi se atraganta con saliva al ver la negra cola y las esponjosas orejas que resaltaban en el  cuerpo ajeno. Era hermoso o al menos así lo veían los niños.

—Padrino debemos hablar seriamente contigo pero antes, siéntate — Draco frunció su pequeño y rubio seño y al contrario de intimidar solo era un gesto que daba ternura. El hurón en cambio estaba sumamente preocupado por la salud de su padrino. Su piel estaba más pálida que de costumbre, unos feos círculos se habían instalado bajo aquellos iris obsidiana mientras que un semblante enfermizo se esparcía por todos lados de su cuerpo.

—No hay nada que hablar Draco, lo que vieron hoy no es algo de lo que deban preocuparse— Inicio Snape pero fue detenido abruptamente por la cara enrojecida de su ahijado.

—¿Que no nos preocupemos dices? ¡¿Como demonios haremos eso?! Estas muriendo y pareciera como si no te importase— Los iris tormenta del vástago Malfoy se enrojecieron y tanto Harry como Severus sufrieron una fea sensación en el pecho al ver como las salinas y traslúcidas lagrimas comenzaban a salir. — No quiero perder a alguien importante, no se quien es mi padre— Nuevamente otra punzada al pecho de Severus. Por supuesto que el conocía perfectamente quien era el padre de su adorado ahijado, más de lo que le gustaría de hecho, pero no era algo que el podia decirle.— Mi madre esta sufriendo en silencio por su separación con su destinado y no se cuanto tiempo más logre soportarlo— Un pequeño quiebre en su voz tenso a todos los presentes jamás habían visto al pequeño rubio así pero nadie mencionó nada, entendían que el omega huron debía desahogarse o acabaría explotando. Severus en cambio no sabia que la situación con Lucius estaba tan mal. Puede que no se hubiesen visto en años o sabido nada del otro, pero, aquel híbrido de huron de melena larga seguía siendo uno de sus mejores amigos.— Por favor padrino, deja esas pociones, si no lo haces por nosotros al menos piensa en mi madre o las personas que te aprecian, no quiero perder a alguien tan importante para mi— Harry ya no aguanto más. Sentia la necesidad de abrazar aquel cuerpo pequeño y cálido y eso hizo. Cos sus brazos rodeó el cuello del rubio y de un suave movimiento llevo aquel rostro lloroso a su pecho. Dándole dulces caricias en sus pálidos hilos de oro.

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