(__) había estado ocultando su verdadera casta a los demás. Como Zeta, una casta que se creía extinta en la sociedad de los cambiaformas, no era una tarea fácil. Sin embargo, lograba disimularlo gracias a la habilidad de su casta para cambiar su jerarquía a voluntad. Después de todo, tanto la jerarquía Zeta como la de Omegas y Gammas estaban conformadas exclusivamente por mujeres.
Ese día se sentía especialmente inquieta al haber alcanzado la edad para asistir a la preparatoria Jujutsu. A diferencia de su hermana gemela, quien había optado por no asistir a pesar de poseer una técnica maldita, ella ansiaba una vida normal, libre de ataduras. El mundo de la hechicería era conocido por su crueldad.
Al adentrarse en el territorio de la preparatoria, se sintió abrumada por el cambio de ambiente.
—Al parecer, alguien nos ha adelantado con su visita —mencionó una voz burlona, lo que hizo que (__) se sintiera cohibida.
La impotencia del Enigma era palpable. Siendo la cúspide de la pirámide de las jerarquías en los cambiaformas, ver a un Enigma en esos días era extremadamente raro, casi como presenciar una especie en peligro de extinción.
El Enigma tenía el poder de cambiar la jerarquía de sus oponentes con su voz de mando. Sin embargo, las mujeres Zeta eran inmunes a este poder, lo que había contribuido a su casi completa extinción. Después de todo, podían camuflarse como cualquier otra jerarquía con la misma facilidad que cambiarse de ropa.
(__) había decidido hacerse pasar por una beta para evitar problemas con las otras castas, con un aroma sutil y un celo tranquilo de tres días.
—Buenos días, profesor Gojo —saludó formalmente mientras sentía cómo el hombre le arrebataba la mochila de las manos.
—Es mejor que yo cargue esto, es demasiado pesado para ti, pequeña (__). ¿Cuál es la marca de tus supresores? —le preguntó el mayor, haciendo que (__) se ruborizará de vergüenza. Pero entendía la precaución. Después de todo, estaba conviviendo con diversas castas. Aunque el olor de los betas en celo era débil, podían ser atacados si descuidaban su protección.
—Son de la marca 18c Medicam, versión nueve —respondió en voz baja mientras Satoru asentía complacido.
—Eres la única beta entre tus compañeros. Tal vez sean un poco bruscos contigo al no medir su fuerza, pero si se pasan, puedes venir conmigo y los pondré en su lugar —añadió de forma juguetona.
—¿Cuál es la casta predominante entre ellos? —preguntó (__).
—Okkotsu es un Sigma, los hermanos Itadori son Alfas Puros...
—¿Alfas Puros? —interrumpió al mayor. No era común ver a dos Alfas Puros juntos.
Dos Alfas Puros podían representar un gran peligro para la sociedad, ya que a menudo luchaban por controlar sus instintos. Podían volverse locos en cualquier momento, e incluso sucumbir a su poder maldito.
—No te preocupes, no representan peligro para nadie —trató de tranquilizarla—. Fushiguro también es un Alfa, Kugisaki es un Gamma, al igual que Zenin, e Inumaki es un Delta. Sus aromas pueden resaltarte un poco molestos cuando no usan sus supresores, pero son soportables.
—Entonces predominan los Alfas y las Gammas. Gracias por informarme —agradeció (__). Tendría que acostumbrar su nariz al aroma agrio del Deltas y al aroma empalagoso que desprendían las Gammas.
—Eres la única de primer año, así que tendrás que acostumbrarte a estar sola la mayor parte del tiempo, ¿estás consciente de eso? —cuestionó el profesor, haciendo que la menor asintiera. Poco a poco se acercaban a los dormitorios, y una vez que el albino abrió la puerta, (__), fue recibida con una lluvia de confeti y serpentinas.
—Bienvenida, Amai —escuchó cómo varios de sus compañeros le daban la bienvenida.
—Gracias por la bienvenida —agradeció la menor mientras se quitaba algunas serpentinas del cabello con cuidado.
—¡Al fin, una chica nueva! Me encanta tu ropa, ¿dónde la compraste? —se acercó amistosamente una castaña a (__).
—Mi madre es la diseñadora Cheli Kobayashi. Podría decirle que estás interesada en sus diseños —respondió con amabilidad mientras veía cómo Maki y ella abrían los ojos con sorpresa.
—¿En serio es tu madre? —preguntó Maki, tomando del hombro a (__).
(__) asintió, algo cohibida. Después de todo, comprendía la reacción de las mayores. Su madre era una figura de alto prestigio en el mundo de la moda japonesa femenina. La familia Kobayashi era conocida desde hace décadas por sus impresionantes vestimentas de alta costura, especializándose principalmente en vestidos de novia.
—Eso es maravilloso. Por fin alguien que entenderá mi buen gusto por la moda. ¿Podrías decirle a tu madre que me tome como su modelo? No es por presumir, pero soy muy buena posando —se jactó la castaña.
—Basta, no abrumen a la chica. Es solo de primer año, va a salir corriendo si se comportan así —les reprendió Satoru.
—¡Qué aguafiestas! —se quejó Nobara.
—Hay que seguir celebrando que se integra una nueva alumna. Mi hermano pronto llegará con el pastel —anunció animado el chico pelirrojo.
Le ofrecieron a (__) un vaso de soda, el cual aceptó con una sonrisa. Varios de sus compañeros se fueron presentando mientras veía cómo el menor de los Itadori se quejaba por la demora de su hermano mayor.
Pasaron los minutos y, finalmente, su hermano apareció junto con el profesor Nanami. El azabache llevaba el pastel, mientras que el mayor cargaba varias bolsas.
—Al parecer, ya llegó la nueva estudiante —mencionó Nanami mientras analizaba a (__).—Me presento, seré tu profesor en tu primer año. Soy Nanami Kento.
—Un gusto. Por favor, cuide de mí. Soy Amai (__). —se presentó con una reverencia sutil.
Cuando (__) levantó la mirada, pudo observar a la otra persona detenidamente, haciendo que todo lo que sucedía a su alrededor pareciera detenerse. Su respiración se volvió profunda y sus pupilas se dilataron.
Satoru, al notar esto, se colocó rápidamente frente a la menor. Los adolescentes miraron confundidos la acción de su profesor.
—Pequeño Alfa puro, podrás ser su destinado, pero no te permitiré siquiera insinuarte sin su consentimiento. ¿Quedó claro? Nanami, aparta a Choso de (__). —dijo autoritariamente, sorprendiendo a sus alumnos. Choso ya había comenzado a gruñir y había dado un paso adelante, dispuesto a lanzarse contra el Enigma, sin importarle que en sus manos estuviera el pastel.
Nobara, al escuchar estas palabras, tomó rápidamente del brazo a (__).
—Es momento de que nos vayamos —dijo la mayor, viendo cómo (__) comenzaba a sudar y a ponerse roja. Maki también adoptó la misma postura que Nobara y arrastraron a (__) hacía lo que sería su habitación los próximos tres años. Dejaron el resto a los demás. Sabía que podrían controlarlo bien.
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Mordidas [ Choso x Lectora]
FanfictionNunca en sus sueños más atrevidos, (__) imaginó que la diosa luna la uniría con un Alfa puro. Mantener en secreto su linaje se volvió cada vez más desafiante en esta época de apareamiento, donde las pasiones se encienden y los secretos amenazan con...