(__) observó a Choso dormir plácidamente. Lamentaba no poder verlo al despertar, pero había tomado una decisión y debía afrontar sus consecuencias.
Sabía que él no era culpable, pero necesitaba tiempo para reflexionar y reunir el valor necesario para confesarle a Choso que había mentido respecto a su jerarquía.
¿Podrían realmente iniciar una relación saludable habiendo ocultado algo tan crucial? Quizás no fuera posible. Al menos así lo creía.
Tomó una de las libretas de Choso y comenzó a escribir. No deseaba partir sin dejar al menos una explicación, no después de lo ocurrido entre ellos.
Choso, a pesar de todo, seguía demostrando sus sentimientos hacia ella. Redactar aquella nota resultó sumamente difícil. Sus emociones estaban en conflicto y sentía que las palabras escaseaban para describir su estado anímico. Una vez finalizada, abandonó la habitación para prepararse. Era imperativo eliminar las feromonas que se habían generado entre ellos.
Se sentía profundamente avergonzada por ello. Después de todo, no era común percibir el aroma de las feromonas de apareamiento en alguien, a menos que se tratara de una persona dedicada a la vida galante.
Al terminar de alistarse, verificó que todo en su maleta estuviera en orden y revisó tener todos sus documentos a mano. Concluida la revisión, salió con su equipaje para encontrarse con su profesor.
Abrió los ojos con sorpresa al ver a su profesor y a Okkotsu en la entrada.
—Buenos días, (__). Lamento no haberte informado que Yuta te acompañaría —se disculpó—. Espero que no te incomode viajar con él para entrenar con Miguel en Kenia. Conoce perfectamente el lugar y podrá asistirte sin problemas.
—No hay inconveniente, solo me ha tomado por sorpresa —respondió con sinceridad. No podía negarse a viajar simplemente porque Yuta iría.
Después de todo, era su única oportunidad para reflexionar adecuadamente sobre las decisiones que debía tomar. Residir en el mismo recinto que Gigi, Yuji o Choso no le estaba haciendo bien en absoluto.
—¿Estás segura de querer ausentarte por un tiempo? —inquirió el albino. Deseaba cerciorarse de que estuviera tomando aquella decisión con prudencia y no solo por deseo de huir. Sería lamentable si se arrepintiera a última hora.
—Sí, mis padres están de acuerdo. No es como si estuviera escapando —aseguró, manteniendo un tono sereno.
—Lo sé, tu padre me llamó para verificar que todo estuviera en orden —confirmó. (__) llevó una de sus manos al rostro y movió ligeramente la cabeza. Su padre solía hacer ese tipo de cosas.
—Se está haciendo tarde, debemos partir o no llegaremos a tiempo al control de seguridad y verificación de documentos—les recordó Yuta, quien se había mantenido en silencio. Perder el vuelo sería un gran inconveniente.
—De acuerdo —dijo (__), algo nerviosa.
—No te pongas tan tensa, lo peor que podría suceder es que el avión se precipite al mar y ambos fallezcan —bromeó Satoru dirigiéndose a la menor.
Ambos jóvenes se tensaron al escuchar aquello. Nunca habían considerado esa posibilidad.
—Realmente no ayudas con ese comentario —reprendió Yuta a su profesor. Aquello no había sido en absoluto gracioso.
Después de todo, los accidentes aéreos rara vez dejaban sobrevivientes. Aunque, paradójicamente, era el medio de transporte más seguro del mundo.
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Mordidas [ Choso x Lectora]
Hayran KurguNunca en sus sueños más atrevidos, (__) imaginó que la diosa luna la uniría con un Alfa puro. Mantener en secreto su linaje se volvió cada vez más desafiante en esta época de apareamiento, donde las pasiones se encienden y los secretos amenazan con...