Cuando Choso se percató de la ausencia de (__), se encontró al borde de la desesperación. Aferró con vehemencia el uniforme de su profesor al detectar el sutil aroma de su destinada impregnado en él. Las feromonas, aunque recientes, eran apenas perceptibles, pudiendo pasar inadvertidas para quien no poseyera un olfato agudo.
—Vamos, pequeño can rabioso, no creo que desees enfrentarte a mí —respondió Gojo con tono juguetón, observando con deleite cómo la mirada de Choso se tornaba cada vez más sombría.
—¡¿Dónde está?! ¡¿Dónde la tienes?! —interrogó Choso entre gritos, intensificando su agarre.
—Se ha marchado lo más lejos posible de ti. ¿Acaso creías que permanecería a tu lado después del desaire que le infligiste? —articuló Gojo con destreza, expresando sin reservas sus pensamientos sobre la situación.
Gojo no era ingenuo; había advertido lo que acontecía entre sus estudiantes. Desde la llegada de la gemela de (__), solo se habían suscitado problemas en cadena. Gigi representaba una molestia absoluta, desperdiciando su potencial como hechicera e imponiendo su voluntad sobre los demás bajo el pretexto de hacer lo correcto.
—¡Aun así, no tenías derecho a inmiscuirte en este asunto! —gruñó el azabache, alarmando a los presentes al empujar con fuerza a su profesor contra la pared.
Gojo soltó una carcajada. Le resultaba sumamente divertido ver cómo Choso se mostraba confiado tras haber desactivado voluntariamente su infinito.
—Por supuesto que me compete. Ninguno de los dos respetó las reglas impuestas. Fuiste un alfa deficiente al anteponer a tu hermano Yuji y a Gigi sobre (__) —señaló, cruzándose de brazos y mirándolo de forma desafiante.
—No puedes obligarme a elegir un bando. Yuji es mi hermano; jamás podría anteponerlo ante otra persona —exclamó Choso, furioso por las palabras del albino.
—Oh, ciertamente es tu querido hermano, pero olvidas que (__) también tiene sentimientos. Si ella no te había mencionado nada, era para evitar conflictos. Fueron ellos quienes iniciaron y confabularon para difamar a tu "Destinada" —enfatizó Gojo la última palabra mientras continuaba revelando verdades. Choso estaba tan cegado que era incapaz de percibir el daño infligido a (__).
Si bien la joven de cabellos oscuros no era precisamente un dechado de virtudes, no había actuado con la misma malicia. Le había faltado astucia para ganarse el apoyo de los demás, optando por un camino más pacífico y asumiendo toda la responsabilidad del asunto.
—Mi hermano jamás sería capaz de tal cosa —masculló Choso con indignación.
—¿Cuán seguro estás de ello? —inquirió Gojo con satisfacción, sabiendo que sembraría la duda. Él ya había tomado partido en la situación, habiendo analizado los hechos desde una perspectiva externa y concluyendo que Yuji y Gigi habían actuado de mala fe.
Ante estas palabras, Choso quedó completamente mudo, sin saber qué responder. Por un lado, deseaba creer en la inocencia de su hermano, pero por otro, anhelaba confiar en (__).
Ella no había confiado en él y había optado por callar sus inquietudes. Aunque no le había obligado a escoger un bando, Choso sentía que inconscientemente lo había hecho. No podía estar con ella sin enemistarse con su hermano, ni podía llevarse bien con su hermano sin perjudicar su relación con ella. Se encontraba entre la espada y la pared.
Se debatía entre elegir a su propia sangre o a la pareja destinada a compartir su vida hasta que la muerte los separara.
—Ella no regresará en varios meses. Te aconsejo que medites detenidamente la situación; dispones de tiempo suficiente para analizar todas las variables y tomar una decisión definitiva —le aconsejó Satoru con sinceridad, observando cómo Choso apretaba los puños.
Intervenir en esta situación era lo correcto, aunque sus estudiantes fueran mayores de edad y supuestamente capaces de tomar sus propias decisiones. Aun así, Satoru sentía la necesidad de orientarlos; si los dejaba a su suerte, ya había visto el caos que podían generar creyendo poder resolverlo por sí mismos. Era evidente que no podían hacerlo, dadas las múltiples implicaciones del asunto.
—Si optas por tu hermano, haré que (__) sea trasladada a Kioto. No es conveniente que permanezca contigo tras un rechazo. Sin embargo, preferiría que tuvieras la entereza de decidir apoyar a tu Destinada y otorgarle el lugar que merece en tu vida, dejando de lado las niñerías y haciéndole entender a Yuji que el conflicto entre las hermanas es un asunto aparte en el que nunca debió involucrarse —sugirió Gojo con cierta malicia, observando cómo Choso abría los ojos con sorpresa. Él desconocía esa parte de la historia.
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Mordidas [ Choso x Lectora]
Fiksi PenggemarNunca en sus sueños más atrevidos, (__) imaginó que la diosa luna la uniría con un Alfa puro. Mantener en secreto su linaje se volvió cada vez más desafiante en esta época de apareamiento, donde las pasiones se encienden y los secretos amenazan con...