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(__) se encontraba descansando después de que Shoko le dijera que no podría ir a misiones hasta que su brazo izquierdo sanara

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(__) se encontraba descansando después de que Shoko le dijera que no podría ir a misiones hasta que su brazo izquierdo sanara. Tenía varios moretones en el lado izquierdo de su cuerpo.

La menor no sabía cómo se le había ocurrido no cambiar su casta al realizar dicha acción para no lastimarse de esa manera. Pero en esos momentos no pensaba demasiado.

Pudo escuchar cómo tocaban su puerta, y no le quedó de otra que decir que pasara. No había puesto el seguro para evitar levantarse.

—No te ves muy bien —le dijo Choso al verla.

—Bueno, atravesé una pared. No creo que alguien se vea bien después de hacerlo —respondió (__).

—¿Quieres que te ayude a bañarte? —le preguntó al ver que seguía usando la misma ropa con la que fue a la misión. Cerró la puerta por detrás con seguro.

—Me gustaría; siento la sensación aún viscosa de la maldición —aceptó la menor. Mientras sentía cómo el frío cuerpo de Choso la ayudaba a levantarse de la cama y la guiaba al baño.

El azabache comenzó a ayudarla a desvestirse. (__), sintiendo cómo sus mejillas empezaban a calentarse, al igual que las de Choso.

Choso se separó de ella para regular el agua de la regadera. Una vez estuvo perfecta, (__) se metió a bañarse. Choso la ayudó poniéndole el acondicionador y el shampoo con suavidad. Incluso, una vez que terminó de bañarse, la ayudó a secarse.

Una vez de vuelta en la cama, Choso sacó unos ungüentos de sus bolsillos y comenzó a aplicarlos sobre los moretones de (__), incluso pasando el ungüento por la mejilla hinchada de la beta.

—Voy a ayudarte a vestirte. Voy a buscar algo cómodo en tu guardarropa —le mencionó, mientras (__) asentía avergonzada.

Choso comenzó a rebuscar entre su ropa hasta que encontró un pantalón ligero y una blusa suave. También buscó entre la ropa interior de la menor, y sus orejas se pusieron completamente rojas al notar que tenía gustos muy infantiles. Tenía varias bragas de ositos, dulces y figuras, y sus brasieres tenían las mismas decoraciones.

Tuvo que aguantarse las ganas que tenía de lanzarse sobre la menor y hacerla suya en esos momentos. Gojo lo había puesto a prueba para saber si podía darle más libertades respecto a su relación con (__), después de haberle insistido por bastante tiempo.

Ayudó a la menor a vestirse, con dificultades para abrocharle el brasier. No entendía cómo algunos hombres tenían la facilidad de abrocharlo y desabrocharlo como si nada.

—Listo. Te ayudaré a desenredar y a peinar tu cabello —mencionó el mayor.

—¿Seguro? Mi cabello es demasiado largo y voluminoso. Podrían dolerte las manos. Mi madre dejó de peinarnos a mi hermana y a mí por eso —mencionó (__), de forma juguetona. Extrañaba a su familia, pero quería seguir su propio camino.

Esperaba que su hermana gemela se estuviera adaptando a su nuevo estilo de vida sin ella. Después de todo, eran bastante dependientes la una de la otra.

—No creo que me duelan las manos por ayudarte. Yo también tengo bastante cabello y suelo peinarme solo —dijo Choso, tomando el cepillo de la menor.

—Es cierto. Siempre sueles estar peinado. ¿Nunca has pensado en cortarte el cabello o hacerte un nuevo peinado? Después de todo, debe ser cansado siempre peinarse. En casa, mi hermana era la que se encargaba de peinarme para evitar que me regañaran los profesores.

—¿No te gusta peinarte?

—Me da pereza, no es porque no me guste. Le pedí a mi madre que me dejara cortarme el cabello, pero no le gustó la idea. Dice que me vería muy rara en las fotos de graduación con el cabello corto. Tenía razón. Mis compañeras con el cabello corto en las fotos grupales con el birrete se veían bastante terribles, así que me alegré de que no me dejara guiarme por mis pensamientos intrusivos —relató aquella experiencia. Choso sonrió ante aquellas palabras.

—Si te da pereza, entonces yo puedo ser el que te ayude a peinarte. Solo tienes que levantarte temprano —sugirió.

—¡¿En serio?! Por mí estaría bien. Muchas gracias —respondió (__), emocionada. Después de todo, era un gesto muy lindo de su parte.

 Después de todo, era un gesto muy lindo de su parte

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Mordidas  [ Choso x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora