Devanna Winchester recibe una llamada de un viejo amigo, debido a esa llamada va al pequeño pueblo de Mystic Fall donde conoce a cierto hibrido original junto a toda su familia.
El tiempo transcurre, Devanna descubre mentiras y el hibrido va a hacer...
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ººº
- Son dos, ¡dos!.- grito Devanna entrando a la guarida, estaba pálida.
Sus hermanos se atragantaron con la cerveza viendo a la pelinegra, su barriga ya estaba mucho más grande.
-¿Cómo que dos?.- pregunto Dean dejando su cerveza en la mesa, que estaba llena de papeles y planos.
-Si, dos, mellizos.- se sentia agobiada la pelinegra-. Si tenia miedo de tener un bebé, ahora estoy aterrorizada.
-Pero en la primera ecografia que te hiciste solo habia un bebé.- arrugo el ceño Sam mientras se levantaba y ayudaba a su hermana a sentarse.
-Son dos, el segundo se escondio detrás de su hermano. No se el sexo porque no se han dejado ver por mami.- explico Devanna sobandose su gran vientre.
-¿Cuando sales de cuentas?- pregunto Sam acariciando los hombros para relajar a su hermana.
-Dentro de dos semanas.
-Una pregunta, en todos los meses que has llevado de embarazo solo te has hecho dos ecografias...¿No deberia de haberte hecho más ecos?- cuestiono el mayor de los Winchester.
-Digamos que no he tenido tiempo, ya sabes...Matar al vacio y, ahora, tenemos que matar a su tia abuela que la quiere secuestrar. Lo importante es que estan sanos.
-Vale, tienes razón. Ni si quiera escondiendonos de los Mikaelson nos podemos librar de sus problemas familiares.- Dean se levanto acercandose a sus hermanos-. Ahora tenemos que lidiar con Dahlia Mikaelson, la hermana chiflada de la loca de Esther, madre de nuestras infieles almas gemelas.
-Bueno, tengo una idea.- los hermanos miraron a la embarazada.
-Por favor, no me digas que es lo que estoy pensando.- pidio Dean bebiendo de su cerveza.
-Rowena, es nuestra solución. Yo no puedo enfrentar a Dahlia.- la pelinegra miro su abultado vientre para mirar a sus hermanos.
-Vale, si nosotros trabajamos con la bruja, Jody y las chicas se vienen aqui a hacerte compañia.- pidio el mayor señalandola con la cerveza.
-No, ellas no tienen porque estar de canguro y es peligroso.- Devanna miro a su hermano suplicante para mirar a Sam-. Sam, ayudame.
-En realidad, estoy de acuerdo con Dean y, tu misma lo has dicho, no puedes enfrentarte en tu estado a nadie.
Devanna se sentia inútil, con cuidado se levanto a comer el pai de manzana de Dean, quien se iba a quejar, pero no dijo nada al ver el rostro de su hermana.
-Sam, prepara las cosas, nos vamos en cinco minutos. Ahora voy.- ordeno Dean dándole una mirada significativa a su hermano.
