▄︻ᴡʜᴀᴛ ᴛʜᴇ ʜᴇʟʟ ᴡʜɪᴛ ᴛʜᴇ ʜᴇʟʟ?══━一

∆ɬཞɛʂ∆

Me dí la vuelta y vi algo... Peculiar.
Un tipo alto, muy alto, vestido de rojo, con ¿Orejas? Un bastón extraño, una sonrisa perturbadora y demás.

-Querida, la próxima procura tener una radio de verdad, no esa bazofia.
Dijo, señalando a mí computadora.

-Disculpa, esa "bazofia" es cara, además, funcionó, así que ¿Qué más da? -Dije mirándolo con una mirada de disgusto.
-Como sea, si me llamaste es por algo, así que dime ¿Qué quieres?
Me quedé mirándolo en silencio, había pensado perfectamente que pedir si funcionaba.
-Mi virginidad -Dije firme. -Quiero recuperar mí virginidad.
-¿Para qué?
-Tengo mis motivos -Para dejar de sentirme sucia -¿Entonces? ¿Cómo funciona esto?
-¿Qué ofreces a cambio? -Pregunto el demonio, mostrando un poco más de interés.
-Leí que es negociable. No tengo carne humana y no voy a conseguirla.

Me daba asco la idea de tocar carne y más carne humana, la textura debe ser... Ugh, asco.

-¿Para qué quieres tu virginidad de todos modos? No irás al cielo si la tienes, me invocaste, tu entrada al infierno está asegurada. -Este demonio ya me está cayendo mal.
-No me importa, toma lo que quieras, pero dame lo que te pido.

-Tu virginidad... Tomaré algo a cambio de eso, pero no te diré qué.

-Bien.
De pronto, comenzó a reír, la habitación se oscureció y de un momento a otro, todo volvió a la normalidad, el demonio había desaparecido sin dejar rastro.
Las hojas ahora estaban tiradas, en una de ellas pude ver el dibujo del demonio, tome la hoja en mis manos y leí el nombre
Alastor

|Una semana|
Estaba en la puerta de la casa de mí ahora ex novio, estaba yendo a buscar algunas cosas mías que había dejado ahí, tenía miedo, había llevado una navaja por si acaso, aunque afortunadamente, ya no me sentía como aquel día, aunque, para ser honesta, no deje de salir, pero estuve a punto de volver a tener mí primera vez,aunque no deje que pasará, se podría decir que seducía a algunas personas y... Ah, abrió la puerta, lo saludé cordialmente, pase, y me deje guiar hacia el balcón por algún motivo, saco un vaso de agua, me lo entrego, saco otro, bebimos en silencio, de pronto, cuando me estaba por ir, me acorraló de nuevo, lo mire a los ojos
-Te veo en el infierno -Saque mí navaja y se la clave en el estómago, comenzó a gritar
-¡Perra! ¡Ah! -Me empujó.

De pronto, desperté como cuando sientes que te estás cayendo y de la nada abres los ojos.
Estaba en el suelo de un lugar desconocido, había seres extraños al rededor, ninguno parecía humano.
Me acerque a uno de esos seres
-Disculpa ¿Qué carajos es este lugar?
-El puto infierno -Apenas termino de decir eso y comenzó a inhalar una bolsita de cocaína.

Camine un poco, aún sorprendida y de pronto, me ví en el reflejo de una vidriera de un sex shop.
No parecía humana.
Mí cuerpo estaba distinto, no me veía mal, debo admitirlo, pero mis brazos... Dios, mis brazos, que horror. Mis dedos estaban largos, similar a unas garras, todo mí antebrazo estaba negro, llegando un poco más arriba del codo en el derecho. Uno de mis ojos se había vuelto negro, con un pequeño iris rojo, sin pupila.
Mí pelo estaba igual de lindo como siempre.
Camine un poco más hasta llegar a la puerta de algo similar a un hotel, bueno, un hotel es lo que era, tenía un cartel que decía "Hazbin Hotel". ¿Qué o quien es Hazbin?
Abrí la puerta cuidadosamente, cuando entre habían un par de... "Personas".
Entre ellos, estaba aquél demonio que se había ganado mí odio, hice un trato con el y morí al poco tiempo, no es su culpa, eso es cierto, pero tal vez si no hubiera hecho un trato con el, no estaría aquí.
-Tu, maldito hijo de perra -Susurre para mí misma, pero al parecer no fue lo suficientemente bajo, pues las personas ahí me miraron. Mierda.
-Bueno, bueno, no paso nada de tiempo y ya estás aquí, querida. -El demonio rió.

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Bueno, bueno ¿Qué tal, personas inexistentes que leen esto?
Espero que, si alguien está leyendo esto, este disfrutando la historia, en lo personal no me gustó mucho este capítulo, siento que apresure las cosas, pero tal vez, lo edite, no sé.
Saludooooos.