38. ¿QUE ES ESE RUIDO?

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GISELLE

Había dormido demasiado y ahora tenía más sueño.

Era el resultado de dormirme a las cuatro de la tarde y despertar a las once para intentar hacer algunas tareas, pero no conseguí nada porque a los segundos volví a dormirme.

Estaba segura que esto me traería consecuencias para este día, pero por esta vez quería dejar de frustrarme después de lo sucedido con mi madre.

Pero justamente al entrar a la siguiente clase de Legislación vi a Hunt en su respectivo asiento, llevándome a recordar nuestra conversación de ayer, dándome cuenta que mi mentira podría haber resultado bien si hubiese pensado con más claridad lo que diría; sin embargo, ahora viviría con el miedo que él tal vez no me hubiese creído.

Solo esperaba que sí.

Respirando hondo me dirigí hasta mi asiento.

-Buenos días. -hable siempre sonando entusiasmada.

Ashton se giró, asintiendo al mismo tiempo que veía como me sentaba a su lado, a pesar que lo había visto en esta mañana siendo costumbre que siempre lo esperase para bajar juntos los escalones, aún me parecía extraño estar compartiendo el mismo espacio.

Me estiré sobre el asiento y me giré a verlo para darme cuenta que me estaba viendo, detuve mi estiramiento y volviéndome a la postura de antes le mire con interrogación.

-¿Pasa algo? -pregunté al notar un destello diferente en sus ojos que me indicaba varias alertas.

¿Había hecho algo malo?

-¿Por qué no me contaste que la pelea del partido inició porque me defendiste?

Al terminar de preguntarme, no tuve tiempo de pensar con más claridad cuando el nombre de mi mejor amigo vino a mi mente de forma molesta.

Chris Olsen.

Él era el único que sabía eso y era más que claro que él le conto de ello a Ashton para que ahora me viniese a interrogar.

Me las pagaras Chris.

Deje de verlo lentamente, tratando de no ponerme nerviosa al sacar algunas cosas de mi bolsón y pensaba que se me ocurriría decir.

¿Qué rayos le diría?, ¿Por qué me podría nerviosa?

Esto es ridículo.

-Bueno... para empezar no era algo de gran impresión para que se los contase a todo el mundo -conteste tratando de sonar relajada-. Y bueno, suelo meterme en peleas todo el tiempo...

-¿Todo el tiempo? -pregunto el ceño fruncido.

-Si. -asegure, quitándole importancia-. Así que, por eso creí que no era de importancia y tampoco creí que a ti te interesara.

-Me tiene que interesar desde que estoy involucrado en esta situación -hablo con seriedad-. Tal vez eres alguien que no le interesa, pero en este caso si lo hiciste por mí debo saberlo.

-¿Y para qué? -pregunte riéndome.

-Para decirte que no lo vuelvas a hacer.

Me quede en silencio y le mire con asombro para darme cuenta que realmente lo decía en serio mientras su mirada se volvía demasiado expresiva junto su voz endurecida.

-Pero...

-No quiero que lo vuelvas a hacer -volvió a decir mirándome con intensidad-. Si defenderme te llevo a pelearte con una multitud de personas, te aconsejo que no lo hagas, no tienes por qué siempre defender a todo el mundo cuando eso te llevara a tener consecuencias...

Perfecta CoincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora