NOVIOS PERMANENTES

1.7K 144 116
                                    

"No quiero mirar a nada más ahora que te vi,No quiero pensar en nada más ahora que te pensé

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"No quiero mirar a nada más ahora que te vi,
No quiero pensar en nada más ahora que te pensé.
Estuve durmiendo en una noche oscura de 20 años,
Y ahora veo la luz del día."
—Taylor Swift | Daylight

—Esta va a ser nuestra primera cita oficial como novios—Felipe sonrió mientras caminaban con las manos entrelazadas hasta su destino

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Esta va a ser nuestra primera cita oficial como novios—Felipe sonrió mientras caminaban con las manos entrelazadas hasta su destino.

Casi dos semanas después de que Valeria se haya vuelto a Argentina, Pipe y Nina al fin pudieron coincidir para salir juntos y decidieron ir a la playa, pues el calor al fin había abrazado la ciudad de Madrid y lo vieron como la oportunidad perfecta.

—¿Novios?—Nina levantó una ceja—. Yo no tengo ningún recuerdo de vos pidiéndome ser tu novia.

Felipe dejó de caminar de golpe. Nina tenía razón, nunca se lo había pedido formalmente. ¿Acaso era tonto?

Claro, él había tomado por sentado que se habían convertido en novios el momento en que habían compartido el primer beso. Pero eso no estaba bien, Nina se merecía mucho más que eso. La mente del chico empezó a ir a mil.

—Pipe, te estoy jodiendo, ya sé que estamos juntos—le aseguró la chica al ver su expresión de preocupación.

—No, no. Esperame acá dos segundos, no te muevas—Felipe le pidió y salió corriendo.

Nina se quedó en su lugar sin entender absolutamente nada de lo que el chico estaba haciendo, pero aceptó su destino y se sentó en la arena a esperar.

A los diez minutos, Nina vio de lejos como Pipe volvía corriendo con una mano detrás de su espalda.

Para cuando llegó junto a Nina, su respiración estaba agitada y su rostro rojo del esfuerzo físico que había hecho, pero una sonrisa imborrable lo adornaba. Felipe se apoyó en una rodilla (más bien se dejó caer) y sacó una rosa y una barra de chocolate de detrás de su espalda.

—No es mucho lo que pude conseguir, pero espero que me aceptes esta humilde rosa y este chocolate, y me permitas el honor de ser tu novio, porque la verdad es que no soportaría un día más sin poder llamarte mi novia.

𝗟𝗔𝗦 𝗩𝗨𝗘𝗟𝗧𝗔𝗦 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗩𝗜𝗗𝗔 ༯ Felipe OtañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora