Nina Heredia terminó la secundaria con una idea muy clara de lo que quería hacer para su futuro. Diseñar. Y su sueño es trabajar con la diseñadora española Magdalena Storm.
Felipe Otaño es un actor argentino poco reconocido que está a punto de volar...
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"¿Puedo llamarte esta noche? Estoy intentando organizar mi mente, Sobre como me siento. ¿Me podrías decir qué es real? Escucho tu voz en el celular, Y ya no estoy solo." —Dayglow | Can I Call You Tonight?
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Un par de días pasaron y Nina quiso agradecerle a Pipe por lo bien que la había pasado en el parque con él, pero las cosas no salieron exactamente como ella planeaba.
Por cuestiones de trabajo, Felipe le dijo que por las siguientes dos semanas no iba a poder llevarla a ningún lado porque estarían grabando una escena muy difícil e importante que los dejaba absolutamente drenados de energía.
Nina estaba un poco decepcionada de que no podría ver al actor por tanto tiempo, pero entendía perfectamente que su trabajo era muy impredecible y que ninguno tenía la culpa.
Sin embargo, nunca se esperó que a Felipe se le ocurra disculparse por ello de la manera en que lo hizo.
—¿Nina Heredia? —La recepcionista del edificio de Magdalena entró en el estudio.
—¿Sí? —Nina se levantó de su lugar. Todos dejaron lo que estaban haciendo y voltearon a ver lo que sucedía, incluso la mismísima Magdalena.
—Llegaron estas flores para usted—la mujer se acercó y le entregó el ramo enorme de flores.
—Ah, eh, gracias por alcanzármelas.
—No es nada.
La recepcionista abandonó el estudio y los pasantes miraron a Nina expectantes.
—¿Y? ¿Quién es tu secret admirer?—Lily preguntó curiosa.
—Es el Felipe, ¿no?—insistió Marcos.
—¿Quién era Felipe?—Carla preguntó en un susurro.
—Ay, mujer, tienes que ponerte al tanto—el español rodó los ojos.
—Les cuento después—Nina dijo, dejando el ramo de lado para volver a trabajar.
—Pueden hablar ahora. Supongo que es hora de un pequeño descanso—Magdalena aclaró. Claro que no iba a admitir que ella también quería escuchar de quién eran dichas flores. Su excusa para sí misma era que le importaban sus pasantes y quería estar al tanto de sus vidas.
