Nina Heredia terminó la secundaria con una idea muy clara de lo que quería hacer para su futuro. Diseñar. Y su sueño es trabajar con la diseñadora española Magdalena Storm.
Felipe Otaño es un actor argentino poco reconocido que está a punto de volar...
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"Talk talk talk, pura mierda bebé Yo yo yo, tiro flores bebé No no no, tengo tiempo pa' na' Menos pa' atajar tu agresividad (¿Quiénes son?)" —Lali | Quiénes son?
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—Che, ¿estás seguro de que va a ser tranqui lo de hoy?—Nina preguntó preocupada a su novio.
Felipe, junto con Fran, Chori, Rafa, Pau y Fer, iban a presentar la película en el cine para los fans y dar una pequeña charla. Pero ellos no tendrían ningún tipo de seguridad, y a Nina eso le preocupaba un poco.
—See, vamos al cine, no más.
—Sí, ya sé, pero es que estuve viendo y hay mucha gente que está por ir para verlos a ustedes...
—Nini, no nos va a pasar nada, tranqui—Felipe le dio un beso en la cabeza y los dos siguieron con su día hasta que llegó el momento de ir al cine.
Pipe inicialmente quería que Nina esté al frente del cine con él, pero ella no había participado de la película de ninguna manera, por lo que no sería lo correcto. Nina insistió en sentarse en el público como el resto.
Le dieron un asiento en la primera fila. Las chicas a sus lados le pidieron fotos y le dieron regalos que eran para los chicos para que ella se los pueda pasar antes de la función. Nina se convenció de que todo saldría bien, pues esas chicas habían sido muy amables y respetuosas con ella.
Sin embargo, al terminar la película, la delicadeza y el respeto fueron olvidados. Las chicas se levantaron como una manada, desesperadas por obtener una foto o autógrafo de los chicos, más específicamente, de Pipe y Fran. Como consecuencia de estar en la audiencia, Nina quedó atrapada en el montón.
Estando acorralada por tantas chicas, con algunas sacándole fotos o poniéndole regalos y cartas en la cara, Nina empezó a sofocarse de la desesperación por querer salir de ahí.
—Permiso, permiso—Rafa se hizo paso entre las chicas y estiró a Nina para subirla a los escalones donde los demás se encontraban—. ¿Estás bien?—Rafa le puso las manos en los hombros y la revisó—. Te pusiste muy pálida.
