Nina Heredia terminó la secundaria con una idea muy clara de lo que quería hacer para su futuro. Diseñar. Y su sueño es trabajar con la diseñadora española Magdalena Storm.
Felipe Otaño es un actor argentino poco reconocido que está a punto de volar...
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"Se pinta de colores toda mi alma Con esa dulce luz de tu mirada Al verte sonreír, vuelvo a tener fe. Me enamoré de ti y no me lo esperaba, Que algún día yo de amor iba a morir." David Bisbal | Me Enamoré De Ti
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Como el 90% de la población del planeta Tierra, lo primero que Felipe hizo al despertar fue revisar su celular. Su bandeja de entrada estaba vacía, algo lógico y de esperar a las cinco de la mañana.
Al igual que cada día desde que están juntos e incluso antes, Felipe le mandó a Nina un mensaje de buenos días, deseándole suerte en su trabajo. Usualmente, ese mensaje era respondido a las seis y media o siete, cuando Felipe ya no lo puede ver porque está viajando montaña arriba. Sin embargo, ese día fue respondido casi de inmediato.
Felipe dejó todo lo que estaba haciendo para ver la respuesta de su novia y preguntarle qué hacía despierta a esas horas. Si tenía que ser sincero, Felipe prefería el silencio de Nina en esas primeras horas de la mañana porque le permitía hacer todo sin estar esperando constantemente su respuesta o desear dejar todo para poder hablar con ella todo el día.
Estar enamorado de Nina Heredia y tener que trabajar al mismo tiempo era muy complicado. ¿Acaso era de esperarse que su corazón no se acelere cada vez que piense en ella? ¿O que no se pierda en sus pensamientos por estar recordando algún momento con ella? ¿O que no se ponga de mal humor al pasar más de dos días sin poder interactuar mucho con ella?
Después de que Nina le responda que se había levantado antes por una pesadilla, Felipe tuvo que contenerse a sí mismo de no salir corriendo para ir a abrazarla hasta que pueda volver a dormirse, porque no podía hacer eso. Es más, ya se estaba atrasando y sus amigos empezaron a golpear su puerta para apurarlo.
—¿Te dormiste, Pipón?—preguntó Juani cuando finalmente salió de su habitación.
—No, estaba hablando con Nina.
—¿Se quedaron toda la noche hablando?—Juani levantó una ceja. No iba a ser la primera vez que eso ocurría.
—No, no, se despertó temprano por una pesadilla—Felipe hizo una mueca de pena.
