Nina Heredia terminó la secundaria con una idea muy clara de lo que quería hacer para su futuro. Diseñar. Y su sueño es trabajar con la diseñadora española Magdalena Storm.
Felipe Otaño es un actor argentino poco reconocido que está a punto de volar...
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"Emma conoció a un chico con ojos de un hombre, Resulta que su corazón encaja bien en la palma de su mano. Ahora él será su refugio cuando llueva, Si tan solo supiera, su mundo entero está a punto de cambiar." —Taylor Swift | When Emma Falls in Love (Taylor's Version) (From The Vault)
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Luego de pasar unas horas celebrando con todos, Nina y sus amigos de la pasantía le dieron fin al festejo porque debían dormir temprano para ir al trabajo al día siguiente.
Nina le agradeció a cada uno unas quinientas veces antes de irse, y unas mil a aquellos que se habían molestado en comprarle regalos.
—Mil gracias, chicos, fue el mejor cumpleaños de la vida—Nina repitió por milésima vez en la noche.
—Nina, la palabra "gracias" ya suena rara de tantas veces que la dijiste—se burló Juani—. No hay nada que agradecer. Para eso estamos los amigos.
—Ay, los quiero—Nina hizo un puchero y abrazó a Juani una vez más.
Decir que ese día había estado lleno de abrazos era poco. Nadie se quejaba, los abrazos de Nina eran reconfortantes de una manera u otra. Todos le habían agarrado un cariño especial a la chica y nunca podrían negarle nada.
Nina se fue a dormir esa noche sintiendo que todo en su vida estaba en el lugar correcto.
Al día siguiente, una llamada de Felipe la despertó incluso antes de que su alarma sonara.
—¿Felipe?
—Buen día, Nini. ¿Cómo amaneciste?
—No lo hice todavía—la chica rio suavemente—. No es que me quejo pero, ¿por qué me llamas tan temprano?
—Tengo una última sorpresa para vos. Así que te aviso que tenés que venir después del trabajo al hotel.
—Felipe, te dije que no me des más regalos, ya me diste un montón de cosas y...
—No hay más regalos, te lo prometo. ¿Vas a poder venir?
