Capitulo XXV - Paper rings

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***10 años atrás***


Charlie estaba llorando.

Se había escondido detrás de unos arbustos porque unos niños habían sido malos con el. Estaba en la fiesta de cumpleaños de un chico llamado Justin, de su escuela.

Charlie odiaba a Justin. Era malo con el y con los otros niños desde siempre, pero sus mamás eran amigas y prácticamente lo habían obligado a venir.

A pesar de el hecho de que Justin no le caía bien, Char estaba emocionado al principio como todo niño de casi 6 años lo estaría por ir a una fiesta de disfraces. Las fiestas de Justin eran legendarias, siempre había payasos, magos, un pastel de 3 pisos y grandes bolsas de regalos sorpresa para todos los asistentes.

Charlie estaba particularmente emocionado por su disfraz. Su abuela le había hecho especialmente para el un disfraz de gatito.

Era negro, con una gran cola a rayas, guantes en forma de garras y una diadema con dos lindas orejas. Su padre le había puesto un pequeño mecanismo en la cola, una especie de bomba que Charlie podría accionar con la mano y daba la ilusión de que la cola podía moverse, y su hermana Tori lo había maquillado, dibujándole una nariz de gatito en forma de corazón y unos lindos bigotes en las mejillas.

Pero lo que más le gustaba a Charlie era su collar con un precioso cascabel dorado. El cascabel era de su abuela, y era una especie de reliquia familiar. No era realmente un cascabel de oro, sino algún otro metal menos costoso, pero lo que lo hacia valioso era que su abuela lo había heredado de su propia abuela.

Charlie adoraba ese collar, y no podía creer que su abuela se lo hubiera prestado para completar su disfraz.

Esa era la razón principal por la que estaba ahí llorando bajito, alejado de la fiesta detrás de los arbustos.

Justin y otros amigos de el se habían reído de su disfraz. Le habían dicho que ese era un disfraz de niña, y le habían arrancado el collar. Charlie había protestado, pero los niños eran mas grandes que el y lo intimidaban mucho. Le advirtieron que si decía algo le dirían a todos los niños de la escuela que el era un maricón.

Charlie odiaba la palabra maricón. No entendía porque, pero creía que era algo muy malo. Siempre la había escuchado en un contexto negativo, por lo que le aterraba la idea de que en la escuela los otros niños se burlaran de el si Justin lo llamaba así delante de todos.

Charlie lloraba por su collar, pero también lloraba porque muy en el fondo, sabía que Justin había dado en el punto. El sabía, desde siempre, que era diferente. Sabía que las niñas no lo le gustaban, y que eran los niños los que le llamaban la atención. Charlie creía que eso era malo, y le aterraba la idea de que las demás personas supieran su secreto.

Mientras sollozaba detrás de los arbustos, el sonido de alguien corriendo hacia el lo puso en alerta.

Un niño, un poco más grande que el había corrido detrás del jardín, escondiéndose en los mismos arbustos que estaba Charlie.

Era un niño rubio, una cabeza más alto que el. Llevaba un disfraz completo del Capitán America, con su escudo, una mochila y su casco-antifaz. Tenía grandes ojos de color café y se podían adivinar sus pecas a través de lo que quedaba libre de su casco. Charlie estaba seguro de que no lo había visto nunca.

Fuertes brazos de rugby (Heartstopper)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora