Fuertes brazos de rugby (Heartstopper)

Capitulo XXXV- Alas para volar

Nick estaba en problemas.

Iba corriendo a contra-reloj por el aeropuerto de Heathrow después de haberse equivocado dos veces de puerta de embarque, con equipaje en una mano y la tarjeta de embarque y su pasaporte en la otra.

No podía creer su mala suerte. Había revisado dos veces su alarma antes de acostarse e incluso había dejado completamente listas sus maletas, su pasaporte y el boleto de avión y había pasado la noche en casa de su tía en Londres para que pudiera llegar más rápido al aeropuerto. Sin embargo,  la alarma no había sonado o ni siquiera la había escuchado. Cualquiera de las dos cosas no importaba ya. 

Tenía menos de 10 minutos antes de que se cerrara la puerta de embarque y creía que realmente no iba a lograrlo. Afortunadamente, pudo encontrar la verdadera sala de embarque a tiempo. No pudo evitar sonreír, al ver a la ultima persona esperando abordar.

Charlie Spring, estaba frente la puerta de abordaje, con el teléfono en el oído y una visible cara de frustración, que cambió a alivio antes de cambia inmediatamente a enojo.

"¡Nick! No puede ser, te he llamado casi veinte veces" dijo colgando el teléfono.

"Dios cariño lo siento tanto" jadeo Nick intentando recuperar la respiración y dándole un corto beso en los labios "No se que sucedió, la alarma no sonó ¿Dónde están tus padres?"

"Ya están en el avión" dijo Charlie entregándole el boleto y pasaporte a la empleada de la aerolínea "Por poco no lo logras Nick"

"Lo sé" dijo Nick entregando sus documentos y siguiendo a Charlie dentro de la puerta de embarque "Me confundí un par de veces de puerta de embarque, pero tuve suerte"

Charlie rodó los ojos, pero sonrió, tomándolo de la mano.

La sensación de alivio al entrar al avión lo hizo relajarse por fin. Los Spring lo habían invitado a pasar una semana de vacaciones en Almería, con los abuelos de Charlie.

La abuela de Charlie no estaba recuperada del todo de su operación de cadera, y la familia había decidido visitar a sus abuelos en España en lugar de que estos vinieran como cada año. Para sorpresa de todos, la invitación a Nick vino de Jane, la madre de Charlie.

Nick y Charlie no lo podían creer. Iban a viajar fuera del país juntos por primera vez. Aunque habían pasado tres semanas juntos en el campamento de verano, la perspectiva de unos días extras en una ciudad costera del mediterráneo sin ninguna preocupación mas que divertirse.

Después de acomodar su equipaje de mano, Nick saludó a los padres de Charlie al pasar junto a sus asientos antes de buscar sus lugares. Tori y Oliver estaban ocupaban los asientos contiguos. Por un momento, Nick pensó que podría sentarse junto a Charlie todo el viaje, pero rápidamente se dió cuenta de que no tendría tanta suerte.

Ambos tenían asientos contiguos, mucho más atrás, pero lado a lado en el pasillo. A Nick le había tocado compartir asiento con un mujer mayor y a Charlie con una chica adolescente bastante molesta. Al menos era un vuelo corto, apenas un par de horas, podían soportarlo, pensó Nick.

Rápidamente se dió cuenta de que no podía soportarlo.

Tan pronto como se sentó en su sitio, sintió la urgente necesidad de estar cerca de Charlie. Odiaba tenerlo tan cerca y a la vez tan lejos. Era frustrante. Suspiró, se abrochó el cinturón y trató de distraerse con la revista del avión.

El avión despegó sin novedad, y apenas pudieron desabrocharse los cinturones de seguridad, Nick tuvo la urgente necesidad de levantarse a estirar las piernas. Se dirigió al baño rápidamente, mas que nada para tener un motivo para estirar las piernas, pero también porque en la mañana salió tan deprisa que ni siquiera había tenido tiempo de lavarse los dientes.