Fuertes brazos de rugby (Heartstopper)

Capitulo XXXIII - Campamento 2/4

Nick dejó que el agua caliente resbalara por su cabello dorado, enjugando la espuma. 

La cantidad de lodo acumulado en su cuerpo era increible, considerando que solamente había caído una vez en el barro. 

Nick suspiró pesadamente, estaba preocupado. No quería que todo se fuera al carajo por lo del beso de Sam. 

Charlie había salido corriendo del Centro sin dirigirle la palabra, y lo que era mucho peor, sin preguntarle si se encontraba bien, después de la irritable maniobra sucia de Samuel. Sam había sido acorralado por su banda de preocupados amigos, así que Nick no había tenido la oportunidad de estrangularlo en ese mismo momento y hacerle pedir una disculpa.

Puto Samuel.

Cerró la llave de la regadera, se vistió y salió de las duchas. Mientras subía por la colina se preguntaba si estarían sus compañeros de habitación, o peor, si Daniel todavía estaría compartiendo su cabaña. No era que eso importara en este punto de su vida. Y de seguro Nick iba a recibir la horrible Ley del Hielo de parte de Charlie, algo en lo que Char era un experto cuando estaba enfurecido o triste o cuando no podían hablar de algo frente a los demás. De todos modos, Nick no sería Nick si al menos no tratara de explicar lo que había pasado, sin impotar si había mas personas o no en la cabaña. Así que con su pijama puesta, subió el resbaloso sendero hasta su fría cabaña.

Las luces estaban apagadas, así que Nick tuvo que entrar con cautela en la habitación para no tropezar con nada. No estaba en sus mejores momentos, además del hecho de que era inocente de todo lo cargos imputados por Charlie.

Encendió la luz. La cama de Char estaba vacía. Toda la cabaña estaba vacía. 

Nick quedó petrificado con la imagen frente a él, los artículos más preciados de Charlie habían sido recogidos de la mesita de al lado de la cama. Se dirigió rápidamente hasta los pies del mueble y sacó el cajón donde Char solía guardar su ropa. 

Estaba vacío.

Mierda.

Mierda, Mierda, Mierda.

Nick corrió. Casi se rompe un brazo cuando resbaló en el puente de cuerdas. Pero le importaba una puta mierda. Tenía que ver a su primo, y su cabaña estaba al otro lado del terreno. 

"¡Aled! ¡Charlie se ha ido!" gritó entrando en la cabaña.

Aled se levantó de la cama, quejándose.

"Primero tú y ahora el otro. ¿No se pueden quedar sentaditos y jugando en el campamento como la gente normal'" murmuró.

"No puede estar muy lejos, estoy seguro" habló Nick con nadie en particular, pero se detuvo al darse cuenta de algo "¿Tienes esta cabaña para ti solo?" preguntó incrédulo.

"Me sorprendes Sherlock" le contestó Aled sarcástico " Y sí, me las arreglé. Nunca se sabe cuando puede ser util"

"No puedo creer que no me lo dijeras" dijo Nick incrédulo "Como sea, tengo que ir y encontrarlo"

Aled suspiró pero se fue poniendo la ropa.

"Iré contigo"

"No, él y yo ya estaremos en suficientes problemas. No necesitas involucrarte tú también" dijo Nick, tomando una linterna que estaba junto a la venta.

"Olvídalo primo. Tu madre me mataría si dejo que algo malo te pase"

Nick frunció el ceño, pero sabía que Aled no quería ni respetaba a nadie en el mundo tanto como a su madre... nisiquiera a sus propios padres.