Us | Kooktae

08

En cuanto volví a la celda, las luces estaban apagadas y todos se encontraban dormidos, pero eso cambió cuando Jungkook encendió las luces para que yo pudiera ingresar, despertando a algunos.

—Te veo después, novato —se despidió Jungkook.

Una vez que mi puerta se cerró, yo aun escuchaba sus pasos. Pensé que simplemente se retiraría, pero luego la puerta de Jeongin fue la siguiente en abrirse.

—Vamos, levántate.

Jeongin, confundido, se volteó para verme, pero yo también estaba perplejo por lo que estaba sucediendo, negando con la cabeza. Jungkook no esperó a que Jeongin se pusiera de pie, simplemente lo jaló del brazo y se lo llevó, cerrando su puerta.

—Taehyung, ¿estás bien? —preguntó Yeonjun, levantándose preocupado al ver mi mano ensangrentada, resaltando aún más por la pijama blanca. Luego su expresión cambió a una de enojo, frunciendo la nariz mientras murmuraba—. Ese malnacido hijo de puta...

—Ese corte... parece profundo... —comentó Beomgyu en voz baja, mostrando una expresión preocupada.

—Tranquilos, esto no es nada. Ya sé cómo lidiar con esto, no es la primera vez —dije tratando de calmarlos mientras me dirigía al baño.

Ya había pasado por esto antes en mi trabajo y aunque rara vez me sucedía, sabía cómo manejarlo. Así que me quité la camisa blanca, la volví y la rasgué con los dientes para hacer una venda improvisada.

Dejé que el agua corriera de la llave, limpiando la sangre de mi antebrazo. Envolví la tela alrededor de mi palma y la apreté hasta hacer un nudo final con los dientes. Luego me recosté en la pared, respirando profundamente mientras soportaba el dolor.

Traté de idear cómo contarles a los chicos sobre los planes de escape de este lugar, pero aún temía las cámaras de vigilancia que Jungkook pudo haber instalado en la habitación. No se podía saber si estaba observando en este momento.

Solo tenía dos oportunidades para hablar con ellos. La primera era si uno de los tres fuera llevado con Jungkook, cuando sale de su zona de confort y presta atención a su "juguete". La segunda era cuando Jeonathan nos dejara solos al permitirnos ducharnos.

Pero para poner este plan en marcha lo antes posible, debía contárselo principalmente a Jeongin, pero él había sido llevado por Jungkook. Jeongin tenía la droga y conocía mejor este lugar que yo, incluso casi logró escapar por la puerta de salida. Debíamos actuar rápido, antes de que Jungkook cambiara de personalidad, ya que no conocía completamente sus métodos.

Al menos con Jeonathan sabía que debía estar en guardia porque no se contenía. En cambio, la otra personalidad de Jungkook, cuyo nombre desconocía, no me garantizaba seguridad incluso si seguía su juego; podría aburrirse y luego hacerme daño. No sabía hasta dónde podía llegar.

Antes solo nos besamos, pero ¿qué pasaría después? ¿Qué debo hacer si va más allá? No puedo seguirle el juego, ya que mi verdadera intención quedaría al descubierto.

Me froté la cara frustrado.

Debíamos actuar rápido.

Apenas salí del baño, escuché una puerta cerrarse. ¿Había vuelto Jeongin? Me acerqué para verificarlo, pero su habitación seguía vacía. Luego, unos pasos se acercaron, pero por el sonido, sabía que era una sola persona.

¿Será Jungkook de nuevo?

Momentos después, los pasos se detuvieron y mi puerta se abrió.

—Estás despierto.

—¿Jeongin?

Jeongin sonrió y entró con un botiquín y otro conjunto de ropa en sus manos.

—Él me pidió que tratara tus heridas —dijo.