Us | Kooktae

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"15 de Octubre 

06:00 am"

La puerta se abrió de golpe y Taehyung se encontró con Jungkook de pie frente a él. 

El rostro inexpresivo de Jungkook lo desconcertó. Pudiendo reconocer aquella actitud y expresión de Jeonathan, Taehyung sintió una extraña energía emanando de él y retrocedió instintivamente.

Sin pronunciar una sola palabra, Jeonathan agarró a Taehyung del brazo con fuerza y lo arrastró fuera de la habitación sin siquiera vendarle los ojos. El tirón fue tan fuerte que Taehyung tropezó con los grilletes en sus tobillos y cayó al suelo.

Taehyung intentó levantarse como pudo, pero las cadenas en sus pies dificultaban mantener el equilibrio. Tropezando una y otra vez, siguió a Jeonathan a duras penas, tratando desesperadamente de igualar su ritmo implacable.

—E... espera —pidió Taehyung, tratando de contener su respiración entrecortada mientras trataba de seguir el paso frenético de Jeonathan—. ¡Estás yendo muy rápido!

En cuanto gritó, Jeonathan se detuvo para voltear a verlo, sin mostrar ni un poco de compasión en sus ojos. Sin embargo, detrás de él, había un cuadro que llamó mucho la atención de Taehyung, ya que era el cuadro que Jungkook había pintado sobre él. Este estaba colgado en la pared del pasillo muy alejada de los demás cuadros siniestros.

Jeonathan, al seguir la mirada de Taehyung y ver el cuadro, torció aún más su ceño.

—Cállate y sígueme —respondió fríamente.

Sin entender qué estaba sucediendo ni por qué estaba tan alterado, Taehyung reconoció por completo que estaba tratando con Jeonathan, quien lo arrastró sin compasión hasta que finalmente se detuvieron frente a una puerta, la cual Jeonathan abrió de un puntapié. Al entrar, lo soltó bruscamente y Taehyung cayó al suelo.

Jeonathan cerro con fuerza la puerta atrás suyo y sus ojos oscurecidos se desviaron directamente hacia Taehyung, haciendo que este sintiera un escalofrió recorrer su cuerpo.

—¿Qué.... que ocurre? —pregunto Taehyung, logrando apenas hablar ante la presencia de Jeonathan.

—¿Qué, qué ocurre? —Jeonathan soltó una risa seca—. ¡Ocurre que me harté de las estupideces que Jasser hace por ti!

—¿Jasser? —Parpadeó Taehyung sin comprender.

—¿Sabias que por culpa tuya, desobedeció las reglas? —respondió Jeonathan endureciendo su expresión—. Atreviéndose a obligarme a cortarme la mano y así poder poseer el cuerpo de Jungkook e ir corriendo hacia ti.

Entonces, Taehyung comprendió de quién estaba hablando. La imagen de Jungkook extendiendo su mano hacia él, con un corte en la palma, instantes antes de llevarlo a ver su pintura, apareció en su mente. Él era Jasser.

Taehyung se levantó del suelo sin apartar su vista de Jeonathan y retrocedió, con una sensación de miedo palpable, mientras Jeonathan avanzaba hacia él con pasos calculados y una frialdad siniestra.

—Ese idiota se debilitó al recordar su pasado y dejó salir al pequeño Jungkook —prosiguió Jeonathan, su expresión endurecida por la furia contenida—. Pero no te preocupes, ya no tendrás que lidiar con él.

—¿Qué quieres decir...? —preguntó Taehyung, su voz temblorosa.

Jeonathan sonrió, una mueca cruel y desprovista de compasión.

—Que ya no volverás a verlo —respondió, su tono helado y definitivo—. Ahora Jasser está fuera de la ecuación.

Taehyung frunció levemente el ceño ante la declaración de Jeonathan, ya que si las palabras de Jeonathan eran ciertas, Taehyung se encontraba en serios problemas. No poder manipular a Jasser, quien era más manejable que Jeonathan, complicaba aún más las cosas.