High Infidelity [L.S] M-preg

Capitulo 19

Había sido una mañana ajetreada en el hogar de los Tomlinson, sobre todo porque justo ese día Helen había pedido un permiso para faltar al trabajo, así que Louis tuvo que despertar aún más temprano y debía arreglárselas para que sus hijos más grandes pudieran desayunar correctamente y estar listos para que el chófer los llevara al colegio a tiempo.

Dylan ni siquiera se había molestado en ayudar demasiado a Louis, solo decidió ignorar a los demás y alistar al más pequeño para avisarle a su marido cuando terminó que el niño no tendría clases ese día, despidiéndose rápidamente con la excusa de que debía irse al trabajo y dejándole a su completa responsabilidad a Damián quien parecía estar algo somnoliento todavía.

Llevó al niño consigo hasta su habitación y lo dejó recostado sobre su cama, diciéndole que solo se daría una ducha rápida y que en unos momentos estaba con él a lo que el pequeño ojiazul asintió quedito, tomando las sábanas que había a su alrededor para poder cubrirse mientras esperaba a su papá.

Louis se duchó y vistió en un tiempo casi récord, solo que cuando decidió llamar a su hijo para irse, este se encontraba profundamente dormido. Sonrió enternecido por lo dulce que se veía oculto entre las sábanas, con cuidado lo tomó en brazos y lo cargó hasta su auto en donde lo aseguró en los asientos traseros para poder llegar al trabajo sin ningún tipo de percance.

Cuando llegaron a la empresa, el ojiazul no quiso despertar a su hijo así que simplemente tomó las cosas de ambos y lo cargó hasta llegar al piso en el que se encontraba su oficina. Se encontró a Harry en su lugar habitual de trabajo, concentrado anotando un par de cosas hasta que llamó su atención.

Harry sonrió cuando visualizó a Louis, aunque su atención fue captada por el niño que estaba en sus brazos, reconociéndolo al instante como el menor de los Tomlinson. La imagen de Louis con sus hijos siempre le había encantado, sobre todo la forma en la que se comporta con ellos.

Pero algo que siempre llamó aún más su atención era su aspecto maduro y responsable. Louis era de ese pequeño porcentaje de hombres mayores que a pesar de la edad seguían luciendo malditamente calientes y atractivos.

—Hola, dulzura— saludó. —¿Sabes si ya están en la sala de reuniones?

—Entraron hace unos segundos, papá los entretuvo un rato mientras llegabas, pero no han comenzado— le informó con una sonrisa.

Louis maldijo internamente. —¿Tienes los papeles de las compras? Necesito una copia de cada una y las declaraciones.

—Lo tengo, están en esta carpeta— señaló el folder azul frente a él.

—De acuerdo— asintió, deteniéndose unos segundos para apreciar el bonito rostro del menor hasta que volvió a recordar que debía entrar a la junta en cuanto antes, pero no podía llevar a su hijo consigo ahí dentro. —Sé que esto es pedir mucho, pero ¿Podrías cuidar de Damián mientras estoy allá dentro?— pidió suplicante.