Capitulo 30

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A lo largo de las semanas y los meses, el tiempo siguió su curso inexorable hasta que la temporada de otoño se instaló firmemente en la gran ciudad de Londres.

Las hojas de los árboles, doradas y carmesíes, comenzaban a desprenderse de sus ramas, cayendo en una danza acompasada con el viento, como si fueran pequeñas piezas encontrando un sitio en el lugar. Las aceras pronto se cubrieron con una alfombra crujiente de hojas secas, convirtiendo la ciudad en un escenario de tonos cálidos y acogedores.

En los parques, el ambiente era una mezcla de vivacidad y tranquilidad. Algunas personas, abrigadas contra el frío, paseaban disfrutando del clima fresco y de los suaves rayos de sol que aún lograban atravesar el cielo nublado. Sus rostros reflejaban una felicidad serena, una conexión con la naturaleza que parecía más intensa en esta época del año. Los niños, con mejillas sonrosadas por el frío, corrían entre los árboles, sus risas resonando como campanillas en el aire otoñal. Jugaban a esconderse y a lanzarse montones de hojas, creando efímeros remolinos de color a su alrededor.

Sin duda una de las mejores épocas del año para los londinenses después de la temporada de invierno.

Era ya pasado el mediodía, y Harry se encontraba inmerso en una montaña de papeles sobre su escritorio. Estaba tratando de avanzar con los trabajos pendientes que debía entregar a Louis más tarde. A pesar de sentirse un poco abrumado por la cantidad de tareas, sus pensamientos seguían desviándose hacia la oficina del hombre de ojos azules.

La tentación de escaparse para pasar un rato con él era demasiado fuerte como para poder resistirse. Estaba a punto de levantarse e ir a buscarlo, pero antes de que pudiera hacerlo alguien lo interrumpió.

—Harry, ¿Ya viste el nuevo artículo que lanzó Hello en su revista?— inquirió Ian, un miembro reciente del equipo de marketing, con un tono de voz casi eufórico, agitando con su mano derecha el cuadernillo que sostenía.

Harry levantó la mirada de su escritorio, donde estaba enfrascado en afilar un lápiz con un sacapuntas eléctrico. —No, no la he visto. He estado algo ocupado— respondió con un tono de indiferencia, sin darle mucha importancia. —¿Por qué? ¿Hay algo nuevo?

Ian sonrió ampliamente, mostrando un destello de emoción. —Solo la fotografía de Tomlinson en traje de baño como la portada— dijo, mordiéndose levemente el labio inferior mientras sus ojos brillaban. —Claro, estaba con su familia, pero de todas formas se ve jodidamente atractivo.

Harry arqueó una ceja y murmuró entre dientes, sin dejar de afilar su lápiz. —No sabía que te interesaba el señor Tomlinson.

Ian soltó una carcajada y se inclinó un poco hacia Harry. —La pregunta correcta es “¿Quién no está interesado en él?“ Todo el maldito edificio desearía estar con Tomlinson, ¿O me dirás que tú no?— Se burló, guiñando un ojo. —A pesar de su edad, se ve que tiene buen potencial, tú me entiendes.

Harry trató de ignorar la creciente incomodidad que le causaban las palabras de Ian. —¿Y qué dice el artículo?— intentó cambiar la dirección de la conversación antes de que la situación se tornara aún más incómoda y la punta de su lápiz terminara clavado en el cuello del otro chico.

Ian, encantado de que Harry mostrara algo de interés, continuó hablando con entusiasmo. —Habla sobre la boda de su hermano menor, que fue en la playa. Hay demasiadas fotos del evento, incluyendo varias donde sale él con su esposo e hijos. También hay algunos fragmentos donde menciona lo feliz que está con su familia, otras donde su esposo cuenta como es su matrimonio con él— resumió un poco.

—Suena interesante— comentó y tras cada segundo su irritación comenzó a aumentar.

Harry escuchó a Ian con una mezcla de sorpresa y nerviosismo mientras este leía en voz alta las líneas encontradas en una de las hojas de la revista. Ian parecía completamente absorbido por el texto, y cada palabra resonaba en el silencioso ambiente.

High Infidelity [L.S] M-pregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora