Era lunes por la mañana y Harry estaba frente a un enorme espejo en su habitación mientras se alistaba emocionado para su primer día en la empresa de su padre como el nuevo secretario de Louis.
Para esa ocasión había optado por usar una falda pegada de color negro que apenas y lograba cubrir con totalidad su trasero, una especie de camisa del mismo color que su falda que se adhería a su cuerpo como una segunda piel, dejando a la vista el costoso collar de perlas sobre su cuello gracias al diseño en V que tenía y una porción de su abdomen al solo tener tres botones ajustados que mantenían la camisa en su lugar. Luego, sus largas piernas estaban cubiertas por unas botas de piel con tacón pertenecientes a versace que le llegaban por debajo de las rodillas, dándole un toque más estilizado a todo su cuerpo.
Cuando creyó estar listo se miró sobre el cristal y se encontró sonriendo feliz con su apariencia, esperando que a Louis también le gustara tanto como a él que estaba completamente ansioso por encontrarse con el ojiazul para que pudiera verlo. Aplicó algo de brillo sobre sus labios y roció un poco de perfume sobre su piel.
Tomó únicamente lo necesario antes de bajar en busca de su padre, quién ya lo esperaba con una sonrisa al pie de las escaleras con su esposa a su costado.
—Bonjour, ma chérie. J'espère que tu auras de la chance pour ton premier jour. [Hola, cariño. Espero que tengas suerte en tu primer día]— su madre dejó un tierno beso sobre su frente
Harry sonrió y agradeció a su madre, esperando que así fuera, porque a pesar de todo se encontraba nervioso. Está vez no solo iría a ayudar a su padre en pequeñas cosas sino que sería un empleado como el resto, tendría un horario el cual respetar y responsabilidades que tendría que cumplir a la perfección, estaba consciente que no por ser hijo de uno de los dueños podría darse el lujo de hacer lo que quisiera.
Pero lo que no podía negar, es que su padre sin siquiera saberlo le había dado la oportunidad de pasar más tiempo con el hombre que le gustaba y no desaprovecharía absolutamente nada. Tal vez si Esmond llega a descubrir el amorío que está llevando con Louis, se enfadaría demasiado y no sabía qué sería capaz de hacer al enterarse de que se había enredado con un hombre mucho mayor que él y casado, pero no se detendría.
Harry iba a disfrutar todo, cada día que pasaba el interés por Louis aumentaba, se sentía cómodo y satisfecho a su lado que no daría su brazo a torcer por ningún motivo, ni siquiera por su padre.
—¿Estás listo, cariño? El chófer nos está esperando— su padre lo observó orgulloso, no logrando ocultar lo feliz que se sentía al saber que Harry tomaría un puesto en la empresa que en un par de años sería de él.
—Lo estoy— asintió mostrando sus hoyuelos.
Después de despedirse de la dulce mujer de ojos azules, padre e hijo salieron de la residencia para subir al auto en el que el chófer personal del mayor los estaba esperando para llevarlos a la empresa.
El tiempo que se hicieron de camino fue relativamente corto porque cuando menos lo notaron, ya estaban frente a la gran infraestructura que los esperaba para comenzar con un nuevo día de trabajo. Padre e hijo se dirigieron al interior.
—Probablemente, Louis ya esté en su oficina, cualquier cosa en la que necesites ayuda puedes preguntarle a mi secretaria— Esmond lo estrechó en un abrazo, orgulloso de tener a su hijo ahí. —Suerte, cariño.
—Gracias, papá— sonrió hacia el hombre, viendo como caminaba hasta su oficina y se encerraba en ella.
Dejó escapar un suspiro para calmar el nerviosismo en su cuerpo y caminó hacia el lado contrario, dónde estaba seguro de que Louis se encontraba.
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High Infidelity [L.S] M-preg
RandomSu matrimonio de años se había ido a la mierda, se había vuelto insípido y rutinario. Los celos y los reclamos estaban siempre presentes y a esas alturas los votos que hicieron en el altar se estaban poniendo en duda y un caliente universitario de...