Eran alrededor de las nueve de la mañana en Francia y el clima se notaba que sería estupendo gracias a los cálidos rayos del sol que lograban colarse entre la costosa seda de las cortinas para iluminar la silenciosa habitación que, aún mantenía al par de amantes envueltos entre las sábanas blancas, disfrutando mientras dormían de la cercanía de sus cuerpos desnudos.
Ambos habían tenido una noche maravillosa, dejándose llevar por un golpe de pasión y el deseo que el momento les provocó, no teniendo miedo del daño que podrían causar al haber sido tan descuidados al terminar en una situación como esa. Pero todo aquello no importaba en lo más mínimo, no cuando Louis no se había sentido tan vivo como cuando estaba haciendo suyo a aquel joven de ojos verdes, quién se le había entregado en cuerpo y alma.
Después de años, por fin pudo descubrir lo que era sentir todo ese fuego pasional en su pecho, aquello que lo hacía creer que haberse metido con el menor fue la mejor decisión que pudo tomar. Porque el bonito ojiverde en cada gemido y caricia que le regaló, lo había devuelto a la vida.
El chico en unos cuantos días le dio algo que su esposo jamás pudo ni en sus mejores años de noviazgo, y todo aquello iba más allá de lo sexual. Aquel joven de ojos verdes y sonrisas coquetas lo atrapó con su hechizante forma de ser, cada segundo a su lado era como andar entre estrellas y no tener nunca suficiente de él.
Harry se removió un poco antes de despertar, limitándose en sus movimientos gracias al fuerte agarre que se ceñía sobre su cintura, pegándolo contra el pecho de Louis quién seguía profundamente dormido, con su respiración tranquila chocando levemente contra su rostro.
Una suave sonrisa se pintó en sus labios y quedó embobado admirando al hombre que, hace unas horas, había estado encima de su cuerpo destrozándolo completamente.
Admiró con detenimiento las finas facciones que poseía el hombre mayor, unos labios delgados de tonalidad rojiza, pestañas largas y tupidas, pómulos altos y filosos junto con una mandíbula bien definida manchada por una barba perfectamente recortada.
A pesar de la edad, Louis seguía teniendo un buen potencial como hombre y eso Harry podía confirmarlo con creces. Louis en definitiva era todo lo que alguna vez Harry imaginó, el amor hacia sus hijos y su porte de caballero lo hicieron saber que era un excelente prospecto y que estaba dispuesto a ignorar el único defecto que había en aquel hombre.
—Buenos días— la voz ronca y pastosa de Louis lo sobresaltó, aún tenía los ojos cerrados, pero una suave sonrisa se pintó en sus labios al haber despertado con aquel joven envuelto entre sus brazos. —¿Qué tal dormiste, bebé?— inquirió curioso, parpadeando perezosamente para tratar de enfocar correctamente su vista.
—Hola, Lou— tarareó, uno de sus dedos haciendo suaves círculos sobre el pecho de Louis, disfrutando de la agradable y cálida cercanía que había entre ellos. —Dormí bien, solo que el cuerpo me duele un poco en ciertas partes— confesó sonrojado. —Fuiste un salvaje— añadió fingidamente indignado al mencionar aquel hecho.
Una sonrisa altiva se formó en los labios del mayor antes de decir algo.
—Bueno, yo dormí de maravilla— tarareó feliz. —Y, que yo recuerde, eras tú quien gemía desesperado para que le diera más duro— dijo burlón, apretando un poco más el cuerpo contrario hacia el suyo y conteniendo una pequeña risa que amenazaba por salir.
—Acepto mi culpa, pero quién te manda a tener todo eso entre las piernas— se quejó con su entrecejo ligeramente fruncido. —Creí que no me entraría, o al menos no completa— dijo bajito mirando hacia otro lado con sus mejillas ardiendo en rojo vivo por lo que acababa de decirle al hombre.
—Fui muy bien bendecido en ese aspecto— mencionó socarrón, acercando su rostro en la curvatura del cuello de Harry para dejar un suave beso sobre la piel.
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High Infidelity [L.S] M-preg
De TodoSu matrimonio de años se había ido a la mierda, se había vuelto insípido y rutinario. Los celos y los reclamos estaban siempre presentes y a esas alturas los votos que hicieron en el altar se estaban poniendo en duda y un caliente universitario de...