Ojos Carmesí (Leopika)

Hoy no me sentí solo...

Kurapika es alguien rutinario, se levanta, se cambia se peina, come y va a trabajar pero ese día tenia una visita de alguien que le agradaba, Kurapika no sabía que hacer, hace mucho tiempo que no pasaba la navidad con alguien, era 24 de diciembre.

Kurapika no celebraba la navidad pero como Leorio iba a venir ese día, el día anterior estuvo desempolvando un árbol de su abuelo y lo mismo con el resto de decoraciones.

—Cierto...debería envolver lo que le compré ahora que lo pienso.—Kurapika había comprado un par de libros de medicina algo caros inclusive y una sorpresa más.

Después de envolver los libros los coloco bajo el árbol, minutos después escucharía de el timbre de su casa sonar, el chico se acercó a la puerta, cuando la abrió de encontró con Leorio el cual traía una bolsa con...¿Comida?

—¡Buenas tardes casi noche!—Dijo el pelinegro con una sonrisa.

—Hola...adelante.—Respondio el rubio.

El más alto entro colocando las bolsas sobre la mesa, mientras tanto Kurapika se quedaba observándolo.

—Traje algunas cosas para preparar algo de comer.—Señalo Leorio.

—Ah, Déjame ayudarte.—Kurapika se acercó a la mesa y comenzó a sacar algunas cosas de las bolsas.

—Voy a dejar esto en el árbol.—Leorio saco una bolsa de regalo, la dejo al lado del árbol y luego volvio dónde estaba Kurapika.

—¿Qué vamos a cocinar?—Pregunto el Rubio mientras veía los ingredientes.

—Ya verás, sera una sorpresa, solo ayúdame a cortar y lavar, yo me encargo del resto.—Dijo Leorio con una sonrisa mientras le pasaba un delantal a Kurapika.

Leorio se amarró el delantal y miro que Kurapika estaba tratando de amarrarlo.

—Jaja ¿Necesitas ayuda?—Leorio después de decir eso camino atrás de Kurapika y lo ayudo a amarrarse.

—Muchas gracias...—Dijo Kurapika mientras se hacía una coleta.

—Bien, te parece si salpimientas el pollo, luego ponle mostaza y...—Leorio le estaba dictando a Kurapika las instrucciones de los que tenía que hacer.

Kurapika entendió rápidamente, mientras Leorio se encontraba haciendo masas, cosa que llamo la atención del rubio para ver qué era lo que preparaba.

Parece que cada uno estaba en lo suyo, Kurapika se volteo un momento y cuando volvio a mirar al horno, Leorio ya había colocado lo que había estado preparando.

El rubio seguia con curiosidad pero se decidio por concentrarse en preparar el resto de cosas, Leorio ya había sacado lo que sea que haya metido al horno, hizo algo y lo metió dentro de la refrigeradora.

Para las 11: 57 de la noche los dos ya tenían chocolate caliente, pollo frito y papas doradas y una ensalada tradicional de navidad.

Leorio y Kurapika se miraron y ambos sonrieron al ver la mesa ya colocada.

—¡Buen trabajo!—Dijo Leorio estirando su mano para darle los 5.

—En especial tu, Leorio.— El contrario Sonrió dándole los 5.

Los dos esperaron a que sean las 12 de la noche exactos y vieron poco a poco el contador...3; 2; 1 ¡Feliz navidad! Ambos se abrazaron de manera amistosa, se sentaron y comenzaron a comer.

—¡Esto sabe bastante bien!—Exclamo Leorio.

—Tienes Razón, los dos juntos hacemos muy equipo en esto de la cocina ¿No crees?