Nota: Kurapika ama el café.
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—Escucha...—Dijo el rubio entrando en posición de alerta.
—¡Son bellisimos!—Exclamo el pelinegro con una sonrisa encantadora y confusa a la vez.
—¿Eh?
—¡Si! Que increible color ¿De ese color son tus ojos? Wah, crei que utilizabas lentillas para cambiar el color de unos ojos comunes, pero en realidad estabas ocultando tus ojos rojos.—Hablo Leorio mientras se acercaba a Kurapika y este lo miraba extrañado.
—Uh...¿No te parecen horrendos?
—¿Qué? No, claro que no, tienen un color carmesí muy brillante, son como dos gemas, genial...
—Pff...JAJAJA ¿De verdad te gustan?
—¿Cómo no iban a gustarme? Hasta son de mi color favorito.
—Leorio, eres un tonto...
—Te halago y me respondes asi...—Se quejo el pelinegro.
Kurapika suavizo su mirada, el no comprendia la razón de porque cada vez que hablaba con Leorio sentia como si su corazon se derritiera lentamente, el por instinto acaricio la cabeza del mas alto.
—¿Que haces?—Pregunto Leorio.
—Respondiendo a tu afecto con afecto.
—Eh...ugh, es algo vergonzoso.
—¿Pero es agradable?
—Mmh...Si.—Leorio se sonrojo un poco.
Kurapika dejo su mano y luego de una risita miro al suelo.
—La verdad...no me gustan mis ojos, los detesto con todo mi ser, te juro que cada vez que me veo al espejo me pasa un escalofrio...—Menciono el rubio abrazandose a si mismo, su rostro cambio a uno de frustración.
—Kurapika...
—En serio, estos ojos me repugnan, solo quiero vomitar, es como si gritos y recuerdos desagradables vinieran cada vez que los veo.—Los ojos de aquel chico iban volviéndose cristalinos por las lagrimas que quería caer y el aguantaba.
Luego Kurapika sintio un repentino abrazo, abrazo de su amigo Leorio, el cual ahora se había vuelto la única persona que sabia su secreto, ese contacto físico se sentía tan cálido y reconfortante, había un sentimiento ahí que Kurapika no era capaz de entender.
—Tranquilo...yo estoy contigo ¿Si? no vuelvas a decir eso, tus ojos son los más bellos y hermosos que he visto, a mi me encantan.—Dijo Leorio firmemente.
Esas palabras hicieron que Kurapika correspondiera al abraza y pequeñas lagrimas silenciosas corrieran por sus mejillas.
Después de unos minutos Leorio se encontraba preparando café caliente para el rubio.
—Así que eso fue lo que paso...Esa banda de criminales debería ser exterminada.—Menciono Leorio.
—Opino lo mismo...He estado investigándolos, la policía solo tiene a 4 de ellos y hubo un caza recompensas que mato a 4 de ellos, envió la cabeza de los 4 a la estación dejando una carta de "arlequín", creo que es un rarito, de cualquier modo eso es lo que se tiene de ellos hasta ahora, faltarian 3 miembros mas contando al lider.
—Woah ¡Es por eso que tienes ojeras! Debes ser mas consiente de tu salud, no te sobre esfuerces.
—Esto no me parece suficiente de hecho...—Kurapika lo dijo con un tono mucho mas serio y una mirada triste, a lo que Leorio suspiro.
—Bien...pero al menos dejame ayudarte para que no cargues con tato tu solo.—Dijo el mas alto acariciandole la cabeza.
Kurapika se sorprendio ante la accion del pelinegro y alzo la cabeza para verlo con una sonrisa calida.
—Muchas Gracias, Leorio.—Respondio el más bajo.
Un pequeño tono rosa se hizo presente en las mejillas de Leorio y quito su mano algo avergonzado.
—Uh ¿Por qué la quitas tan derrepente?—Pregunto Kurapika.
—No es nada en especial.—Respondio el mayor evitando la mirada de este.
—¿Ah si?
—Si, deja de hacer preguntas al respecto.
Esas palabras fueron seguidas por unas delicadas risas del rubio en frente de el, una palpitación y sentimiento de calidez rodeaba el cerrazón de Leorio al ver a ese chico con una sonrisa, le parecía algo maravilloso.
Al cabo de unos minutos Leorio se retiro del lugar, este tomo un taxi para su casa, llegando no pudo evitar pensar en los bellos ojos rojos del rubio y en esa sonrisa que hacia que su estomago seria una jaula de mariposas.
—Jodeme...—Dijo este mirandose al espejo del baño despues de que se lavara el rostro.
Luego camino hasta su cuarto y cerro la puerta.
—Jodeme...
El joven se tiro a su cama boca abajo.
—¡ESTOY JODIDO!
Dijo este con la cara sonrojada por no quitarse a ese chico de su estupida cabeza, sentimiento que lo hacia ponerse feliz, enojado y confundido "¿Qué carajos siento?" Se preguntaba mientras levantaba la cabeza y miraba su pared.
Leorio ahora tenia un problema, el primero era saber lo que sentia por su amigo, si eso era amistad todo seria genial pero si fuera el caso que no, seria diferente porque en primera no sabria como comportarse cuando el rubio hiciera algo que lo hiciera ver más lindo de lo que ya es, la otra y más complicada es saber si a ese chico tambien le gustaban los chicos ¿Cómo mierda averiguas eso sin parecer raro? "Hola ¿Te gustan los hombres?" ¡No! definitivamente no iba a hacer esa estupidez.
Esos eran pensamientos que pasaban en la mente de Leorio pero a la vez trataba de calmarse diciéndose a sí mismo que no sentía nada por Kurapika osea que no tendría nada de que estar preocupado ¿O si? Bueno no lo sabe, pero lo mejor es no sentir nada...¿Pero por que trataria de autoconvercerse tanto?
—¡¿De qué me tengo que convencer si ya se que no me gusta?!—Se gritó a si mismo.
Leorio comenzó a pensar de nuevo y analizar bien su comportamiento.
—Carajo, odio esto ¿Por que me jode tanto? Maldita sea Kurapika, salte de mi cabeza por lo menos un minuto para asegurarme de que no me gustas ¿Sabes que? Estoy harto, haré lo que toda persona respetable hace en estos casos de crisis.
Leorio se levantó y sacó su celular, entró a Google y con sus dedos tecleo en la barra de búsqueda "Test para saber si soy gay"
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Ojos Carmesí (Leopika)
AléatoireEn una época moderna, hay un grupo de traficantes de órganos llamados "La brigada fantasma" que acabo con toda una familia de eruditos conocida como los "Kurta" sin embargo, hubo un superviviente "Kurapika Kurta", el cual se encuentra trabajando en...